El mundo en el que nos movemos
Dos consultores espa?oles sacaron a familias ucranias del pa¨ªs. Quien pidi¨® sus servicios pregunt¨® cu¨¢nto le iba a costar. ¡°?Con qui¨¦n crees que est¨¢s hablando? Esto es gratis¡±, le contestaron
No s¨¦ si se han enterado de esas conversaciones tan fuertes que han trascendido estos d¨ªas, de gente negociando acuerdos dif¨ªciles y hablando de comisiones. Te dejan sin palabras. Si tengo que elegir una de ellas, la m¨¢s alucinante es esa de los espa?oles de Ucrania, uno se queda de piedra. ?La conocen? Se trata de algunos espa?oles que intentan sacar a sus familias de la guerra, porque se han quedado all¨ª atrapadas. Est¨¢n desesperados y les dan el m¨®vil de un tipo, un intermediario que les puede arreglar el problema. Ya conocen a los intermediarios en situaciones cr¨ªticas, de lo que son capac...
No s¨¦ si se han enterado de esas conversaciones tan fuertes que han trascendido estos d¨ªas, de gente negociando acuerdos dif¨ªciles y hablando de comisiones. Te dejan sin palabras. Si tengo que elegir una de ellas, la m¨¢s alucinante es esa de los espa?oles de Ucrania, uno se queda de piedra. ?La conocen? Se trata de algunos espa?oles que intentan sacar a sus familias de la guerra, porque se han quedado all¨ª atrapadas. Est¨¢n desesperados y les dan el m¨®vil de un tipo, un intermediario que les puede arreglar el problema. Ya conocen a los intermediarios en situaciones cr¨ªticas, de lo que son capaces para arreglar un problema. Este mediador, un consultor de Oviedo, junto a otro consultor espa?ol que vive en Praga, conoc¨ªan bien Ucrania por su trabajo y sacaron a estas familias del pa¨ªs, sanas y salvas, organizando el transporte a trav¨¦s de su red de contactos y hasta les pagaban el avi¨®n a Espa?a. Obviamente, quien pidi¨® sus servicios pregunt¨® cu¨¢nto le iba a costar. Y la respuesta de su interlocutor fue escandalosa. No dijo: ¡°Pa la saca¡±. No dijo: ¡°Le sacamos un palo m¨¢s o dos palos m¨¢s¡±. Lo que dijo fue: ¡°?Con qui¨¦n crees que est¨¢s hablando? Esto es gratis¡±, seg¨²n han contado quienes acudieron a ellos. ?Se dan cuenta? Esta gente lo hac¨ªa por ayudar y pag¨¢ndolo de su bolsillo porque, dijeron, ¡°nos lo podemos permitir¡±. Ten¨ªan sus trabajos, lo hac¨ªan desinteresadamente. Yo no s¨¦ a qu¨¦ est¨¢ esperando la Fiscal¨ªa para actuar.
Este tipo de personas son un peligro para la econom¨ªa, para ¡°el mundo en el que nos movemos¡± donde te llevas comisiones vertiginosas, como explic¨® Gerard Piqu¨¦. P¨®ngase en el lugar de alguien normal. Un jeque ¨¢rabe, por ejemplo. Est¨¢s ah¨ª aislado en tu despacho, un apestado para la comunidad internacional, t¨² deseando trabajar y nadie te coge el tel¨¦fono. Por muchos millones que tengas la gente no acepta tu dinero, aunque se lo regales, ni pagando. Bueno, as¨ª s¨ª. Entonces necesitas a alguien que haga una mediaci¨®n profesional, a ser posible con mucha gente en medio, y te saque un past¨®n para poder hacer negocios. Es la ¨²nica manera. ?Qu¨¦ ser¨ªa de estos magnates si todo el mundo actuara desinteresadamente? Pensar¨ªan que hay gato encerrado, no te puedes fiar. Y lo mismo un ayuntamiento que en una emergencia necesite material m¨¦dico urgente. C¨®mo vas a confiar en un desconocido, sin referencias, que no le suena ni a tu primo, que se presente y te haga todo gratis. Es para escamar a cualquiera. El mercado se basa en la confianza de que todo el mundo act¨²a como se supone que debe actuar, no es para aficionados.
El mundo en el que nos movemos, dec¨ªan. Qu¨¦ mundo ser¨¢ ese, en el de la mayor¨ªa casi te da verg¨¹enza preguntar si pagan algo en un trabajo. Estos dos consultores que tienen como pasatiempo salvar la vida a los dem¨¢s por amor al pr¨®jimo y sentido del deber han sacado ya a m¨¢s de 400 personas de Ucrania. A todos los espa?oles que quedaban que quer¨ªan irse y siguieron con ucranios. Han creado una asociaci¨®n, Help to Ukraine. ¡°?Con qui¨¦n crees que est¨¢s hablando?¡±, pregunt¨® uno de ellos. Podr¨ªamos hacer una larga lista de personas con las que les podr¨ªamos haber confundido, pidi¨¦ndoles disculpas, porque son mucho m¨¢s famosas. Pero son estos desconocidos los que te devuelven la confianza en el g¨¦nero humano, y ense?an otros mundos en los que moverse, aunque a veces parezca que no est¨¢n en este.
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