Una manifestaci¨®n por Europa
Es algo sencillo pero espectacular, reconfortante, f¨ªsico, real, en este momento de par¨¢lisis emocional, como cuando te sacude una desgracia. Ni en una de ¡®Blade Runner¡¯ habr¨ªa imaginado ver un v¨ªdeo como ese que hemos tenido que ver
Esto del t¨ªtulo, hacer una manifestaci¨®n por Europa, no es una idea m¨ªa, pero me di cuenta de que lo pensaba solo cuando lo le¨ª en otro sitio, como si fuera una idea m¨ªa que no sab¨ªa que ten¨ªa. Es una propuesta de un columnista del diario italiano La Repubblica, Michele Serra, con el que suelo estar de acuerdo. Ahora tambi¨¦n, as¨ª que secundo la idea, se la copio, con el limitado eco que puedan tener estas l¨ªneas. Sent¨ª que es algo sencillo...
Esto del t¨ªtulo, hacer una manifestaci¨®n por Europa, no es una idea m¨ªa, pero me di cuenta de que lo pensaba solo cuando lo le¨ª en otro sitio, como si fuera una idea m¨ªa que no sab¨ªa que ten¨ªa. Es una propuesta de un columnista del diario italiano La Repubblica, Michele Serra, con el que suelo estar de acuerdo. Ahora tambi¨¦n, as¨ª que secundo la idea, se la copio, con el limitado eco que puedan tener estas l¨ªneas. Sent¨ª que es algo sencillo pero espectacular, reconfortante, f¨ªsico, real, en este momento de par¨¢lisis emocional, como cuando te sacude una desgracia, una tr¨¢gica noticia, un grave accidente ocurre delante de tus ojos. Ni en una de Blade Runner habr¨ªa imaginado ver un v¨ªdeo como ese que hemos tenido que ver, que ser¨¢ la verg¨¹enza de la Casa Blanca durante d¨¦cadas. Un Marina d¡¯Or sobre las ruinas y los 48.000 cad¨¢veres de Gaza, un presidente de Estados Unidos que se ve a s¨ª mismo como una estatua de oro gigante, el hombre m¨¢s rico del mundo tirando billetes a la hora de las ca?as.
Si todo se juega hoy en pol¨ªtica en las emociones, la ¨²nica reacci¨®n que se me ocurre es esa, sentir la emoci¨®n de estar todos juntos en esto, en un momento tan oscuro en el que nos hacemos tantas preguntas, del camarero del bar a tu primo el abogado, y en el que nadie parece dar respuestas, cuando la respuesta, para empezar, somos nosotros. Se supone que tenemos que estar calladitos flipando ante nuestros m¨®viles, poniendo caritas con emoticonos, desahog¨¢ndonos en nuestros grupitos de WhatsApp, haciendo memes para desdramatizar. Desorientados en el caos para dejar todo en manos de quien dice que lo tiene todo clar¨ªsimo. Aunque usted no sea de manifestarse, de dejar de hacer algo el domingo para ir a una protesta, buscar una bandera porque ni sabe d¨®nde se compran las banderas (yo tampoco), seguro que alguna vez en su vida, en momentos trascendentales, ha sentido que reventaba si no sal¨ªa de casa a decir ¡°no¡±, pero en mogoll¨®n, con un r¨ªo de gente que estaba seguro de que pensaba lo mismo. Bien, pues esta es una de esas ocasiones.
Millones de ciudadanos en todas las ciudades de Europa, a la vez, en decenas de idiomas, con banderas de Europa y de todos los pa¨ªses, diciendo lo mismo: que creemos en esto, en nuestro modo de vida, en esta imperfecta, compleja y fabulosa democracia, cuando estamos rodeados de matones que nos amenazan y se ponen chulos. M¨¢s que nada porque en este magma ideol¨®gico amorfo en el que nos movemos, ves ah¨ª arriba a quienes nos gobiernan y percibes que tampoco tienen ni idea del suelo que pisan, no saben si estamos ah¨ª, ya no saben leer bien qu¨¦ demonios est¨¢ pensando la gente. Tal vez necesiten una se?al para espabilar, para cre¨¦rselo. Y sobre todo para establecer una prioridad colectiva, porque los ego¨ªsmos son trending topic, tambi¨¦n en el ¨¢mbito nacional, cada bando se levanta por la ma?ana simplemente pensando a ver qu¨¦ dice o hace para seguir en el poder u obtenerlo. Que convoquen la manifestaci¨®n todos los partidos, a ver si son capaces. Da igual si usted es de derechas o de izquierdas, de pueblo o de ciudad, del Real Madrid o del Bar?a, o de otro equipo, es m¨¢s, mucho mejor si cada uno es de su padre y de su madre, naci¨® aqu¨ª o vino a trabajar, porque hay una cosa que tenemos en com¨²n: somos europeos, y una de las pocas cosas que podemos agradecer a Trump, a Putin, al imperio chino y al austroh¨²ngaro (Berlanga estar¨ªa orgulloso de m¨ª) es hacernos sentir por primera vez lo europeos que somos. Aclaro, para evitar confusiones, que esto no implica tener que ver Eurovisi¨®n, todav¨ªa hay l¨ªmites.