¡°La Copa del Mundo es un asunto de Estado en Brasil¡±

Hace no tanto tiempo que un chiste pol¨ªtico resum¨ªa los sentimientos de muchos brasile?os. ¡°Brasil es el pa¨ªs del futuro¡±, dec¨ªa. ¡°Y siempre lo ser¨¢¡±. El hecho es que desde la llegada al poder de Luiz In¨¢cio Lula da Silva en 2003, el gigante sudamericano (comparte frontera con 10 pa¨ªses) ha vivido un vertiginoso ascenso: es la sexta econom¨ªa del mundo, mantiene un s¨®lido crecimiento aun en medio de la peor crisis financiera desde la Segunda Guerra Mundial y ser¨¢ anfitri¨®n de los dos principales acontecimientos deportivos del mundo: el Mundial de F¨²tbol en 2014 y los Juegos Ol¨ªmpicos de R¨ªo de Janeiro, en 2016. Los m¨¢s optimistas opinan que, para Brasil, el futuro ya est¨¢ aqu¨ª. El ministro de Turismo brasile?o, Gast?o Vieira (S?o Luis, 1945) pertenece a este grupo. ¡°Brasil est¨¢ habituado, y destinado, para los grandes eventos¡±, asegura.

No obstante, la llegada al poder de la sucesora de Lula, la exministra de la Casa Civil ¡ªuna suerte de primer ministro¡ª Dilma Rousseff, ha acarreado no pocos problemas. Desde la investidura de Rousseff, el 1 de enero de 2011, los esc¨¢ndalos han diezmado su Gobierno. Siete ministros ¡ªseis de ellos acusados de corrupci¨®n¡ª han dimitido en los ¨²ltimos 13 meses. Precisamente el antecesor de Vieira, Pedro Novais, es uno de ellos. Tuvo que presentar su renuncia en septiembre de 2011 despu¨¦s de que una investigaci¨®n period¨ªstica lo acusara de pagar con dinero p¨²blico a su asistenta personal. Es por ello que la limpieza de las financias se ha convertido en una obsesi¨®n para su sustituto. ¡°Contamos con instituciones suficientemente s¨®lidas como para garantizar la transparencia en las cuentas [de la Copa del Mundo y los JJ OO]¡±, comenta.

Por si fuera poco, las recientes huelgas policiales en Salvador de Bahia y R¨ªo de Janeiro han puesto en entredicho las garant¨ªas de seguridad que el Gobierno brasile?o ofrece a sus visitantes: m¨¢s a¨²n cuando esperan un flujo in¨¦dito en los pr¨®ximos dos a?os. Vieira descarta que el pa¨ªs no est¨¦ a la altura. ¡°Las ciudades que recibir¨¢n juegos durante la copa del mundo recibir¨¢n a partir de febrero una partida especial para los preparativos¡±, comenta. ¡°Queremos asegurarnos de que la gente no solo asista a Brasil por ir a la Copa o a los Juegos. Queremos que vaya y que se quede con ganas de volver¡±. Pero, ?c¨®mo garantizar la seguridad de millones de visitantes? La anfitriona de los Juegos Ol¨ªmpicos de 2016, R¨ªo de Janeiro, recibe en un a?o normal tres millones de habitantes¡±, apunta Vieira. Brasil representa una quinta parte del flujo total de turistas hacia Am¨¦rica del Sur.

¡°Brasil tiene instituciones s¨®lidas para garantizar la transparencia¡±, asegura

Otro factor es que las pr¨®ximas elecciones presidenciales, en las que se rumora que el expresidente Lula da Silva se presente de nuevo, se celebran apenas tres meses despu¨¦s de que concluya el Mundial de F¨²tbol de 2014 en octubre de ese a?o. Los partidos de la Copa del Mundo se jugar¨¢n en plena campa?a. Vieira descarta que el proceso electoral afecte a la organizaci¨®n de la justa deportiva. ¡°La Copa del Mundo es, para nosotros, un asunto de Estado¡±, asegura. ¡°Brasil es un pa¨ªs con instituciones s¨®lidas y est¨¢ m¨¢s all¨¢ de disputas electorales. Ni la Copa ni los JJ OO son un asunto politizado. Hay un sentimiento de unidad.

Vieira mantiene el optimismo sobre la pacificaci¨®n de las ciudades rumbo a la Copa del Mundo, aun cuando Brasil se enfrenta a serios cuestionamientos sobre su seguridad. R¨ªo de Janeiro, una de las 10 ciudades m¨¢s peligrosas del mundo, ha experimentado una significativa ca¨ªda en sus ¨ªndices de violencia. De 2010 a 2011 cay¨® m¨¢s de un 30%. ¡°Para atajar este problema contamos con una cooperaci¨®n coordinada de varios ministerios, del Gobierno del Estado de rio de Janeiro y la voluntad para trabajar y garantizar la seguridad de los visitantes¡±, concluye.