"Matar en Ciudad Ju¨¢rez no tiene castigo"
La periodista Sandra Rodr¨ªguez relata a los j¨®venes sicarios del narco en ¡®La f¨¢brica del crimen¡¯
A sus 37 a?os, la periodista Sandra Rodr¨ªguez Nieto ha visto muchos cad¨¢veres en Ciudad Ju¨¢rez y eso se nota en la precisi¨®n de sus descripciones. Entre 2008 y 2010 fueron asesinadas en el municipio m¨¢s de 7.000 personas. En poco menos de 200 casos se presentaron pruebas contra sospechosos, el resto quedaron impunes. Son datos recogidos en La F¨¢brica del Crimen, un libro que lleva su firma y acaba de publicar Planeta.
La reportera, natural de Chihuahua, atiende la llamada de este diario mientras conduce por las calles de la que en los ¨²ltimos a?os se ha vuelto la ciudad m¨¢s violenta de M¨¦xico. ¡°Es un buen momento, solo d¨¦jame que aparque¡±, dice una profesional acostumbrada a tomar las historias cuando llegan. Periodista de investigaci¨®n, trabajadora de El Diario, lleva a?os cubriendo la informaci¨®n de sucesos en Ju¨¢rez. La F¨¢brica del crimen narra la historia de Vicente, un adolescente que en 2004 y con tan solo 16 a?os mat¨® a sus padres y a su hermana para despu¨¦s pedir el rescate como si su desaparici¨®n fuese un secuestro. El joven ingresar¨ªa m¨¢s tarde en la banda de los Artistas Asesinos y acabar¨ªa siendo tiroteado sin que ning¨²n familiar reclamase su cuerpo. ¡°Un caso lo suficientemente fuerte¡± como para soportar la historia de la violencia en Ciudad Ju¨¢rez y servir de hilo conductor a la autora para indagar en las causas que llevaron a formar una generaci¨®n ¡°dispuesta a matar por cualquier motivo o por ninguno, simplemente porque el hacerlo, no tiene castigo¡±. Es lo que Rodr¨ªguez llama conciencia de impunidad.
¡°Concibo el fen¨®meno de la violencia en este lugar como la suma de una serie de omisiones por parte de las autoridades, que dejaron de hacer su trabajo y fueron los primeros en proteger al narco¡±. Vicente decidi¨® matar porque estaba convencido de que nadie iba a investigar el homicidio, como tantos otros que se hab¨ªan producido ya. ¡°Sin castigo, el mensaje que llegaba a estos j¨®venes era que la vida humana no tiene ning¨²n valor¡±, asegura la autora.
Para la reportera, el chico fue un verdugo creado por la sociedad, que el entorno ayud¨® a moldear. Un joven brillante, con grandes habilidades y enorme inteligencia, como tambi¨¦n lo eran personas como El Dream o El Saik, pero que sin esfuerzos morales, sin ayuda, resultaron f¨¢cilmente influenciables. ¡°Crecieron en un ambiente en el que todos los est¨ªmulos llevaban a delinquir, con una impunidad rampante contra los asesinatos y una violencia desatada, de tal forma que para destacar en el barrio, tienes que llevar un arma¡±.
La autora tambi¨¦n achaca parte del fen¨®meno de la violencia al crecimiento ca¨®tico de Ciudad Ju¨¢rez experimentado con el boom econ¨®mico de las maquilas, las f¨¢bricas dedicadas a la exportaci¨®n de textiles. ¡°Las autoridades solo favorecieron al capital¡±. El incremento de poblaci¨®n en nada fue acompa?ado de los instrumentos necesarios para vertebrar los barrios, con escuelas, hospitales o plazas p¨²blicas donde pudiese crecer una sociedad sana. ¡°Hace tiempo que se viene alertando sobre un gran segmento de la poblaci¨®n que ni estudia ni trabaja y m¨¢s del 50% de los j¨®venes abandona las escuelas tras la secundaria¡±. Si bien el n¨²mero de asesinatos ha disminuido mes a mes durante el ¨²ltimo a?o, atribuido en parte a la supuesta victoria de un cartel sobre otro y a los cambios en la polic¨ªa municipal, la periodista considera que la violencia puede reactivarse.
Preocupada por todo este fen¨®meno y muy comprometida con su trabajo, Sandra Rodr¨ªguez fue incluida en 2010 en la lista de H¨¦roes de los Medios publicada por Los ?ngeles Times, pero nunca se ha sentido tal: ¡°?Hero¨ªna?, no, tan solo considero que tengo una responsabilidad como reportera¡±.
Consciente de las presiones de los c¨¢rteles sobre los informadores y con el recuerdo muy presente de Armando Rodr¨ªguez El Choco, compa?ero de El Diario amenazado en febrero de 2008 y asesinado ese mismo a?o, la periodista niega sin embargo mayores dificultades a la hora de desempe?ar su trabajo por el hecho de ser mujer. ¡°La naturaleza de esta ciudad es de una incorporaci¨®n masiva de las mujeres al trabajo. En las redacciones, en la conducci¨®n, en las maquilas. El ambiente es duro, pero somos muchas las que cubrimos la informaci¨®n del narco y no hay trato diferente¡±, asegura. A Rodr¨ªguez le preocupa m¨¢s no saber distinguir a los buenos de los malos e insiste durante la entrevista: ¡°Cuando uno habla de c¨¢rtel se refiere al traficante, al sicario, al polic¨ªa y a las autoridades. Si los grupos del narco son tan poderosos es porque han contado desde el principio con la protecci¨®n del Gobierno¡±.
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