El Parlamento franc¨¦s: otra vez blanco y lleno de hombres

La izquierda francesa se mantiene en cabeza de los sondeos para el primer turno de las elecciones legislativas, que se celebra el 10 de junio. Los socialistas, el Frente de Izquierdas y los verdes de Europa Ecolog¨ªa suman entre el 44,5% y el 47% de intenci¨®n de voto, frente al 32%-35% atribuido a la UMP, de centro-derecha, y un 14%-16% al extraparlamentario Frente Nacional, rebautizado como Agrupaci¨®n Azul Marine por su l¨ªder, Marine Le Pen. Los electores deben elegir 577 diputados en otras tantas circunscripciones, y la batalla se dirime a dos vueltas, salvo si un candidato logra en la primera m¨¢s del 50% de los votos. A una semana de la cita con las urnas, lo ¨²nico que parece claro es que la Asamblea Nacional no reflejar¨¢ la pluralidad de la sociedad francesa. Solo se presentan un 40% de mujeres (2.641 candidatas sobre un total de 6.591), y las previsiones estiman que el 17 de junio saldr¨¢n elegidos apenas una decena de inmigrantes. La cifra suena rid¨ªcula, pero la actual Asamblea Nacional saliente no contaba con un solo diputado franc¨¦s llegado de la inmigraci¨®n.

Por primera vez en la historia del pa¨ªs, el Gobierno franc¨¦s es estrictamente paritario: 17 ministras y 17 ministros. La norma se ha vulnerado en la formaci¨®n de los equipos ministeriales; seg¨²n ha publicado Lib¨¦ration, de los 140 asesores y consejeros nombrados solo 38 son mujeres. Pero en las legislativas el Partido Socialista asegura que ha cumplido la ley y las promesas, y presentar¨¢ un 50% de mujeres y un 50% de hombres.

Un total de 24 ministros (y ministras) se jugar¨¢n su puesto en el envite, ya que el primer ministro, Jean-Marc Ayrault, condicion¨® su continuidad en el Gabinete a la conquista del esca?o. Diez de ellos han optado por no presentarse, sabiendo que perder¨ªan, como Christiane Taubira, la titular de Justicia, originaria de la Guyana. Y hay casos sugerentes como el del ministro de Econom¨ªa, Pierre Moscovici, mano derecha de Fran?ois Hollande, que lucha por renovar su asiento en una circunscripci¨®n de Doubs (en el este). Moscovici no debe tenerlas todas consigo, porque aprovecha para hacer campa?a personal en radios y televisiones mientras explica las posiciones del Gobierno sobre el paro o la crisis del euro. ¡°Perd¨®n por la propaganda¡±, dijo el otro d¨ªa para justificar la doble tarea.

A falta de conocer la suerte de los miembros del Ejecutivo, en la pr¨®xima Asamblea Nacional habr¨¢ cosas que cambiar¨¢n muy poco respecto al pasado. La proporci¨®n de f¨¦minas entre los candidatos ha reculado de un punto y medio respecto a hace cinco a?os, cuando los partidos presentaron a un 41,6% de mujeres. La ley obliga a presentar listas paritarias, pero solo cumplen los socialistas, Europa Ecolog¨ªa-Verdes y la formaci¨®n de Marine Le Pen, pese a la oposici¨®n de su padre, Jean-Marie, quien hace poco bram¨® contra ¡°esa ley est¨²pida de la paridad¡± que ¡°obliga a sustituir a buenos candidatos por damas de menor calidad¡±.

Varios peque?os partidos se atienen al imperativo legal, y Debout la R¨¦publique, de Nicolas Dupont-Aignan, lo mejora con 159 candidatas por 146 candidatos. El centrista MoDEM de Fran?ois Bayrou afirma haber subido su cuota rosa al 40%, y la palma del machismo es para la Uni¨®n por un Movimiento Popular, el partido que todav¨ªa preside Nicolas Sarkozy, que alinea a tres hombres y pico por cada mujer: un 72% de caballeros y un 28% de se?oras.

El secretario general, Jean-Fran?ois Cop¨¦, se declara ¡°culpable con arrepentimiento¡±, y justifica la violaci¨®n de la ley con dos motivos: uno, que no es ¡°un gran militante de la paridad¡±, y dos, que ¡°muchos de los diputados salientes son hombres muy anclados al territorio y resulta extremadamente dif¨ªcil sacrificarlos¡±.

La fidelidad al macho le va a costar cara a la UMP, porque quienes no respetan la norma de la paridad deben pagar una sanci¨®n econ¨®mica proporcional a la brecha entre ambos sexos, y son multas que se pagan de verdad: el Estado retiene la cantidad de las subvenciones a los grupos pol¨ªticos. En 2007, la UMP solo present¨® un 26% de candidatas, y la broma le cost¨® 4,1 millones de euros. El Partido Socialista present¨® un 45,2% y pag¨® medio mill¨®n, seg¨²n el Observatorio de la Paridad. Ese a?o, fueron elegidas solo 107 mujeres sobre un total de 577 esca?os, es decir, el 18,5%.

Cop¨¦ argumenta que, tras perder las presidenciales, la UMP ¡°debe tener el m¨¢ximo n¨²mero posible de diputados¡±, pero varias mujeres del partido han protestado contra una decisi¨®n que consideran no solo machista sino tambi¨¦n, en algunos casos, racista. La exministra de Justicia Rachida Dati tuvo que renunciar a una m¨¢s que probable reelecci¨®n por la segunda circunscripci¨®n de Par¨ªs (la m¨¢s derechista de la capital) porque el ex primer ministro, Fran?ois Fillon, le quit¨® el puesto manu militari. Dati mont¨® en c¨®lera pero perdi¨® la guerra y ahora se desahoga a trav¨¦s de Twitter. Tiene el apoyo de Marie-Jo Zimmermann, responsable de los derechos de las mujeres en la UMP, que ha deplorado que ¡°algunos caciques de la UMP sustituyen a mujeres en circunscripciones ganables¡±. Otro caso similar es el de Nora Berra, otra exministra de Sarkozy que no ha obtenido la nominaci¨®n del partido en Lyon: ¡°Me hicieron comprender que mis or¨ªgenes pod¨ªan suponer un problema para ciertos electores¡±, ha contado amargamente.

Quiz¨¢ por esa xenofobia latente, la promoci¨®n de la diversidad ¨¦tnica y religiosa avanza m¨¢s despacio todav¨ªa que la igualdad de sexos. Seg¨²n calcula Le Parisien, solo una decena de candidatos de origen africano o magreb¨ª saldr¨¢n elegidos el 17 de junio. Casi todos ser¨¢n socialistas. El PS presenta 20 candidatos for¨¢neos, la mitad de los cuales parte en posici¨®n ventajosa gracias a Martine Aubry, primera secretaria del partido, que insisti¨® y venci¨® la resistencia del aparato.

En la UMP, la mayor¨ªa de los 314 diputados cesantes ¡ªla inmensa mayor¨ªa hombres blancos¡ª optan a su reelecci¨®n y eso reduce el margen de apertura. Rama Yade, exministra de Deportes, parece la ¨²nica capaz de dar la sorpresa, pero se presenta como disidente contra el aspirante oficial, Manuel Aeschliman. Los otros 15 naturalizados oficiales lo tienen peor. Una posible raz¨®n es que las invectivas de Sarkozy contra los extranjeros durante la campa?a de las presidenciales tuvieron un efecto demoledor: el 85% de los musulmanes franceses vot¨® por Hollande.