Colombia: ahora o nunca
El Alto Comisionado de la Paz, Sergio Jaramillo, cree que todo favorece la terminaci¨®n del conclicto
Sergio Jaramillo, de estatura m¨¢s que aventajada; cauteloso de profesi¨®n; e irrevocablemente optimista por cometido es el Alto Comisionado de Paz del presidente Santos, aquel que dise?¨® el proceso de negociaci¨®n con las FARC de La Habana. Su casa de Bogot¨¢ tiene algo de mausoleo, donde la luz el¨¦ctrica brilla solo por su ausencia, y la conversaci¨®n discurre entre el mortecino resplandor de unas velas.
A comienzos de a?o la opini¨®n colombiana parec¨ªa convencida de que alguna paz era posible. Durante meses de conversaciones secretas, siempre en la capital cubana, se hab¨ªa acordado el temario y hasta parec¨ªa que las partes se hubieran juramentado para llegar a un final feliz. Juan Manuel Santos hab¨ªa fijado como l¨ªmite noviembre para liquidar una de las guerras (¡°conflicto interno¡±, en la terminolog¨ªa oficial) m¨¢s longevas de la historia. Pero recientes y especialmente sangrientas operaciones de la guerrilla; la evidencia de que uno de los precios de esa paz ser¨ªa la impunidad de la insurgencia; la iracundia del expresidente Uribe, que precedi¨® y aup¨® pol¨ªticamente a Santos, al calificar de traici¨®n cualquier aproximaci¨®n a las FARC; y dificultades que van desde la restituci¨®n de millones de hect¨¢reas malhabidos por guerrilla, paramilitares y logreros en general, as¨ª como el hueso m¨¢s duro de roer: la incorporaci¨®n de la guerrilla a la pol¨ªtica en plena legalidad, hacen tambalear tan ambicioso objetivo en todas las encuestas.
¡°El Gobierno ha dejado claro que se firma un acuerdo para la terminaci¨®n del conflicto, no de paz¡±, asegura Jaramillo
La palidez del rostro del Alto Comisionado hace como que se acent¨²a con la prudencia. ¡°Si algo ha hecho el Gobierno es dejar claro que se firma un acuerdo para la terminaci¨®n del conflicto, no de paz¡±. Pero el optimismo de fondo sigue impert¨¦rrito: ¡°Creo que este a?o habr¨¢ firma; es t¨¦cnicamente posible¡±. Una de cal y otra de arena: ¡°Pero no hay que tener una concepci¨®n milenarista de la paz, como si fuera a resolverlo todo. Lo esencial es que nunca m¨¢s se recurra a las armas para hacer pol¨ªtica¡±.
?lvaro Uribe que, con los llamados trinos (colombiano contempor¨¢neo) en twitter le ha sacado inmenso partido a sendas emboscadas en las que murieron 19 soldados, es hoy el mayor problema de Santos: ¡°Uribe est¨¢ haciendo da?o. Mucho da?o. Est¨¢ diluyendo su leyenda¡±. El Alto Comisionado respeta el legado del anterior Jefe del Estado. Y nadie duda que sin el cerco asfixiante a que someti¨® a la guerrilla ¡ªcon el propio Santos de ministro de Defensa¡ª no habr¨ªa sido posible arrastrar a las FARC a la mesa de negociaciones. Jaramillo recuerda puntualmente que lo acordado es que no habr¨ªa vasos comunicantes entre negociaciones y realidad sobre el terreno y que en la fase secreta de los contactos hubo ya 12 militares muertos en el Arauca. ¡°Pero cuando entra la opini¨®n p¨²blica en juego es m¨¢s dif¨ªcil el aislamiento¡±. Y por ello ¡°la hora de la verdad s¨®lo llegar¨¢ cuando se firme¡±.
Uribe est¨¢ haciendo da?o. Mucho da?o. Est¨¢ diluyendo su leyenda
El alto funcionario cree con fe impecable en las virtudes pr¨¢cticamente milagrosas de la paz. Despacha primero la opini¨®n de quienes aseguran que ¡°se firme lo que se firme, lo llamar¨¢n paz¡±, tach¨¢ndola de ¡°condescendiente¡±, para desplegar entonces su arma de destrucci¨®n masiva contra incr¨¦dulos y esc¨¦pticos, lo que llama ¡°el gran proyecto¡± de Juan Manuel Santos. ¡°Nunca ha habido una visi¨®n de pa¨ªs que abarcara todo el territorio. Por la geograf¨ªa nacional y la pobreza del Estado, este ha sido incapaz de ver estrat¨¦gicamente toda Colombia. Y la paz ser¨¢ la gran palanca para movilizar recursos y voluntades¡±. Pero ?cu¨¢l es el plazo? Medita solo un segundo: ¡°Diez a?os¡±. El tiempo suficiente para que el presidente opte a un nuevo mandato (2014-2018). ?Y por qu¨¦ la paz ha de ser ahora o nunca? Jaramillo asegura que ha habido una venturosa alineaci¨®n de astros. Las FARC han quedado severamente golpeadas en su c¨²pula dirigente; las Fuerzas Armadas se han profesionalizado enormemente ¡ªlo que hizo posible el Plan Colombia, dotado militar y econ¨®micamente por EE UU, que inici¨® el precedente del precedente, Andr¨¦s Pastrana¡ª; y el desprestigio exterior de las FARC ya es indiscutible, aunque ¡°har¨¢ falta el concurso de la comunidad internacional¡±. Aqu¨ª hace un gui?o a Madrid que no entr¨® ni en la pedrea de colaboradores de la paz como Cuba, Noruega, Venezuela y Chile, cuando dice: ¡°En especial de aquellos pa¨ªses que siempre han estado comprometidos con Colombia¡±.
Sergio Jaramillo cierra con el aplomo que s¨®lo da un optimismo sin el cual no podr¨ªa ser Alto Comisionado en un pa¨ªs como Colombia: ¡°Y hoy tenemos la constelaci¨®n perfecta para hacerlo realidad¡±.
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