Obama decide atacar Siria pero lo someter¨¢ a votaci¨®n del Congreso
¡°He decidido que EE UU debe actuar militarmente en Siria¡±, afirma el presidente El mandatario apunt¨® el viernes la posibilidad de llevar a cabo una acci¨®n militar "limitada"
Barack Obama ha anunciado este s¨¢bado que ha decidido tomar represalias militares contra el r¨¦gimen de Siria, pero, tratando de hacer m¨¢s robusta su posici¨®n pol¨ªtica y de ganar legitimidad para su actuaci¨®n militar, someter¨¢ su decisi¨®n a la votaci¨®n del Congreso ¨Cde vacaciones hasta el d¨ªa 9-, lo que, como m¨ªnimo, retrasar¨¢ varios d¨ªas el posible ataque, si es que no lo impide por completo, teniendo en cuenta que la oposici¨®n republicana tiene el control de una de las c¨¢maras, la C¨¢mara de Representantes.
Obama declar¨®, en una comparecencia en el Rose Garden de la Casa Blanca al borde de las dos de la tarde (hora local), que, como comandante en jefe, est¨¢ capacitado para ordenar el ataque en cualquier momento. Pero a?adi¨® que, ¡°como presidente de la democracia constitucional m¨¢s vieja de la tierra, es preciso liderar, no solo con la fuerza, sino tambi¨¦n con el ejemplo¡±, por lo que, aunque no est¨¢ obligado legalmente a ello, va a implicar a los representantes de los ciudadanos en esta grave decisi¨®n.
Se trata de una maniobra enormemente arriesgada, puesto que Obama est¨¢ lejos de tener asegurado un voto favorable, pero, al mismo tiempo, incre¨ªblemente h¨¢bil, ya que, sin renunciar a una respuesta firme contra el r¨¦gimen de Bachar el Asad, le otorga a su decisi¨®n una legitimidad, al menos desde el punto de vista nacional, que lo pone a salvo de futuros y previsibles riesgos una vez que la operaci¨®n militar haya comenzado.
Obama establece, adem¨¢s, un precedente muy relevante: todos los ¨²ltimos presidentes norteamericanos, de todos los signos pol¨ªticos, desde Ronald Reagan hasta Bill Clinton, han procedido sin votaci¨®n en el Congreso a acciones militares de muchas m¨¢s envergadura que la que se espera en Siria, que Obama repiti¨® que ser¨¢ ¡°limitada¡± y no incluir¨¢ el despliegue de tropas sobre el terreno. ¡°S¨¦ que puedo hacerlo sin la autorizaci¨®n del Congreso, pero seremos m¨¢s efectivos si buscamos su aprobaci¨®n", declar¨® el presidente.
Este paso abre, no obstante, un largo proceso de debate lleno de incertidumbres. Obama dijo que ha comunicado su decisi¨®n al presidente de la C¨¢mara de Representantes, John Boehner, a la l¨ªder dem¨®crata en esa c¨¢mara, Nancy Pelosi, al l¨ªder de la mayor¨ªa dem¨®crata en el Senado, Harry Reid, y al l¨ªder republicano en el Senado, Mitch McConnell, quienes le comentaron que respaldaban esa medida. Falta ahora que esos l¨ªderes convoquen a sesiones de urgencia a sus respectivas c¨¢maras, que actualmente se encuentra en receso.
Si no se produce una convocatoria urgente, el debate en el Congreso no podr¨ªa celebrarse hasta el pr¨®ximo 9 de septiembre. A¨²n convoc¨¢ndose una sesi¨®n de emergencia, el debate podr¨ªa ser largo y accidentado, sobre todo en la C¨¢mara de Representantes, donde los l¨ªderes republicanos no tienen pleno control sobre un extenso grupo de congresistas vinculados al Tea Party cuyo radicalismo, aventurerismo y odio visceral a Obama es de sobra conocido.
Si la Casa Blanca no ha acudido antes al voto del Congreso es, precisamente, porque teme meterse en una dificil¨ªsima negociaci¨®n sobre lo que los miembro del Tea Party pueden exigir a cambio de su voto a favor de la intervenci¨®n en Siria. Conociendo los antecedentes ocurridos, la verdad es que puede esperarse cualquier cosa. Basta citar como ejemplo que EE UU se ver¨¢ de nuevo a mediados de octubre ante la amenaza de la suspensi¨®n de pagos porque la C¨¢mara de Representantes se niega a apoyar el presupuesto sin una serie de condiciones, por ejemplo, sobre la reforma sanitaria.
Es decir, que Obama ha abierto la caja de Pandora y tiene que prepararse para un camino lleno de obst¨¢culos en el Congreso. Su ventaja es que el p¨²blico norteamericano no suele ver con buenos ojos una actitud obstruccionista de parte de la clase pol¨ªtica cuando el presidente y comandante en jefe est¨¢ en medio de una crisis militar. Pero tiene en contra que la opini¨®n p¨²blica no est¨¢ a¨²n convencida de la necesidad de actuar en Siria. S¨®lo un 20% de la poblaci¨®n comparte actualmente los argumentos del Gobierno.
En su intervenci¨®n, Obama trat¨® de agrandar ese porcentaje con nuevos argumentos sobre la gravedad de lo ocurrido en Siria, que describi¨® como ¡°el peor ataque qu¨ªmico del siglo XXI¡±, y la necesidad de darle respuesta. ¡°?Qu¨¦ mensajes estaremos mandando si un dictador puede gasear cientos de ni?os hasta la muerte a la vista de todo el mundo sin pagar un precio?¡±, pregunt¨®.
El momento del ataque queda ahora pendiente de esos dos factores: la decision del Congreso y el estado de la opinion p¨²blica. ?Cuando? Obama trat¨® de quitarse presi¨®n de encima sobre la fecha de la intervenci¨®n. ¡°Puede ser en un d¨ªa, en una semana, en un mes¡±, dijo. Las fuerzas militares est¨¢n listas y la decisi¨®n de la Casa Blanca plenamente tomada.
El resto de los elementos que se han manejado en los ¨²ltimos d¨ªas ya apenas cuenta. El informe de los inspectores de Naciones Unidas, que tambi¨¦n puede tardar varios d¨ªas, no es considerado en Washington un asunto relevante. El apoyo de otros pa¨ªses, tampoco mucho.
Obama asegur¨® que ha recibido en privado el respaldo de varios Gobierno del mundo, a los que anim¨® a que lo hagan p¨²blico. Pero su actuaci¨®n no va a depender de eso. ¡°Somos los Estados Unidos de Am¨¦rica, No miramos a otra parte respecto a lo que ha sucedido en Damasco", manifest¨®.
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