La cr¨ªtica chavista a la pol¨ªtica de Maduro, cada vez m¨¢s evidente

La p¨¢gina web aporrea.org se ha convertido por estos d¨ªas en el desag¨¹e de las preocupaciones del chavismo ilustrado. Muy a menudo, con una frecuencia que contradice el car¨¢cter estalinista que predominar¨ªa seg¨²n la oposici¨®n en el PSUV, el partido de gobierno, sus aliados y simpatizantes, tanto los intelectuales, los colectivos que se declaran de izquierdas y militantes del PSUV, alertan sobre el inminente relevo del presidente Nicol¨¢s Maduro de no ocurrir cambios en su pol¨ªtica econ¨®mica. Con Hugo Ch¨¢vez fuera de la escena han comenzado a ser evidentes las fracturas acerca de la visi¨®n del proceso que comenz¨® hace tres lustros.

Dos de esas voces destacan entre el resto por haber trabajado muy cerca del presidente Hugo Ch¨¢vez. Son ellos de Felipe P¨¦rez Mart¨ª, ex ministro de Planificaci¨®n y Desarrollo entre 2002 y 2003, y el soci¨®logo alem¨¢n radicado en M¨¦xico Heinz Dieterich, catedr¨¢tico de la Universidad Aut¨®noma de ese pa¨ªs, de quien Ch¨¢vez tom¨® el concepto de ¡°Socialismo del Siglo XXI¡± para nombrar a su proyecto pol¨ªtico.

A principios de octubre el colectivo Marea Socialista colg¨® en esa web un texto que valor¨® el discurso de Maduro ante la Asamblea Nacional en ocasi¨®n de solicitar poderes especiales para legislar. Diagn¨®stico y conclusi¨®n no distaban mucho de las razones esgrimidas por el gabinete econ¨®mico para profundizar los controles. La Ley Habilitante era propicia, dec¨ªan, para radicalizar la revoluci¨®n estatizando toda la econom¨ªa e impidiendo que el empresariado recibiera d¨®lares subsidiados por Cadivi, el ¨®rgano administrador de divisas. Saludaban adem¨¢s la entrada del ministro de Energ¨ªa y Petr¨®leo y presidente de la estatal Petr¨®leos de Venezuela, Rafael Ram¨ªrez, como una buena se?al para congelar el acercamiento iniciado por el titular de Finanzas, Nelson Merentes, con lo que el chavismo llama ¡°burgues¨ªa parasitaria¡±.

El documento de Marea Socialista impuls¨® a P¨¦rez, doctor en Econom¨ªa y profesor del IESA, la escuela de gerencia p¨²blica m¨¢s reconocida del pa¨ªs, a colgar otro texto en Aporrea sobre la pertinencia de radicalizar un modelo que, seg¨²n su lectura, profundiza el capitalismo de Estado y constituye el camino m¨¢s r¨¢pido hacia el abismo de la autonombrada revoluci¨®n bolivariana. No escribe desde el otro lado de la acera sino como un chavista convencido de que para que el legado del l¨ªder, fallecido hace casi siete meses, se mantenga es necesario modificar su pol¨ªtica econ¨®mica. Cuando P¨¦rez fue ministro a¨²n el gobierno no hab¨ªa impuesto el control cambiario. La cotizaci¨®n del d¨®lar se mov¨ªa entre bandas fijadas por el gobierno. El Banco Central interven¨ªa para impedir que ese precio saliera de ese marco. Pero despu¨¦s del paro empresarial de diciembre de 2002 y enero de 2003 el gobierno repres¨® la libre venta de divisas para evitar la fuga de reservas internacionales. Con el tiempo la medida se convirti¨® en el pecado original de la oposici¨®n y la base para edificar el modelo que rige en el pa¨ªs.

P¨¦rez desmonta toda esa visi¨®n que culpa al empresariado y a la oposici¨®n de las penurias econ¨®micas recordando a sus camaradas que la crisis es responsabilidad de los hacedores de la pol¨ªtica econ¨®mica. Lo m¨¢s impactante de su art¨ªculo, sin embargo, est¨¢ en un p¨¢rrafo donde pide prisi¨®n para los ministros Giordani y Merentes e incluso al presidente Nicol¨¢s Maduro: ¡°Culpar al sector privado de la apropiaci¨®n de la renta petrolera v¨ªa ganancias cambiarias es como culpar a un zamuro de comer carne. El gobierno les ha puesto esa carne a esos zamuros, y ahora no puede venir a querer matarlos, o meterlos en una jaula de p¨¢jaros malignos¡±, agreg¨®, aunque luego matiz¨® la dureza de sus afirmaciones. ¡°En este caso, la ¡®c¨¢rcel¡¯ tendr¨ªa que ser, por lo menos cambiar las pol¨ªticas por unas que protejan los intereses del pueblo¡±.

M¨¢s impresionante, sin embargo, resulta la admisi¨®n de un posible golpe de Estado si no cambian las cosas en el corto plazo. ¡°El golpe y el paro de 2002 fueron rechazados por el pueblo. La ca¨ªda del gobierno hoy puede ser favorecida por el pueblo. Ese es el an¨¢lisis del que hay que partir, el diagn¨®stico que hay que identificar para poder actuar. El pueblo clama por soluciones (¡­) Una vez m¨¢s ustedes conf¨ªan en la fuerza armada, como instituci¨®n. Eso tiene dos problemas. Uno, que es falso. He conversado con militares de inteligencia, que monitorean estas cosas, tanto en el pueblo, como en la fuerza armada, y me dicen que la cosa se cae. El descontento generalizado no es solo en el pueblo, sino en la fuerza armada. Llega a grados inveros¨ªmiles de ira y rechazo. Ya no aguantan m¨¢s. Y con raz¨®n¡±.

Mucho m¨¢s dram¨¢tico podr¨ªa resultar el llamado de Heinz Dieterich sobre el inminente colapso de las finanzas locales. En dos art¨ªculos colgados en la misma plataforma entre el 14 y el 21 de octubre el docente alem¨¢n hace algunas recomendaciones al gobierno. ¡°Si no toman medidas inteligentes y dr¨¢sticas de manera inmediata en lo econ¨®mico y pol¨ªtico, tiene los meses contados¡±.

Las propias cuentas del gobierno indican que solo tienen unos 900 millones de d¨®lares en reservas l¨ªquidas para pagar importaciones y deuda externa. S¨®lo si apelan a los fondos paraestatales creados por Ch¨¢vez para disponer de dinero sin la autorizaci¨®n del Banco Central, una medida revertida por Maduro hace algunas semanas impedir¨ªa la profundizaci¨®n del desabastecimiento y la moratoria del pago de la deuda. Dieterich tambi¨¦n critica el empe?o del gabinete econ¨®mico de desconocer la econom¨ªa de mercado. Y aunque no pregona la imposici¨®n de un modelo liberal s¨ª es partidario de levantar el control de cambios y reforzar en ese contexto la fiscalizaci¨®n del Estado. Habr¨¢, dice, una inflaci¨®n mayor y el Estado deber¨¢ proteger a los m¨¢s pobres en los primeros meses, pero en su opini¨®n el futuro todo va a estar mejor. ¡°Llamen a Rafael Correa, ¨²nico presidente latinoamericano que tiene una compresi¨®n profunda de la econom¨ªa de mercado. As¨ª evitar¨¢n el colapso. S¨®lo un peso pesado como ¨¦l o Fidel Castro, agrega el articulista, puede romper con esta locura¡±.

Con esta ¨²ltima sentencia Dieterich est¨¢ consciente de que las relaciones de poder no permiten el cambio. En una entrevista con la cadena Uni¨®n Radio admiti¨® que si no se logra cambiar la facci¨®n que domina la formulaci¨®n de la pol¨ªtica econ¨®mica no habr¨¢ salvaci¨®n. No hay capacidad de rectificaci¨®n entre iguales.