Los peruanos creen que la delincuencia es el principal problema del pa¨ªs

Las ¨²ltimas encuestas sit¨²an la inseguridad ciudadana como el mayor reto al que se enfrenta Per¨². El 77% de peruanos cree que la inseguridad y la delincuencia son los principales problemas del pa¨ªs, seg¨²n una encuesta de la consultora GFK de octubre. Tambi¨¦n el Latinobar¨®metro 2013, un estudio que se hace anualmente sobre toda la regi¨®n y que se public¨® este viernes, informa de que el 24% de los latinoamericanos cree que el mayor problema mayor de la regi¨®n es la delincuencia, pero en el pa¨ªs andino el porcentaje llega al 35%, despu¨¦s de Venezuela (47%) y Uruguay (36%).

Per¨² tiene la m¨¢s alta tasa de percepci¨®n de inseguridad en Am¨¦rica ¨Cseg¨²n un informe tem¨¢tico del Latinobar¨®metro de 2012¨C, y aunque el Gobierno de Ollanta Humala prometi¨® afrontar la demanda de seguridad ciudadana, no ha habido resultados, como tampoco los hubo en anteriores administraciones. En Per¨², los ¨ªndices de victimizaci¨®n (personas que reconocen haber sido v¨ªctimas de delitos en el ¨²ltimo a?o) son mayores que en pa¨ªses con una tasa de homicidios superior como Venezuela o Honduras. La tasa de homicidio en Per¨² es de 10 por cada 100.000 habitantes, un indicador medio en la regi¨®n.

El 39% de los peruanos report¨® haber sido v¨ªctima de alg¨²n tipo de delito, seg¨²n una encuesta del Instituto de Estad¨ªstica e Inform¨¢tica (INEI) del per¨ªodo octubre 2012 a marzo 2013. El exministro de Interior, Gino Costa, experto en seguridad ciudadana, explica a EL PA?S que se debe a la frecuencia de los robos y hurtos callejeros, unido al bajo ¨ªndice de confianza en la polic¨ªa.

¡°El Foro Econ¨®mico Mundial, comparando 148 pa¨ªses en el ?ndice de Competitividad Global, coloca a Per¨² en el puesto 137 en confianza en los servicios policiales. Por otro lado, las encuestas de victimizaci¨®n sirven para medir mejor la delincuencia callejera dado que en el pa¨ªs solo el 12% denuncia los delitos pues cree que perder¨¢ su tiempo y no recuperar¨¢ lo robado¡±, comenta Costa, director de Ciudad Nuestra, una organizaci¨®n que investiga sobre pol¨ªticas de seguridad.

¡°Las cifras de delito callejero son muy altas y eso sumado a la poca confianza en la instituci¨®n policial y la idea de que es muy corrupta explica que haya mucho temor a ser v¨ªctimas de un delito¡±, a?ade. Seg¨²n el informe de seguridad del Latinobar¨®metro 2012, un 16.4% de los peruanos pag¨® un soborno a la polic¨ªa, cifras superadas por M¨¦xico (20.5%), Bolivia (20%) y Guatemala (18%).

Costa destaca que la alta victimizaci¨®n en Per¨² no es un fen¨®meno nuevo y reconoce que ¡°incluso desde el (per¨ªodo del presidente Alberto) Fujimori la delincuencia com¨²n y la criminalidad han sido un descuido a lo largo de los gobiernos. Hay mucho esfuerzo que hacer, esto requiere de engancharse con las preocupaciones de las personas¡±.

Seg¨²n el exministro, la tasa de homicidios en Per¨² y Bolivia, menor a la de M¨¦xico y Colombia, donde la presencia del narcotr¨¢fico es com¨²n, puede deberse a la ¡°convivencia con el narcotr¨¢fico por parte de las autoridades: no hay una presi¨®n y un combate decidido. Si hubiera m¨¢s presi¨®n, habr¨ªa respuesta de los grupos criminales por el control del negocio¡±.

El experto tambi¨¦n alerta acerca de lo extendido del delito de la extorsi¨®n en Per¨². El diario El Comercio, citando cifras del Ministerio P¨²blico, revel¨® el s¨¢bado que el 90% de los taxistas en la capital de Lambayeque, regi¨®n de la costa norte, paga cuotas de uno a cinco soles (algo menos de dos d¨®lares) para estar seguros: ¡°pero es una extorsi¨®n disfrazada de vigilancia¡±, explic¨® Costa.

Para el director de Ciudad Nuestra, el Ministerio del Interior ¡°deber¨ªa que ser como el de Econom¨ªa. Con un equipo de profesionales, con buena informaci¨®n en detalle y al d¨ªa, pero en Per¨² reci¨¦n empezamos a contar con encuestas y a armar un buen sistema de informaci¨®n¡±.

En septiembre, el Gobierno de Humala anunci¨® que el Ministerio de Justicia estaba avanzando en un proyecto de ¡°interoperabilidad que permitir¨¢ integrar las bases de datos y sistemas inform¨¢ticos de la Polic¨ªa Nacional, el Ministerio P¨²blico y el Poder Judicial, entre otros organismos¡±. En 2012, el informe de Latinobar¨®metro La seguridad ciudadana: el problema principal de Am¨¦rica Latina no incluy¨® a Per¨² debido a la ausencia de datos uniformes.

Posibles soluciones

La soci¨®loga peruana y coautora del informe de seguridad de 2012,?Luc¨ªa Dammert, asegura que el desorden institucional en la pol¨ªtica contra la inseguridad "sirve a muchos, por eso no se arregla". Para Dammert la raz¨®n principal de los pobres resultados en el sector es la falta de inversi¨®n inteligente en personal a lo largo de d¨¦cadas. "Tenemos polic¨ªas mal preparados, mal entrenados, mal pagados, mal dirigidos. Hoy el presupuesto destina menos porcentaje para el Ministerio del Interior que antes", dijo.

Gino Costa recomienda mayor colaboraci¨®n entre la Polic¨ªa Nacional y los serenazgos municipales, ¡°que cuentan con veh¨ªculos para patrullar¡±, y que la polic¨ªa ahonde en la investigaci¨®n criminal, pues esta casi no existe. Tambi¨¦n sugiri¨® grupos de trabajo temporales en territorios como el del norte, donde la extorsi¨®n est¨¢ difundida.

En Lima, la sensaci¨®n de inseguridad crece en los distritos m¨¢s pobres que cuentan con menor presupuesto para los serenazgos (polic¨ªa municipal). Sin embargo, en Miraflores, una jurisdicci¨®n de clase media y alta cuyo servicio de serenazgo fue el segundo mejor evaluado en la encuesta de Victimizaci¨®n de Ciudad Nuestra en 2012, se ha dado entre septiembre y octubre el mayor n¨²mero de asaltos a cambistas de d¨®lares. Cinco cambistas han sido asesinados en la capital en lo que va del a?o y m¨¢s de 50 han sido asaltados. Incluso algunos de ellos son asaltados m¨¢s de una vez pues retornan a su oficio pese al riesgo.

¡°La delincuencia no nos puede ganar¡±, ha declarado este s¨¢bado el nuevo primer ministro C¨¦sar Villanueva a una radio local. Quiz¨¢ la continua ca¨ªda de la aprobaci¨®n presidencial obligue al Ejecutivo a no desde?ar una vez m¨¢s la demanda de seguridad del pa¨ªs.