El gran d¨ªa de Mel Zelaya

La ¨²ltima cara p¨²blica antes de las elecciones de hoy en Honduras no fue ninguno de los ocho candidatos a la presidencia, sino Manuel Zelaya, el presidente derrocado en 2009 por un golpe de estado. Sin sombrero, camisa blanca fuera del pantal¨®n y look desenfadado, compareci¨® este s¨¢bado junto al presidente del Tribunal Supremo Electoral, David Matamoros, qui¨¦n en su momento aval¨® el golpe de estado, para dar fe del proceso electoral que tiene lugar este domingo. ¡°Hay acuerdo y un proceso construido que despeja las dudas que ten¨ªamos sobre el papel fundamental que juega el Tribunal Supremo Electoral a 24 horas de unas elecciones donde la expresi¨®n de la voluntad popular debe ser el s¨ªmbolo de la democracia¡±, espet¨® el expresidente. Con estas declaraciones, Mel, como se le conoce en Honduras, valida el proceso electoral y calma a sus seguidores atemorizados por algunas irregularidades reveladas los ¨²ltimos d¨ªas y varios allanamientos de la polic¨ªa militar a las sedes de observadores electorales que hab¨ªan exacerbado la tensi¨®n electoral en el pa¨ªs.

Mel no solo tiene la ¨²ltima palabra, porta tambi¨¦n la sonrisa de la victoria. Cuando el 28 de junio de 2009 las ¨¦lites pol¨ªticas y econ¨®micas aliadas con el Ej¨¦rcito lo expulsaron a Costa Rica, no se imaginaban que lo estaban convirtiendo en el l¨ªder m¨¢s carism¨¢tico del pa¨ªs. En un pa¨ªs donde los presidentes pasan a la historia despu¨¦s de su mandato, este empresario ganadero,controvertido y dicharachero sigue dominando el panorama pol¨ªtico hondure?o. Ahora encabeza un partido propio, LIBRE, que con tan solo dos a?os de vida lidera las encuestas y cuya candidata, su esposa Xiomara Castro, podr¨ªa ganar la presidencia. Castro aglutina en las filas de LIBRE a quienes fueron la c¨²pula del Gobierno zelayista y al movimiento social que sali¨® a las calles a mostrar su repudio contra el golpe de estado, un electorado convencido y fiel que ronda al menos el 30% de los hondure?os que acudir¨¢n a las urnas. Ella es la depositaria de las simpat¨ªas de los seguidores de su esposo y su opci¨®n de volver a la presidencia. Tambi¨¦n es la ¨²nica posibilidad de que el pa¨ªs tenga un Gobierno de izquierdas.

El ¨²nico capaz de disputarle la presidencia a LIBRE es el candidato oficialista, Juan Orlando Hern¨¢ndez, del Partido Nacional, qui¨¦n empez¨® la campa?a con un apoyo minoritario y ha ido ganando adeptos al recoger los votos de quienes no ven con buenos ojos el regreso del proyecto zelayista. Ahora los n¨²meros les ponen a ambos en una carrera re?ida. Pero gane quien gane, se rompe el bipartidismo hist¨®rico que ha provocado la alternancia de Nacionales y Liberales en el ¨²ltimo siglo. La crisis pol¨ªtica, econ¨®mica y social que arrastra el pa¨ªs y que se acrecent¨® con el golpe ha erosionado tanto el sistema pol¨ªtico tradicional que hasta el locutor televisivo del f¨²tbol hondure?o Salvador Nasralla se lanza como candidato presidencial con una gran acogida entre los j¨®venes al apostar por un discurso ciudadano y anticorrupci¨®n que carga contra Nacionales y Liberales.

¡°La verdadera transici¨®n democr¨¢tica vendr¨¢ en estas elecciones¡± aseguraba el s¨¢bado Enrique Reina, quien fuera ministro de la Administraci¨®n Zelaya y ahora dirije la campa?a de CAstro. Aunque no ganen el Ejecutivo, LIBRE conseguir¨ªa un buen n¨²mero de esca?os y Mel Zelaya, que se presenta como diputado, ser¨ªa jefe de su bancada, a la par del Partido Liberal que le traicion¨® en 2009. En cualquier escenario, quien fuera expatriado a la fuerza y en pijama, sale hoy ganando.

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