El chavismo cede y acepta renovar a los integrantes de los poderes p¨²blicos
El anuncio luce como el primer logro concreto de las protestas de la oposici¨®n venezolana

El jueves, casi al final de una alocuci¨®n transmitida a todo el pa¨ªs, el presidente Nicol¨¢s Maduro coment¨® que hab¨ªa conversado con su n¨²mero dos Diosdado Cabello, m¨¢xima autoridad del Poder Legislativo. No tendr¨ªa nada raro el intercambio entre los hombres m¨¢s poderosos de Venezuela a no ser por la solemnidad que Maduro le confiri¨® a un acto de rutina. ¡°Diosdado me llam¨® por tel¨¦fono y me notific¨® oficialmente que la Asamblea Nacional iniciar¨ªa de inmediato la designaci¨®n de los nuevos magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), as¨ª como los nuevos rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE) y el Contralor General de la Rep¨²blica¡±, cont¨® el gobernante.
El anuncio fue una sorpresa. A pesar de las cr¨ªticas de la oposici¨®n, durante m¨¢s de un a?o el gobierno no mostr¨® inter¨¦s en promover la renovaci¨®n de las autoridades con periodos vencidos o cargos vacantes. La Asamblea Nacional, por ejemplo, debi¨® juramentar en febrero de 2013 al Comit¨¦ de Postulaciones Electorales, formado por once diputados y diez representantes de la sociedad civil, que seleccionar¨ªa de entre una lista de postulados a los candidatos a suceder a la presidenta del CNE Tibisay Lucena, a la vicepresidenta Sandra Oblitas y al rector principal Vicente D¨ªaz, cuyos mandatos expiraron hace once meses. El Legislativo tambi¨¦n est¨¢ en deuda porque ha permitido que una funcionaria encargada, Adelina Guti¨¦rrez, ejerza durante casi tres a?os el cargo de Contralor General de la Rep¨²blica, cuyo titular, Clodosbaldo Russian, falleci¨® en junio de 2011. Y tambi¨¦n ha ignorado que hay once magistrados del Supremo que cesaron en funciones desde hace m¨¢s de un a?o y no se han reunido para escoger a sus sucesores.
Para nombrar a las autoridades del CNE y del Contralor se necesita un acuerdo de dos tercios de la plenaria -es decir, 110 votos de 165 esca?os- que el chavismo no tiene. La mora les ven¨ªa bien. En su gran mayor¨ªa los funcionarios salientes respond¨ªan a sus intereses y le daban el cariz legal necesario para hacer potables sus decisiones. No obstante, la crisis pol¨ªtica desatada desde principios de febrero con los fuertes disturbios de la oposici¨®n le ha obligado a un retroceso t¨¢ctico en la tenaz idea de concretar la inacababa obra de Hugo Ch¨¢vez. Ha sido, adem¨¢s, la forma de conjurar esa extendida opini¨®n que les retrata como una fuerza que no procura entenderse con su contraparte. Tambi¨¦n una manera de restarle argumentos a la Mesa de la Unidad que ha exigido condiciones para poder aceptar el di¨¢logo propuesto por el chavismo con las llamadas Conferencias de Paz.
El gesto parece tambi¨¦n la consecuencia inmediata de la reciente visita de la misi¨®n de cancilleres de la Uni¨®n de Naciones Suramericanas (Unasur), que lleg¨® a Caracas con una agenda marcada por los intereses del Gobierno, pero se llev¨®, gracias a la insistencia de Colombia y Paraguay, una impresi¨®n mucho m¨¢s amplia de lo que ocurre en el pa¨ªs. Aunque en el comunicado entregado este jueves no hay alusi¨®n a ese punto sino a su compromiso con el entendimiento entre las partes, es un s¨ªntoma muy revelador el hecho de que el anuncio hecho por el Maduro se produjera la noche que conclu¨ªa el trabajo de la misi¨®n. Esto pudiera interpretarse como una oportunidad para reinstitucionalizar el pa¨ªs conformando ternas m¨¢s representativas en los poderes p¨²blicos y tambi¨¦n como la primera gran victoria obtenida por el ala opositora que presiona en las calles la salida del Presidente.
Ese grupo ¨Cliderado por el dirigente Leopoldo L¨®pez, la diputada Mar¨ªa Corina Machado y el alcalde metropolitano de Caracas Antonio Ledezma- ha recibido con escepticismo el anuncio. Esa desconfianza tiene su origen en procesos de di¨¢logo surgidos de crisis anteriores. En mayo de 2003 la Organizaci¨®n de Estados Americanos, con la mediaci¨®n de su entonces secretario general C¨¦sar Gaviria, moder¨® las conversaciones entre el gobierno y la oposici¨®n luego del golpe de Estado de 2002 contra el entonces presidente Hugo Ch¨¢vez. La oposici¨®n siente que todo lo all¨ª acordado fue traicionado por el Gobierno una vez que disminu¨ªa la atenci¨®n de la comunidad internacional. Esto fue especialmente visible a partir de 2007 cuando el l¨ªder bolivariano declar¨® que su revoluci¨®n bolivariana era socialista.
A pesar de esos antecedentes, la oposici¨®n que encabeza las protestas tiene un margen reducido de acci¨®n. No aceptar el di¨¢logo despu¨¦s del gesto del gobierno equivaldr¨ªa a reforzar la impresi¨®n de que sus convicciones no son democr¨¢ticas, que anida en cierta parte de la comunidad internacional que respalda a Caracas en los foros internacionales. Aceptarlo podr¨ªa llevarles a aislarse de las personas que protestan y que los tienen como sus gu¨ªas. La buena acogida de la comunidad internacional a las gestiones de Unasur pesa mucho. Este viernes Washington calific¨® como ¡°alentadora¡± la visita de la misi¨®n y el anuncio de que una comisi¨®n de cancilleres suramericanos se encargar¨¢ de acercar a las partes. Seg¨²n el diario local El Universal, los cancilleres de Brasil, Ecuador y Colombia impulsar¨¢n el di¨¢logo para poner fin a la ola de protestas que se registra desde el pasado 12 de febrero. Hasta el momento van 37 muertos, 559 heridos y 2.000 detenidos, de los cuales la mayor¨ªa han recuperado su libertad, aunque siguen sometidos a procesos penales.
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