Chile, un a?o marcado por el arranque de las reformas
El pa¨ªs sudamericano ha echado a andar sus cambios estructurales en medio de un ambiente polarizado y de desaceleraci¨®n econ¨®mica
El pasado 24 de diciembre, en medio de una actividad p¨²blica con los ni?os accidentados por los fuegos artificiales, la presidenta Michelle Bachelet envi¨® un saludo a sus compatriotas a prop¨®sito de la Navidad: ¡°Celebremos unidos y en paz¡±. El mensaje protocolar tambi¨¦n pareci¨® un anhelo pol¨ªtico para esta socialista agn¨®stica de 63 a?os que ha debido enfrentar un arranque complejo de su segundo per¨ªodo en La Moneda: 2014 ha sido un a?o de polarizaci¨®n en Chile.
Despu¨¦s de cuatro a?os de receso donde gobern¨® el presidente de derecha Sebasti¨¢n Pi?era, Bachelet regres¨® el 11 de marzo. Pero a diferencia de su primera Administraci¨®n, en la que sigui¨® la l¨ªnea con que la Concertaci¨®n de centroizquierda estuvo en el poder desde 1990, la m¨¦dico lleg¨® arropada de un nuevo conglomerado que por primera vez incluy¨® al Partido Comunista, la Nueva Mayor¨ªa. Tambi¨¦n de un programa de Gobierno ambicioso que pretende cambiar algunos aspectos estructurales de Chile.
El arranque de las reformas de Bachelet fue la noticia esencial que marc¨® el a?o en Chile.?Primero la tributaria que se aprob¨® en septiembre en el Congreso despu¨¦s de un fuerte debate entre el mundo pol¨ªtico y empresarial. Actualmente se discute en el Parlamento la primera parte de una compleja reforma educacional, que ha tenido detractores fuertes incluso en el oficialismo. Para 2015 se espera que comiencen a tomar forma los cambios a la Constituci¨®n y a las leyes laborales, lo que tambi¨¦n ha puesto nervioso al sector privado pese a las se?ales de tranquilidad que se esmeran en otorgar desde el Ejecutivo.
Chile tambi¨¦n tuvo que enfrentar desastres importantes este 2014. Apenas algunas semanas despu¨¦s del retorno de Bachelet, a comienzos de abril, un terremoto de 8,2 en la escala de Richter sacudi¨® el norte del pa¨ªs. Aunque la infraestructura de las regiones de Arica y Tarapac¨¢ resistieron, se vivieron jornadas de tensi¨®n y alertas de tsunamis que movilizaron a una inmensa parte de la poblaci¨®n que habita en la costa de Chile. Pocas semanas despu¨¦s, el 12 de abril, una nueva tragedia: un incendio afect¨® la ciudad portuaria de Valpara¨ªso, a 100 kil¨®metros de la capital. Al menos 15 muertos, unas 2.200 viviendas quemadas y cerca de 8.000 damnificados por las llamas. El desastre afect¨® sobre todo a personas humildes que viv¨ªan en las zonas altas de los cerros, caracter¨ªsticos de esta ciudad, donde hace d¨¦cadas surgieron poblados en lugares no aptos para la edificaci¨®n de viviendas.
El pa¨ªs ha vivido adem¨¢s situaciones de alto impacto p¨²blico en los ¨²ltimos doce meses. Los grupos antisistema que actuaban en Chile espor¨¢dicamente desde 2005, en septiembre dieron un golpe duro a las polic¨ªas, los servicios de inteligencia y el Gobierno: hicieron explotar un artefacto en un centro comercial cercano a una estaci¨®n de metro, por primera vez en un horario punta y en un lugar donde transitaban personas. Catorce resultaron heridas en este atentado terrorista que fue catalogado por el Gobierno como el de mayor gravedad de este tipo desde el retorno a la democracia en 1990. La Administraci¨®n de Bachelet anunci¨® un paquete de medidas para hacer frente a estos grupos anarquistas y, entre otras acciones, el ministerio del Interior solicit¨® la colaboraci¨®n de pa¨ªses como Espa?a, con experiencia en el combate contra grupos subversivos.
En el aspecto de la seguridad p¨²blica, Chile comenz¨® a vivir una situaci¨®n peculiar desde este diciembre: el Gobierno determin¨® que al menos 60 cajeros autom¨¢ticos de su banco estatal se comenzar¨¢n a instalar en comisar¨ªas policiales. La medida se explica porque en 2013 empez¨® a regir un decreto que exig¨ªa a todos los bancos reforzar la seguridad de sus cajeros. Las compa?¨ªas calcularon un costo cercano a los 60 millones de d¨®lares y, en 2014, el n¨²mero de dispensadores en Chile baj¨® de nueve mil a ocho mil. Paralelamente, los robos no cesaron: en los ¨²ltimos doce meses hubo unos 115. En medio de una controversia entre el Gobierno y la banca por la responsabilidad en este tipo de delitos, la situaci¨®n deriv¨® en que, finalmente, la falta de dinero l¨ªquido comenzara a afectar a parte de la poblaci¨®n que utiliza tarjetas para obtener efectivo.
Las relaciones internacionales han sido otro de los?terrenos?de especial relevancia este a?o para?Chile. En enero pasado, Per¨² logr¨® una victoria parcial en su empe?o por trazar una nueva frontera mar¨ªtima con Chile en el Oc¨¦ano Pac¨ªfico, de acuerdo a la decisi¨®n del Tribunal Internacional de Justicia de la ONU (TIJ). Pero aunque los magistrados determinaron que Chile debe ceder derechos econ¨®micos en unos 22.000 kil¨®metros cuadrados del Pac¨ªfico, la sensaci¨®n final fue que la derrota podr¨ªa haber sido de mayor gravedad y el pa¨ªs respir¨® aliviado. A diferencia de las relaciones con Per¨², que han tomado un camino de normalidad, el v¨ªnculo con Bolivia se ha tensado con los meses. El Gobierno de Evo Morales present¨® una demanda mar¨ªtima ante la Haya en abril de 2013 y las declaraciones de ambas canciller¨ªas han subido de tono. El ministro de Relaciones Exteriores chileno, Heraldo Mu?oz, ha hecho llamados a Bolivia para que ¡°detenga sus intentos de desestabilizar la relaci¨®n bilateral¡±. El Gobierno de Bachelet adem¨¢s ha desplegado una potente estrategia comunicacional para dar a conocer sus argumentos frente a la comunidad internacional, como el sitio web www.mitoyrealidad.cl y la cuenta de Twitter @mitoYrealidad
Para 2015 las expectativas de todas las fuerzas pol¨ªticas est¨¢n centradas en que la situaci¨®n de la econom¨ªa mejore, luego de un 2014 en que el crecimiento baj¨® de un 4% a un 2% por razones externas y factores internos. Tambi¨¦n se espera que en enero pr¨®ximo comience a tomar forma la primera parte de los cambios al sistema educativo de Bachelet, cuya popularidad ha bajado hasta el 38%.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.