¡°Hay j¨®venes de algunos barrios que ven como h¨¦roes a los asesinos¡±
La alcaldesa de Par¨ªs, Anne Hidalgo, asegura en esta entrevista a EL PA?S que "los terroristas no act¨²an como musulmanes" y que no tienen "fe ni ley"
Su imponente despacho en el Ayuntamiento de Par¨ªs es todo un s¨ªmbolo de la Rep¨²blica Francesa. Desde uno de sus balcones, Charles de Gaulle pronunci¨® el 25 de agosto de 1944 sus ya legendarias palabras sobre un Par¨ªs ultrajado, pero un Par¨ªs liberado. Anne Hidalgo (San Fernando, C¨¢diz, 1959) es desde marzo la alcaldesa de Par¨ªs y entre las fotos que adornan las estanter¨ªas de su despacho parece sentirse especialmente orgullosa de la que recoge una de las ¨²ltimas reuniones del Comit¨¦ de Liberaci¨®n, el 19 de agosto de 1944. Las matanzas del 7 al 9 de enero de este a?o, que han cambiado la historia de la capital, retrotraen a la alcaldesa a la historia de la Rep¨²blica que tanto ama y que ahora tambi¨¦n representa.
Pregunta. ?C¨®mo se enter¨® del ataque yihadista? ?D¨®nde estaba?
Respuesta. Estaba presentando mis planes para este a?o ante todos los concejales. Eran las 11.30 y hablaba en ese momento de lanzar un gran movimiento en las escuelas contra el antisemitismo y el racismo. Se me acerc¨® mi director de gabinete y me dijo: ¡°Est¨¢ pasando algo muy grave en Charlie Hebdo. Un tiroteo¡±. Me fui a la sede de la revista. Cuando llegu¨¦, vi m¨¦dicos, sangre por todos los sitios¡ No entr¨¦ en la sala. Me dijeron que hab¨ªa 11 muertos. Pens¨¦ en Charb, en el director. Le conoc¨ªa. No pensaba en ese momento en Cabu, Wolinski¡ Para m¨ª, eran inmortales. Sali¨® el m¨¦dico llorando y nos dijo: ¡°Charb ha muerto, Charb ha muerto¡±. Vi a la mujer de Cabu¡ ?l hab¨ªa participado en mi campa?a. Fue horroroso, horroroso.
P. ?Ten¨ªa mucha relaci¨®n con ellos?
R. S¨ª. Hemos crecido con ellos. Han influido en la formaci¨®n pol¨ªtica de nuestra generaci¨®n. Siempre les hemos ayudado, incluso a encontrar sede despu¨¦s del primer atentado. El edificio en el que estaban ahora pertenece al Ayuntamiento.
P. Ya tem¨ªan que hubiera un atentado.
R. Claro. Pens¨¢bamos que seguramente habr¨ªa un atentado en Par¨ªs. Cre¨ªamos, y yo lo hablaba con el jefe de la polic¨ªa o el ministro del Interior, que seguramente ser¨ªa contra un s¨ªmbolo, contra gente uniformada. Pero fue contra Charlie Hebdo. Y despu¨¦s el ataque contra el Hyper Cacher¡
P. ?Detecta antisemitismo en Francia, en Par¨ªs?
R. El antisemitismo est¨¢ creciendo desde hace a?os. Incluso cuando ha habido ataques a jud¨ªos se han escuchado gritos antisemitas. Y no hab¨ªa protestas para gritar ¡°Basta¡±. ¡°?Por qu¨¦ la gente no se mueve?¡±, nos pregunt¨¢bamos. En una ciudad como Par¨ªs, tan abierta y tolerante¡ En el ayuntamiento llev¨¢bamos a?os trabajando para que arraigara m¨¢s el laicismo, los valores de la Rep¨²blica.
P. ?D¨®nde puede estar el origen de ese odio?
R. Es muy complejo. La culpa es de todos, de la sociedad, de los pol¨ªticos¡ De todos. El mensaje de los manifestantes del 11 de enero ha sido claro: ten¨¦is que estar a la altura, los pol¨ªticos ten¨¦is que ser dignos. El primer pol¨ªtico que se salga de este consenso, lo pagar¨¢.
P. Algunos se?alan a la escuela como parte del problema de origen.
R. Yo soy un producto de la escuela republicana. Es cierto que cuando yo estudi¨¦ no hab¨ªa la crisis actual, que hab¨ªa un mayor compromiso individual con cada alumno. Ahora no es as¨ª. Tambi¨¦n hay un problema de barrios y ciudades gueto. No tanto en Par¨ªs, donde nos hemos ocupado de poner en esas zonas bibliotecas, escuelas, guarder¨ªas y centros culturales, pero s¨ª en otros lugares.
P. Como consecuencia de todo ello, Francia se ve hoy en ¡°guerra contra el islamismo radical¡±, como ha dicho el primer ministro.
R. S¨ª, claro.
P. ?Teme nuevos ataques yihadistas?
R. Hacemos todo para que no vuelva a pasar. No s¨¦ si la palabra es ¡°guerra¡±, pero nos hemos concienciado de que el problema tambi¨¦n est¨¢ aqu¨ª, en Francia. Se sab¨ªa que muchos j¨®venes franceses hab¨ªan ido a combatir a Siria o Irak para luchar por algo que no es la religi¨®n, sino el culto a la muerte. Es un problema y una amenaza. Y ahora nos encontramos con que j¨®venes de algunos barrios creen que los h¨¦roes son los asesinos. Hay que tomarse muy en serio la negativa en algunos liceos a hacer un minuto de silencio. El problema que sufrimos es muy grave y muy complejo.
P. ?Cree que parte del problema es que tambi¨¦n hay islamofobia en Francia?
R. En Par¨ªs, no. En esa ciudad la gente no admite diferencias por motivos de religi¨®n u origen. La sociedad parisina se ha construido sobre esas diferencias. En Par¨ªs es inadmisible esa discriminaci¨®n. Par¨ªs es antirracista.
P. El domingo 11 de enero hubo una reivindicaci¨®n de la Rep¨²blica y sus valores. Pareci¨® que en 24 horas se evaporaba la crisis de identidad.
R. En pocas horas, la gente comprendi¨® que se hab¨ªa intentado atacar lo m¨¢s preciado que tenemos. ?ltimamente, parec¨ªa que todo lo hac¨ªamos mal; que todo iba hacia el caos, que nadie nos escuchaba, que los j¨®venes se marchaban¡ El ataque a Charlie Hebdo es una agresi¨®n a la libertad de expresi¨®n, pero tambi¨¦n al laicismo, que no es una fe enfrentada al resto de las religiones. Es lo que permite la libertad de cada uno, de creer o no creer (yo soy atea) y de estar juntos en el respeto, sinti¨¦ndose orgulloso de sus ra¨ªces.
P. ?Hay que abrir un debate sobre el islam?
R. Hay gente que busca culpables entre los musulmanes, pero creo que de vez en cuando hay que buscar la raz¨®n por la que estamos juntos. La gran mezquita de Par¨ªs se construy¨® despu¨¦s de la I Primera Guerra Mundial para honrar a los musulmanes que combatieron en Francia. Despu¨¦s, durante la ocupaci¨®n alemana, ah¨ª se salvaron muchos jud¨ªos. Hay que insistir en que los terroristas no act¨²an como musulmanes. Esa gente que mata no tiene ni fe ni ley. Pero hay que reflexionar. Dos de los asesinos [los hermanos Said y Ch¨¦rif Kouachi] nacieron en Par¨ªs, se quedaron hu¨¦rfanos muy j¨®venes y los servicios de ayuda social a la infancia los tuvo en acogida.
P. Netanyahu anim¨® a los jud¨ªos franceses a que se instalaran en Israel. ?C¨®mo vio ese gesto?
R. Mal y muchos jud¨ªos lo ven mal tambi¨¦n, porque Francia es su casa y aqu¨ª quieren quedarse.
P. ?Teme que los ataques perjudiquen a la econom¨ªa y el turismo de Par¨ªs?
R. Por ahora no. Esta ciudad ha dicho al mundo entero que es la capital de la libertad y los valores de la Rep¨²blica. La protecci¨®n es necesaria para asegurar la convivencia y eso tambi¨¦n est¨¢ dando lugar a situaciones nuevas, como esos abrazos que reciben los militares que protegen escuelas jud¨ªas a los que las madres de los escolares les llevan comida, por ejemplo.
P. ?Han detectado menos gente en las calles y en los transportes p¨²blicos?
R. Esta semana ha habido menos gente en todos los lugares: calles, transportes, comercios¡ Y no creo que sea solo por miedo, sino porque la gente necesitaba reunirse con los suyos, participar en acontecimientos m¨¢s humanos e ¨ªntimos.
P. ?Cu¨¢les cree que deben ser los l¨ªmites a esas legislaciones especiales que se evocan para reforzar la seguridad?
R. Creo que lo que han dicho el presidente Hollande y Manuel Valls est¨¢ muy bien: organizar bien la seguridad y quiz¨¢ adaptar la ley, pero no dejar de lado la libertad. Ese es el camino. No necesitamos un cambio radical de legislaci¨®n, sino trabajar, comprender lo que ha ocurrido. Tenemos que preguntarnos qu¨¦ hemos hecho que no era suficiente y qu¨¦ es lo que no hemos hecho y tenemos que hacer.
P. ?Por qu¨¦ rechaz¨® que Marine Le Pen estuviera en la manifestaci¨®n de Par¨ªs?
R. Para m¨ª, Marine Le Pen no act¨²a dentro del marco republicano. Su padre fue m¨¢s honesto diciendo ¡°Yo no soy Charlie¡±. Ella pretende situar a la extrema derecha como un partido m¨¢s, pero antes debe romper con su historia. Algunos de sus fundadores fueron colaboracionistas. La l¨ªder del Frente Nacional no tiene nada que ver con los valores de la Rep¨²blica.
P. Pero los sondeos le dan un enorme apoyo. ?Est¨¢ enferma Francia?
R. Me parece que en Europa hay muchas democracias enfermas y que hay que encontrar soluciones. La crisis econ¨®mica, la mundializaci¨®n o el terrorismo con su nueva organizaci¨®n son fen¨®menos que desestabilizan a las democracias. Creo que la socialdemocracia ofrece respuestas y que su modelo no est¨¢ muerto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.