Hollande recibe a sus diputados rebeldes pese al recelo de Valls
El presidente analiza la opci¨®n de incluir en el Gobierno a cr¨ªticos y verdes


La divisi¨®n en el Partido Socialista Franc¨¦s y las negras expectativas electorales para la formaci¨®n gobernante han originado un maremoto interno que afecta a la estabilidad del Gobierno y a la estrat¨¦gica relaci¨®n entre el presidente Fran?ois Hollande y su primer ministro Manuel Valls. En una arriesgada maniobra, Hollande recibi¨® en la noche del mi¨¦rcoles en el El¨ªseo a una decena de diputados socialistas rebeldes, enemigos declarados de Valls, ante el estupor de los dirigentes m¨¢s pr¨®ximos al primer ministro. El presidente intenta recomponer las filas de la izquierda y analiza la opci¨®n de que cr¨ªticos y verdes se reincorporen al Ejecutivo.
"Al recibirlos, Hollande oficializa la disidencia", argumenta un diputado de la confianza del primer ministro
La reuni¨®n de Hollande con los rebeldes se ha producido tres semanas despu¨¦s de que Valls se viera obligado a suspender la votaci¨®n parlamentaria y aprobar por decreto medidas de liberalizaci¨®n econ¨®mica, las conocidas como ley Macron. El primer ministro dio ese paso ante el riesgo de que el proyecto fuera rechazado porque unos 40 socialistas rebeldes hab¨ªan anunciado que votar¨ªan en contra o se abstendr¨ªan. La mayor¨ªa de los citados en el El¨ªseo iban a votar en contra. Son ¡°los m¨¢s radicales¡±, como precisaron personas al tanto del encuentro.
Dirigentes pr¨®ximos a Valls han expresado su disgusto por ese contacto, que califican de ¡°grave error¡±. Uno de ellos, el diputado Christian Caresche, comenta por tel¨¦fono que, al recibirles, Hollande ¡°los reconoce como grupo, los oficializa, les da una importancia excesiva y prima la disidencia¡±.
Gobierno uniforme
??Amplio espectro. El primer Gobierno de Fran?ois Hollande en 2012 ten¨ªa representantes del partido ecologista y de los Verdes.
? Salen los Verdes. La ecologista C¨¦cile Duflot, ministra de Vivienda, deja el Gobierno en marzo en 2014 al ser nombrado Manuel Valls primer ministro.
? Cr¨ªticos expulsados. El pasado 25 de agosto, Valls expulsa del Ejecutivo a los tres ministros cr¨ªticos, entre ellos Arnaud Montebourg, sustituido por el reformista Emmanuel Macron.
El encuentro se produce solo unos d¨ªas despu¨¦s de que el ministro de Trabajo, Fran?ois Rebsamen, se entrevistara tambi¨¦n con un grupo de rebeldes, en este caso ante el desconcierto del titular de Econom¨ªa, Emmanuel Macron. Rebsamen negocia estos d¨ªas un proyecto que incluir¨¢ reformas sobre el di¨¢logo social, la representaci¨®n sindical en las empresas y probables reformas laborales o del sistema de pensiones. Se trata de un paquete legislativo que se prev¨¦ a?adir a la ley Macron y que ya ha levantado recelos entre los diputados cr¨ªticos.
Valls y Macron, que representan la punta de lanza del reformismo, asisten por tanto a un acercamiento de Hollande y otros miembros del Ejecutivo a las corrientes m¨¢s cr¨ªticas con su pol¨ªtica.
Estos acercamientos se registran a dos semanas de las elecciones departamentales, que culminar¨¢n con una dura derrota de los socialistas, seg¨²n coinciden todos los sondeos. Tras los comicios, se espera una remodelaci¨®n gubernamental. ¡°El Gobierno necesita revitalizarse¡±, asume Caresche.
Lo que no se esperaba es que Hollande se planteara ahora que alguno de los rebeldes entre en el Ejecutivo. Pero as¨ª es. Jean-Marc Germain, uno de los m¨¢s destacados cr¨ªticos, se ha declarado incluso ¡°listo¡± para ser ministro si es llamado para esa funci¨®n. Fuentes pr¨®ximas al parlamentario no lo descartan, pero precisan que a¨²n no ha hablado nada al respecto con Hollande.
A su vez, el presidente se ha mostrado predispuesto a que tambi¨¦n los verdes (17 esca?os de un total de 577) se incorporen al Ejecutivo. Uno de sus l¨ªderes, Jean-Vincent Plac¨¦, ve con buenos ojos la opci¨®n, pero otras figuras de su grupo se oponen frontalmente.
Hollande necesita ampliar sus apoyos parlamentarios para sacar adelante sus proyectos reformistas
Si finalmente se concretaran esas posibilidades, el Gobierno acoger¨ªa a representantes de toda la izquierda, salvo los comunistas. Lograr¨ªa as¨ª Hollande una estabilidad para el Ejecutivo similar a la que tuvo en los primeros dos a?os de su mandato, entre 2012 y 2014. Coincidiendo con el nombramiento de Valls como primer ministro en marzo de 2014, los verdes abandonaron el Gobierno.
El pasado agosto, Hollande y Valls forzaron la salida de los tres ministros pr¨®ximos a los rebeldes. Fue cuando el intervencionista Arnaud Montebourg fue sustituido por Macron. Para entonces, los rebeldes ya se hab¨ªan abstenido en varias votaciones de leyes gubernamentales y qued¨® claro que el Ejecutivo ya no dispon¨ªa de mayor¨ªa suficiente en la Asamblea Nacional. Tras el esc¨¢ndalo que protagonizaron con respecto a ley Macron, la direcci¨®n del PS les amenaz¨® con sanciones. No solo no se han producido, sino que han sido ¡°primados¡± con la visita al El¨ªseo.
¡°Si [los rebeldes] entran en el Gobierno para votar a favor de la ley Macron, no hay problema. O sea, si dejan de comportarse como la oposici¨®n interna¡±, advierte Caresche, quien no descarta que esta nueva fase crucial acabe produciendo fisuras entre Hollande y Valls.
Hollande y Valls necesitan apoyos parlamentarios suficientes para sacar adelante unas reformas que, adem¨¢s, han prometido a la Comisi¨®n Europea a cambio de la tercera pr¨®rroga para reducir el d¨¦ficit al 3%. Como tel¨®n de fondo, Hollande necesita unir a la izquierda para presentar una candidatura s¨®lida a las elecciones presidenciales de 2017. Si no lo logra, admiten personas pr¨®ximas al presidente, ser¨¢ imposible pasar a la segunda vuelta, que la disputar¨ªan la ultraderechista Marine Le Pen y el candidato de la Uni¨®n por un Movimiento Popular (UMP), el partido de Nicolas Sarkozy.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
