Ni?os y beb¨¦s mueren de sed y enfermedad en un centro de detenci¨®n de Nigeria

Unas 150 personas que se encontraban detenidas en el cuartel militar de Giwa, en el noreste de Nigeria, acusadas de pertenencia o complicidad con el grupo terrorista Boko Haram han muerto en lo que va de a?o debido a las p¨¦simas condiciones de higiene, la deshidrataci¨®n, la escasa alimentaci¨®n y la falta de cuidados m¨¦dicos, seg¨²n ha revelado este mi¨¦rcoles un informe de la organizaci¨®n Amnist¨ªa Internacional (AI), que destaca que entre los fallecidos hay al menos 11 ni?os menores de seis a?os, cuatro de ellos beb¨¦s que se encontraban con sus madres.

El centro de detenci¨®n del cuartel militar de Giwa, en la ciudad de Maiduguri, alberga en la actualidad a unas 1.200 personas, 120 de ellas ni?os, en ¡°condiciones horrorosas¡±, seg¨²n AI. Los detenidos duermen hacinados en el suelo de celdas sucias, reciben apenas medio litro de agua al d¨ªa y los cuidados m¨¦dicos brillan por su ausencia. En su mayor parte se trata de j¨®venes a quienes se considera sospechosos de haber combatido en las filas de Boko Haram, pero no existe ninguna causa abierta contra ellos y no han recibido asistencia jur¨ªdica. Desde que este grupo armado intensific¨® el uso de mujeres como terroristas suicidas la cifra de mujeres y ni?os detenidos se ha multiplicado por diez, pasando de 25 el a?o pasado a 250 en la actualidad.

¡°No puede haber excusas ni demora. Las instalaciones de detenci¨®n del cuartel de Giwa deben cerrarse inmediatamente y todos los detenidos deben ser liberados o transferidos a las autoridades civiles. Y el Gobierno debe implementar con urgencia sistemas para garantizar la seguridad y el bienestar de los ni?os que sean liberados¡±, asegur¨® Netsanet Belay, directora de Investigaci¨®n para ?frica de Amnist¨ªa Internacional.

El informe de este organismo pro derechos humanos est¨¢ basado en entrevistas a personas que estuvieron detenidas en Giwa, que aseguraron haber visto a al menos una veintena de ni?os menores de cinco a?os en tres celdas, de los cuales al menos once murieron. Una mujer de 40 a?os relat¨® que se produjo un brote de sarampi¨®n y que al menos cinco beb¨¦s de pocos meses que se encontraban con sus madres contrajeron la enfermedad sin que los soldados aceptaran llamar a un m¨¦dico. ¡°Ten¨ªan fiebre, el cuerpo muy caliente y lloraban d¨ªa y noche. Los ojos se les pusieron rojos y les salieron erupciones¡±, asegur¨® la testigo.

La intensa ofensiva que est¨¢ llevando a cabo el Ej¨¦rcito nigeriano contra Boko Haram desde hace un a?o y medio ha logrado recuperar buena parte del territorio que estaba bajo control de este grupo terrorista y ha arrinconado a los miembros de la Secta en zonas remotas cerca de la frontera con N¨ªger, en el Lago Chad y en las monta?as fronterizas con Camer¨²n. Asimismo ha provocado un incremento en las cifras de detenidos, pues muchas de las personas que permanecieron en los pueblos ocupados por los insurgentes son considerados autom¨¢ticamente sospechosos de colaboraci¨®n. Seg¨²n cifras de AI, desde 2011 unas 7.000 personas que estaban detenidas murieron bajo custodia militar como resultado del hambre, la sed, la enfermedad, la tortura y la falta de atenci¨®n m¨¦dica.

Amnist¨ªa Internacional ha denunciado en reiteradas ocasiones el escaso respeto por los derechos humanos del Ej¨¦rcito nigeriano y los malos tratos a los que somete a los detenidos en este conflicto que comenz¨® en 2009 y ha provocado unos 17.000 muertos y el desplazamiento de 2,5 millones de personas. Precisamente el temor a ser asesinados o a ser encarcelados sin juicio hasta morir provoca que muchos miembros de Boko Haram se resistan a abandonar las filas de un grupo que ha perdido buena parte de su capacidad operativa, seg¨²n ha asegurado el experto en yihadismo en ?frica occidental, Bakary Sambe.