La UE frente a Trumputin
Rusia tiene inter¨¦s en dividir Europa; Trump lidera un proyecto con valores en las ant¨ªpodas de la Uni¨®n


La dimisi¨®n del consejero de Seguridad Nacional de EE UU, Michael Flynn, proyecta nuevas sombras sobre la relaci¨®n entre la Casa Blanca y el Kremlin. No es f¨¢cil descifrar c¨®mo ser¨¢ la interacci¨®n entre Mosc¨² y Washington en los pr¨®ximos a?os, pero es evidente que el nuevo estado de las cosas representa un grave desaf¨ªo para la UE. Es probable que los altos cargos de la Administraci¨®n Trump que desembarcan esta semana en Europa ¨Cprimero para una reuni¨®n de la OTAN y luego para la conferencia de seguridad de M¨²nich- buscar¨¢n tranquilizar a sus aliados. El propio presidente Trump ha suavizado recientemente sus posiciones previas con respecto a China o Jap¨®n. Es posible que lo haga con la UE tambi¨¦n. Pero la Uni¨®n tiene motivos de fondo para estar inquieta. Dos textos ilustran bien porque:
1. ¡°En la ra¨ªz de la paranoia con la que el Kremlin ve las relaciones internacionales se halla el tradicional e instintivo sentido de inseguridad ruso. Originalmente, era la inseguridad de un pac¨ªfico pueblo agr¨ªcola que intentaba vivir en vastas y expuestas llanuras en un entorno de fieros pueblos n¨®madas. A eso se sum¨®, en cuanto Rusia entr¨® en contacto con el econ¨®micamente avanzado Oeste, el temor a sociedades m¨¢s competentes, m¨¢s poderosas, m¨¢s organizadas. Pero este ¨²ltimo tipo de inseguridad afectaba a los gobernantes rusos m¨¢s que al pueblo; los gobernantes rusos siempre han sentido que su gobierno era arcaico en su forma y fr¨¢gil y artificial en sus fundaciones, incapaz de aguantar la comparaci¨®n o el contacto con los sistemas pol¨ªticos de Occidente. Por esta raz¨®n, siempre han temido la penetraci¨®n extranjera [..]. Y han aprendido a buscar la seguridad solo en una paciente pero letal lucha para la total destrucci¨®n del poder rival, nunca en compromisos y acuerdos con ¨¦l¡±.
2. ¡°No quiero justificar a Putin y la cleptocracia que representa. Pero, nosotros, el Occidente judeocristiano, de verdad deber¨ªamos observar su discurso sobre tradicionalismo ¨Cespecialmente la manera en que respalda las bases del nacionalismo ¨C. Y yo creo que la soberan¨ªa individual de un pa¨ªs es una cosa buena, una cosa fuerte. Creo que pa¨ªses fuertes y movimientos nacionalistas fuertes crean vecinos fuertes, y esos son realmente los cimientos que han construido Europa Occidental y Estados Unidos, y eso es lo que nos puede conducir adelante¡±.
El primero es un extracto del c¨¦lebre ¡®Largo telegrama¡¯ de George Kennan, diplom¨¢tico de EE UU en Mosc¨², del 22 de febrero de 1946. El segundo, un pasaje de un discurso de Steve Bannon ¨Cjefe de estrategia de la Casa Blanca-, v¨ªa Skype, ante una conferencia en el Vaticano, en junio de 2014.
Rusia tiene un inter¨¦s natural en dividir Europa. El proyecto pol¨ªtico que lideran Trump ¨C¡°el Brexit ser¨¢ una maravilla¡±- y Bannon se funda en conceptos de nacionalismo, proteccionismo y homogeneidad cultural que est¨¢n en las ant¨ªpodas de la UE. Y parecen considerar a Putin como un aliado clave en la lucha contra el terrorismo islamista. Un panorama inquietante para la UE.
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