El gobernador de Ad¨¦n pide ayuda a la UE y la ONU para la reconstrucci¨®n

¡°Necesitamos que vengan la UE y las agencias de la ONU. Ad¨¦n necesita ayuda para la reconstrucci¨®n¡±, declara Aidarus al Zubaidi, gobernador de esa provincia yemen¨ª y destacada figura del Movimiento Sure?o (secesionista). Con la guerra empantanada y Yemen dividido de facto entre un norte bajo control de los rebeldes Huthi y un sur apenas nominalmente fiel al Gobierno internacionalmente reconocido, Al Zubaidi (Dalea, 1967) busca que se acepte la ciudad de Ad¨¦n como capital provisional, sin ocultar que su aspiraci¨®n ¨²ltima es un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n para el sur.

El gobernador recuerda que ¡°la guerra ha destruido las principales infraestructuras: electricidad, agua, puerto, edificios del gobierno¡±. La guerra a la que se refiere, en un pa¨ªs sacudido por m¨²ltiples conflictos superpuestos, es la Batalla de Ad¨¦n que entre marzo y agosto de 2015 libraron las milicias locales para echar de la segunda ciudad de Yemen a los fieles al expresidente Ali Abdal¨¢ Saleh y sus aliados Huthi, cuyo acoso al presidente Abd Rabbo Mansur Hadi hizo que este huyera de la capital, San¨¢, a Ad¨¦n y pidiera ayuda ¨¢rabe, antes de refugiarse en Arabia Saud¨ª.

Riad, con el apoyo de Emiratos ?rabes Unidos y otros pa¨ªses ¨¢rabes, emprendi¨® entonces una campa?a militar para reinstaurar a Hadi en el Gobierno, que est¨¢ a punto de entrar en su tercer a?o. La ONU ha fracasado en sus intentos de frenar la guerra, que ha causado 10.000 muertos y llevado a Yemen al borde del colapso. La controvertida intervenci¨®n ha logrado confinar a los rebeldes en las regiones del norte donde tienen mayor base social, sin conseguir acabar con el conflicto. No obstante, el despliegue terrestre emirat¨ª ha permitido estabilizar Ad¨¦n y sus alrededores.

¡°Fue la Resistencia Popular del Sur, con las fuerzas del Golfo, quien derrot¨® a los Huthi y a Saleh [en el sur], no la gente de Hadi. El Gobierno de Hadi no tiene poder sobre el terreno¡±, precisa el gobernador en referencia a la milicia que respondi¨® al llamamiento de auxilio del presidente y que est¨¢ integrada en su mayor¨ªa por afines al Movimiento Sure?o (Al Hirak).

Al Zubaidi, militar de carrera, se distingui¨® como l¨ªder de la resistencia en su provincia natal, Dalea, al norte de Ad¨¦n. As¨ª que a pesar de su trayectoria secesionista, Hadi le nombr¨® gobernador en diciembre de 2015, despu¨¦s de que su predecesor muriera en un atentado del Estado Isl¨¢mico (ISIS). Desde entonces, ¨¦l mismo ha sobrevivido a cuatro intentos de asesinato, el ¨²ltimo de ellos el pasado julio atribuido a Al Qaeda en la Pen¨ªnsula Ar¨¢biga (AQPA, la franquicia m¨¢s peligrosa de Al Qaeda seg¨²n EE. UU.). Sin embargo, resta importancia a que la actual guerra haya beneficiado a esos grupos y pone el peso de la responsabilidad en Saleh.

¡°Ambos son fruto del sistema de seguridad de Saleh que cre¨® y financi¨® a los grupos [locales] que les apoyan¡±, asegura en una cafeter¨ªa de Abu Dhabi, donde se encuentra de visita. ¡°Ahora en el sur estamos luchando en dos frentes, la reconstrucci¨®n y contra el ISIS y AQPA¡±, subraya empe?ado en promover que ¡°la Resistencia del Sur es socio fiable en la lucha contra el terrorismo y [que] la comunidad internacional tiene que entender la situaci¨®n sobre el terreno¡±.

La situaci¨®n sobre el terreno es que los habitantes del sur (menos de un tercio de los 25 millones de yemen¨ªes, ya que la poblaci¨®n se concentra en las provincias del norte) aspiran a volver a ser un pa¨ªs independiente y han visto en la actual crisis una oportunidad para revertir la unificaci¨®n de 1990. No es un sue?o nuevo. Ya lo intentaron sin ¨¦xito en 1994, en un alzamiento en el que particip¨® el propio Al Zubaidi y que aplast¨® Saleh.

¡°Hay una brecha entre el norte y el sur de Yemen. Nuestra historia reciente y nuestra cultura son distintas. Estuvimos 129 a?os bajo la colonizaci¨®n brit¨¢nica y eso marc¨® impronta. En el norte a¨²n perdura el sistema tribal y la colonizaci¨®n turca no dej¨® instituciones¡±, explica para justificar su empe?o en la independencia. ¡°La crisis de Yemen no va a resolverse si no alcanzamos la autodeterminaci¨®n. Tiene que haber un refer¨¦ndum, la gente del sur tiene que poder elegir¡±, insiste una y otra vez.

Al Zubaidi sabe, porque se lo han dicho sus interlocutores europeos, que el contexto internacional no es favorable a la partici¨®n de Yemen. Adem¨¢s, el sur carece de instituciones e infraestructuras b¨¢sicas. Por eso se?ala que apoya el proceso pol¨ªtico y que son los Huthi y Saleh quienes se oponen a las propuestas de la ONU. Tambi¨¦n desestima el riesgo de una guerra civil entre los sure?os.

¡°Todo lo que necesitamos es que se cumplan los principios de la ONU, en los que se establece que toda naci¨®n tiene derecho a la autodeterminaci¨®n¡±, resume antes de pedir que la ONU y las embajadas extranjeras reconozcan Ad¨¦n como capital provisional de Yemen y se instalen all¨ª. ¡°Si se concede la autodeterminaci¨®n al sur, se acaba con la guerra en el norte¡±, defiende.