El Parlamento Europeo pide retirar los derechos de voto a Hungr¨ªa
Alemanes, italianos y espa?oles del PPE rechazan la resoluci¨®n de condena a Orb¨¢n
La figura de Viktor Orb¨¢n, el controvertido primer ministro h¨²ngaro, pone en aprietos al Partido Popular Europeo (PPE). El grupo parlamentario se dividi¨® en tres al votar el mi¨¦rcoles una resoluci¨®n para que la UE retire los derechos de voto a Hungr¨ªa por ¡°riesgo claro de violaci¨®n de los valores europeos¡±. El partido del l¨ªder h¨²ngaro, Fidesz, pertenece al PPE. La iniciativa del Parlamento Europeo sali¨® adelante con los votos de socialdem¨®cratas, liberales, izquierda minoritaria y verdes, pero tambi¨¦n con un tercio de los eurodiputados populares. El rechazo de los espa?oles del PP, de los alemanes de la CDU ¡ªel partido de Angela Merkel¡ª y de los italianos de Forza Italia decant¨® una mayor¨ªa del grupo hacia el respaldo a Orb¨¢n.
El populista Orb¨¢n ha acentuado los tintes autoritarios desde que lleg¨® al poder, en 2010. En sus mandatos se han aprobado leyes de control judicial, contra las minor¨ªas y medidas de persecuci¨®n a migrantes y refugiados. La Comisi¨®n Europea le ha abierto un procedimiento por una de sus ¨²ltimas andanadas: la aprobaci¨®n de una norma que aboca al cierre a la Central European University. La universidad, de gran prestigio, est¨¢ financiada por el multimillonario y fil¨¢ntropo George Soros, estadounidense nacido en Hungr¨ªa y denostado por Orb¨¢n.
Con ese largo expediente, la Euroc¨¢mara constata ¡°el grave deterioro del Estado de derecho, la democracia y los derechos fundamentales¡± en el pa¨ªs del Este y pide al Consejo Europeo que active la primera parte del art¨ªculo 7. Es el paso previo para despojar a Budapest de sus derechos de voto en la UE, el m¨¢ximo castigo que prev¨¦n los tratados cuando un pa¨ªs se aleja de la senda democr¨¢tica. El texto recibi¨® 393 votos a favor y 221 en contra (esencialmente, de un 43% del PPE que se uni¨® a partidos euroesc¨¦pticos como los tories brit¨¢nicos y xen¨®fobos como el Frente Nacional de Marine Le Pen). Hubo, adem¨¢s, 40 abstenciones.
Los diputados del Partido Popular Europeo, la formaci¨®n m¨¢s numerosa en la Euroc¨¢mara, mantuvieron un acalorado debate previo a la votaci¨®n. Pero la idea de infligir el m¨¢ximo castigo a Hungr¨ªa los dividi¨®. ¡°Compartimos al 100% las cr¨ªticas a Orb¨¢n. La discrepancia est¨¢ en el art¨ªculo 7, que nunca se ha aplicado en Europa. Tiene que existir proporcionalidad entre infracci¨®n y condena¡±, argumenta Esteban Gonz¨¢lez Pons, jefe de filas del PP en la Euroc¨¢mara y vicepresidente del grupo europeo. El eurodiputado subraya que ese instrumento no se ha empleado ¡ªla Comisi¨®n Europea a¨²n se reserva el derecho¡ª en el caso de Polonia, ¡°que es m¨¢s grave¡±.
Se?al pol¨ªtica
La anulaci¨®n de los derechos de voto de un pa¨ªs resulta casi imposible. Solo el Consejo Europeo, representativo de los Estados miembros, puede decidirla y requiere de un voto un¨¢nime previo ¡ªexcluido el pa¨ªs afectado¡ª para constatar ¡°la existencia de una violaci¨®n grave y persistente¡± de los valores europeos. Pese a las dificultades pr¨¢cticas, la resoluci¨®n parlamentaria env¨ªa una clara se?al pol¨ªtica ante los excesos de Orb¨¢n.
La Euroc¨¢mara cree que Hungr¨ªa representa una ¡°amenaza sist¨¦mica¡± y critica a la Comisi¨®n por no actuar de manera m¨¢s en¨¦rgica. Bruselas ¡°pasa por alto tendencias y pautas de actuaci¨®n¡± y opta por procedimientos de infracci¨®n que ¡°no han servido para producir cambios reales¡±, valora la resoluci¨®n.
Crecen las voces para excluir a Fidesz del partido europeo
Aunque nadie lo ha pedido formalmente, buena parte de los eurodiputados del Partido Popular Europeo ver¨ªa con buenos ojos la salida de Fidesz, la formaci¨®n que gobierna en Hungr¨ªa, seg¨²n fuentes parlamentarias. El rechazo a Orb¨¢n es un¨¢nime en la Plataforma C¨ªvica de Polonia, cuyo enemigo pol¨ªtico es el ultraconservador Ley y Justicia, que gobierna el pa¨ªs con tics autoritarios muy similares a los de Hungr¨ªa. Tambi¨¦n la mayor¨ªa de Los Republicanos franceses lo ven con desagrado. Por tradici¨®n pol¨ªtica, los conservadores de B¨¦lgica, Holanda, Luxemburgo y de los pa¨ªses n¨®rdicos rechazan al dirigente h¨²ngaro.
Frente a esas revueltas, la formaci¨®n alemana (la CDU de Angela Merkel) sostiene con fuerza a Orb¨¢n porque considera que la alternativa electoral (la abiertamente xen¨®foba Jobbik) ser¨ªa peor.
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