La brigada de limpieza ciudadana toma Hamburgo
Miles de vecinos salen a la calle con cubos y escobas para adecentar las v¨ªas tras las violentas protestas del G-20
Miles de vecinos de Hamburgo (Alemania) han salido a la calle el domingo y esta vez no era para protestar. Armados con cubos, trapos y escobas y en respuesta a una llamada en una red social, se han propuesto limpiar su ciudad despu¨¦s de tres d¨ªas de batalla campal entre polic¨ªas y grupos antisistema contrarios a la cumbre del G-20 celebrada aqu¨ª. Este domingo, en las soleadas calles de una ciudad por fin pacificada, la presencia de los integrantes de la brigada ciudadana de limpieza era omnipresente.
El ¨²ltimo balance de la polic¨ªa habla de 500 agentes heridos y 186 detenidos, la gran mayor¨ªa de forma temporal y despu¨¦s liberados. La violencia desatada en los m¨¢rgenes de la cumbre ha sorprendido a las autoridades y dej¨® por momentos fuera de juego a los 20.000 polic¨ªas desplegados que se vieron obligados a pedir refuerzos. La prensa alemana cuestiona con creciente intensidad si fue una buena idea celebrar la cumbre en el coraz¨®n de una ciudad considerada la meca del universo antisistema.
¡°Queremos que nuestra ciudad vuelva a ser bonita y mostrar al mundo que aqu¨ª no hay solo v¨¢ndalos¡±, dice Jana, una veterinaria de 27 a?os con los guantes de goma enfundados, que limpia en una zona pr¨®xima al recinto donde se celebr¨® la cumbre de los m¨¢s pa¨ªses m¨¢s industrializados y emergentes.
¡°Es horrible lo que ha pasado, que unos pocos enturbien la imagen de toda una ciudad¡±, interpreta Michael Haiden, un empelado de 50 a?os de una oficina bancaria que ofrece caf¨¦ y galletas a los voluntarios, a las puertas del metro en Schanzenviertel, escenario de los peores choques, en el que han ardido coches y algunos comercios han quedado totalmente destrozados. La canciller Angela Merkel, que ha invertido no poco capital pol¨ªtico en esta cumbre, ha prometido ayudas r¨¢pidas a los afectados. De momento, los propietarios de coches quemados tendr¨¢n acceso al transporte p¨²blico gratis.
La brigada de limpieza ciudadana ha nacido de un evento que convoc¨® una joven de 22 a?os en Facebook la noche del jueves mientras ve¨ªa por televisi¨®n c¨®mo la violencia destrozaba algunos barrios de su ciudad. Pens¨® que invitar a la gente a limpiar era una forma de responder. En los dos d¨ªas siguientes, la guerrilla urbana entre los llamados grupos aut¨®nomos, venidos de toda Europa y la polic¨ªa no hizo m¨¢s que aumentar. El domingo por la ma?ana miles de ciudadanos indignados sintieron la necesidad de responder a la llamada de la joven Rebecca Lunderup, dispuestos a limpiar la imagen de su ciudad.
¡°Me enfad¨¦ mucho mientras ve¨ªa la televisi¨®n. Me sent¨ªa impotente. Ahora veo que a la gente le pasaba lo mismo que a m¨ª y ha respondido porque necesitaban hacer algo, estaban frustrados¡±, explica la joven Lunderup (22 a?os), que calcula que unas 5.000 personas han respondido a su llamada. Esta t¨¦cnico de laboratorio ha congregado a los limpiadores a las cuatro de la tarde a las afueras de Hamburgo para agradecerles su participaci¨®n y el encuentro se ha convertido en un emotivo ejercicio de resurrecci¨®n de la autoestima colectiva. ¡°Nosotros somos Hamburgo, ellos [los manifestantes violentos] no¡±, gritaban al un¨ªsono antes de fundirse en un largu¨ªsimo aplauso.
"Bienvenidos al infierno"
Durante la semana que ha durado la cumbre se han celebrado unas 30 marchas, la gran mayor¨ªa pac¨ªficas. Pero fue a partir del jueves por la noche, cuando la manifestaci¨®n bautizada ¡°bienvenidos al infierno¡± desat¨® una escalada de violencia entre polic¨ªa y manifestantes. ¡°No estamos en contra de las protestas, pero no con violencia¡±, explica Leonie Lagemann, una limpiadora espont¨¢nea y estudiante de secundaria.
El alcalde de Hamburgo, Olaf Scholtz, ¡ªa quien ahora se le exigen responsabilidades pol¨ªticas¡ª?y las autoridades policiales comparecieron el domingo y reconocieron que m¨¢s de un a?o de preparativos para la cumbre no han sido suficientes para garantizar la seguridad.
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