Asaltado en su casa de Buenos Aires el Nobel de la Paz Adolfo P¨¦rez Esquivel
El argentino considera que el robo no fue por azar y lo relaciona a su militancia pol¨ªtica
El ¨²ltimo Nobel argentino, Adolfo P¨¦rez Esquivel, de 85 a?os y reconocido por su trabajo en defensa de los Derechos Humanos, sufri¨® el jueves por la tarde un robo en su casa de San Isidro, en las afueras de Buenos Aires. Dos ladrones ataron a P¨¦rez Esquivel y su familia y bajo amenazas se llevaron dinero en efectivo, joyas y las condecoraciones que el Nobel atesoraba en su vivienda. ¡°Eso fue lo que m¨¢s me preocup¨®. Eran placas y medallas de Jap¨®n, Estados Unidos, Bolivia, Rep¨²blica Dominicana. Sab¨ªan de lo que se trataba porque en todas leyeron mi nombre¡±, dijo P¨¦rez Esquivel en la puerta de su casa a la prensa.
Los detalles del asalto no fueron muy diferentes a las ¡°entraderas¡± urbanas, tan comunes en Buenos Aires. El nieto de P¨¦rez Esquivel, de 18 a?os, abri¨® el port¨®n del garaje de la casa para guardar su auto cuando dos personas que esperaban ocultas en la calle se metieron por detr¨¢s. Una vez dentro ataron al hombre y lo encerraron en una habitaci¨®n a la espera de que llegaran el Nobel de la Paz y su esposa. ¡°Esperaron a mi se?ora y la maniataron tambi¨¦n. Despu¨¦s se metieron en mi auto y me dijeron: ?¡®Qu¨¦dese tranquilo que tenemos de rehenes a su familia¡±, explic¨® P¨¦rez Esquivel. El bot¨ªn de los ladrones incluy¨® d¨®lares y euros destinado a pagar los gastos de los viajes internacionales que realiza P¨¦rez Esquivel, pero no la medalla del Nobel de la Paz que recibi¨® en 1980.
El Nobel, que hoy es el presidente de la Comisi¨®n Provincial de la Memoria, dijo que este robo no le pareci¨® casual. ¡°Esta gente actu¨® con mucha precisi¨®n, usaron guantes, no dejaron huella. Uno llevaba la cara tapada. No nos golpearon ni nos mostraron las armas, pero s¨ª dec¨ªan que estaban armados", cont¨®. Record¨® entonces que tuvo otro asalto hace pocos meses en una casa que tiene con su familia en Miramar, un balneario de verano a 470 kil¨®metros de la capital, y vincul¨® los ataques a su trabajo. P¨¦rez Esquivel es querellante en el caso del ¨²ltimo desparecido argentino, Santiago Maldonado, en una causa en la que defiende la hip¨®tesis de que el joven artesano fue v¨ªctima de la gendarmer¨ªa durante el desalojo de una protesta mapuche en la Patagonia.
¡°Est¨¢ lo de Maldonado, hay muchas cosas, estamos en una tensi¨®n muy fuerte en el pa¨ªs y nosotros l¨®gicamente estamos participando¡±, dijo. P¨¦rez Esquivel dijo que se siente ¡°indefenso¡±, sobre todo porque los temas en lo que trabaja son delicados. ¡°Est¨¢ el tema de Malvinas tambi¨¦n", agreg¨®, en referencia a un viaje que realiz¨® a las islas junto a otros activistas para pedir por la identificaci¨®n de los soldados argentinos enterrados sin nombre en el cementerio de guerra del archipi¨¦lago. La demanda del Nobel ya fue satisfecha tras un acuerdo entre Argentina y Reino Unido que autoriz¨® a la Cruz Roja a exhumar los cuerpos y realizar pruebas de ADN, un proceso que ha finalizado en su primera etapa.
P¨¦rez Esquivel es una figura de referencia en Argentina desde que recibi¨® el Nobel de la Paz en plena dictadura argentina. El jurado tuvo en cuenta su lucha por los derechos humanos en todo Am¨¦rica Latina, no s¨®lo en su pa¨ªs, una tarea que no abandon¨® nunca. De hecho, ha apoyado sin dudar los reclamos de la familia de Maldonado para que el joven aparezca con vida, y de ah¨ª la sospecha de P¨¦rez Esquivel de que el robo sea ¡°un mensaje¡± de sectores afectados. Desde la provincia de Buenos Aires, sin embargo, consideraron que no hay indicio alguno de que la elecci¨®n de la casa del Nobel no haya sido por puro azar. Desde la secretaria de Seguridad aclararon que la polic¨ªa no encontr¨® indicios de alg¨²n tipo de trabajo de inteligencia previo que haga suponer que no fue ¡°al voleo¡±, es decir, producto de las circunstancias del momento.
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