noticias del sismo del 19 de septiembre
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Por: Jacobo Garc¨ªa
Fotograf¨ªa: Alicia Fern¨¢ndez, Carlos Juica, H¨¦ctor Guerrero
La ciudad apocali?ptica que describi?a el escritor Carlos Monsiv¨¢is despierta una vez al an?o durante cada temporada de lluvia. Lo hace tambie?n perio?dicamente cuando tiembla, llega la gripe A, brama el Popo o lo hace todo a la vez.
El edificio en las calles Medell¨ªn y San Luis Potos¨ª en la ciudad de M¨¦xico colaps¨® 40 minutos despu¨¦s del temblor. Alicia Fern¨¢ndez
Edificio colapsado en Medell¨ªn y San Luis Potos¨ª. Alicia Fern¨¢ndez
Edificio colapsado en Medell¨ªn y San Luis Potos¨ª. Alicia Fern¨¢ndez
Edificio colapsado. Alicia Fern¨¢ndez
La tienda de ropa de segunda mano Goodbye Folk derrumbada en la calle Colima, colonia Roma. Alicia Fern¨¢ndez
Negocios afectados en la calle Colima, colonia Roma. Alicia Fern¨¢ndez
Es ahi?, en la desgracia, donde el mexicano se une, organiza y responde como un tita?n bien entrenado. Nada ma?s terminar de temblar la tierra el 19-S una legio?n de voluntarios y esponta?neos tomaron las calles para ayudar. Con picos, palas, sierras, guantes, cascos, agua...Lo que fuera.
Apenas habi?an pasado unos minutos del temblor cuando ya se habi?an organizado: uno atraveso? el coche para cortar el acceso, otro logro? una cuerda, otro ma?s acordono? el lugar. Los que podi?an movi?an piedras, cargaban cubetas o trepaban sobre los escombros buscando una voz, un grito. Se invento? un verbo: rescatear.
Habi?a gente removiendo escombros con la lengua entre los dientes. Un coraje amorfo y ace?falo con un objetivo; sacar al mayor nu?mero de vivos posibles. En pocas horas llegaron muchas galletas saladas y ningu?n rotomartillo (taladro), pero en el aire sobrevolaba una sensacio?n: ¡°De aqui? solo saldremos nosotros¡±.
No se? ustedes, pero vi levantar el pun?o con rabia.
J¨®venes se organizan para levantar escombros y tratar de salvar vidas. Carlos Juica
Brigadas de voluntarios surgieron por toda la ciudad. Carlos Juica
Cadena humana de voluntarios para sacar escombros. Carlos Juica
Un automovilista lleva a gente varada por la ausencia de transporte p¨²blico. Carlos Juica
La imagen del hotel Regis derrumbado, el caos en las calles, las portadas en los quioscos con las palabras "Horror y muerte", las torres de Tlatelolco o el estadio de b¨¦isbol. La historia sonora del terremoto de 1985 la escribio? Jacobo Zabludovsky gracias al tele?fono que ten¨ªa en su coche.
Pero la historia visual se relato? en blanco y negro a trave?s de lentes como la de Marco Antonio Cruz en La Jornada. ¡°Aquello fue una tragedia en el amplio sentido: habi?a morgues en distintas partes de la ciudad y nunca se supo la cifra real de vi?ctimas. Se tardo? dos an?os en recuperar la capital. En esta ocasio?n no ha pasado un mes y se puede decir que esta? plenamente recuperada¡±, nos ubica el autor de la histo?rica foto de la torre Nuevo Leo?n derrumbada. ¡°Es en Oaxaca o Morelos donde esta? el abandono¡±, recuerda.
El temblor del 19 de septiembre trajo a la memoria la tragedia que vivi¨® M¨¦xico en 1985. Carlos Juica
Cientos de personas desaparecieron tras el derrumbe de varios edificios. Carlos Juica
El escaparate de una tienda en el centro de la Ciudad de M¨¦xico tras el se¨ªsmo. Carlos Juica
Hasta el momento se han presentado 86 candidatos independientes para las elecciones presidenciales de julio del pro?ximo an?o. Pero el candidato con el que nadie contaba irrumpio? el 19-S. Una mezcla de entusiasmo, recursos y desprecio institucional emergio? el martes ma?s negro.
El silencio bajo los escombros es espeso y largo, dicen quienes ahi? estuvieron, pero fuera es vital y viral. La matanza de Tlatelolco en el 68, el sismo del 85, el del 19-S,... Con cada desgracia la capital demuestra que le queda estrecha la camisa.
Un terremoto de 7,1 en una de las ciudades ma?s pobladas del planeta esta? lleno de momentos colectivos heroicos y pequen?os milagros individuales. Yo vi dos.
En el primero, una sen?ora salio? viva de los escombros de la calle Medelli?n y la multitud comenzo? a aplaudir y llorar emocionada. En el segundo, una sen?ora de la tercera edad entro? mientras temblaba en una vecindad de la calle Jalapa y grito?: ¡°Todos fuera, ya¡±, al ver que el edificio de al lado podri?a derrumbarse en cualquier momento. Cuando los vecinos salieron los cristales cai?an como espadas sobre la banqueta, mientras ella se perdi?a en el caos y el olor a gas.
La noche despu¨¦s del temblor fue la ma?s negra y silenciosa, pero tambie?n la ma?s humana. Un mes despue?s hay ma?s gente que da las gracias y respeta las bicicletas. La desgracia tejio? una red solidaria que suaviza la espera frente a los escombros y anima las elecciones.
Miles de viviendas han quedado inhabitables tras sufrir da?os en su estructura. Carlos Juica
Un hombre en la colonia Condesa que se qued¨® sin vivienda. Carlos Juica
Objetos personales de una vivienda desalojada. Carlos Juica
Personas se organizan en la glorieta de Insurgentes, en el centro de la ciudad.H¨¦ctor Guerrero
Albergue temporal en la Ciudad de M¨¦xico.H¨¦ctor Guerrero
Miles de personas viven en viviendas da?adas. H¨¦ctor Guerrero
Ni?os corren por una calle del centro.H¨¦ctor Guerrero
Mural con mensajes de homenaje a los afectados por el sismo. H¨¦ctor Guerrero
Textos: Jacobo Garc¨ªa
Fotograf¨ªa: Alicia Fern¨¢ndez, Carlos Juica, H¨¦ctor Guerrero
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