noticias del sismo del 19 de septiembre
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Por: Jacobo Garc¨ªa
Fotograf¨ªa: Alicia Fern¨¢ndez, Carlos Juica, H¨¦ctor Guerrero
La ciudad apocali?ptica que describi?a el escritor Carlos Monsiv¨¢is despierta una vez al an?o durante cada temporada de lluvia. Lo hace tambie?n perio?dicamente cuando tiembla, llega la gripe A, brama el Popo o lo hace todo a la vez.
Es ahi?, en la desgracia, donde el mexicano se une, organiza y responde como un tita?n bien entrenado. Nada ma?s terminar de temblar la tierra el 19-S una legio?n de voluntarios y esponta?neos tomaron las calles para ayudar. Con picos, palas, sierras, guantes, cascos, agua...Lo que fuera.
Apenas habi?an pasado unos minutos del temblor cuando ya se habi?an organizado: uno atraveso? el coche para cortar el acceso, otro logro? una cuerda, otro ma?s acordono? el lugar. Los que podi?an movi?an piedras, cargaban cubetas o trepaban sobre los escombros buscando una voz, un grito. Se invento? un verbo: rescatear.
Habi?a gente removiendo escombros con la lengua entre los dientes. Un coraje amorfo y ace?falo con un objetivo; sacar al mayor nu?mero de vivos posibles. En pocas horas llegaron muchas galletas saladas y ningu?n rotomartillo (taladro), pero en el aire sobrevolaba una sensacio?n: ¡°De aqui? solo saldremos nosotros¡±.
No se? ustedes, pero vi levantar el pun?o con rabia.
La imagen del hotel Regis derrumbado, el caos en las calles, las portadas en los quioscos con las palabras "Horror y muerte", las torres de Tlatelolco o el estadio de b¨¦isbol. La historia sonora del terremoto de 1985 la escribio? Jacobo Zabludovsky gracias al tele?fono que ten¨ªa en su coche.
Pero la historia visual se relato? en blanco y negro a trave?s de lentes como la de Marco Antonio Cruz en La Jornada. ¡°Aquello fue una tragedia en el amplio sentido: habi?a morgues en distintas partes de la ciudad y nunca se supo la cifra real de vi?ctimas. Se tardo? dos an?os en recuperar la capital. En esta ocasio?n no ha pasado un mes y se puede decir que esta? plenamente recuperada¡±, nos ubica el autor de la histo?rica foto de la torre Nuevo Leo?n derrumbada. ¡°Es en Oaxaca o Morelos donde esta? el abandono¡±, recuerda.
Hasta el momento se han presentado 86 candidatos independientes para las elecciones presidenciales de julio del pro?ximo an?o. Pero el candidato con el que nadie contaba irrumpio? el 19-S. Una mezcla de entusiasmo, recursos y desprecio institucional emergio? el martes ma?s negro.
El silencio bajo los escombros es espeso y largo, dicen quienes ahi? estuvieron, pero fuera es vital y viral. La matanza de Tlatelolco en el 68, el sismo del 85, el del 19-S,... Con cada desgracia la capital demuestra que le queda estrecha la camisa.
Un terremoto de 7,1 en una de las ciudades ma?s pobladas del planeta esta? lleno de momentos colectivos heroicos y pequen?os milagros individuales. Yo vi dos.
En el primero, una sen?ora salio? viva de los escombros de la calle Medelli?n y la multitud comenzo? a aplaudir y llorar emocionada. En el segundo, una sen?ora de la tercera edad entro? mientras temblaba en una vecindad de la calle Jalapa y grito?: ¡°Todos fuera, ya¡±, al ver que el edificio de al lado podri?a derrumbarse en cualquier momento. Cuando los vecinos salieron los cristales cai?an como espadas sobre la banqueta, mientras ella se perdi?a en el caos y el olor a gas.
La noche despu¨¦s del temblor fue la ma?s negra y silenciosa, pero tambie?n la ma?s humana. Un mes despue?s hay ma?s gente que da las gracias y respeta las bicicletas. La desgracia tejio? una red solidaria que suaviza la espera frente a los escombros y anima las elecciones.
Textos: Jacobo Garc¨ªa
Fotograf¨ªa: Alicia Fern¨¢ndez, Carlos Juica, H¨¦ctor Guerrero
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