Ricardo Lagos: ¡°Esta es una derrota muy profunda que obliga a un repensar muy profundo¡±
El exmandatario de centroizquierda analiza la victoria de la derecha en las presidenciales de su pa¨ªs y los desaf¨ªos de su sector
El expresidente socialista Ricardo Lagos (Santiago, 1938) intent¨® regresar a La Moneda en la ¨²ltima campa?a chilena. Para algunos, era la figura que habr¨ªa impedido el quiebre entre el centro y la izquierda que contribuy¨® a sacar a Pinochet y a dos d¨¦cadas de gobiernos. Pero Lagos no tuvo ¨¦xito, en parte, porque los propios partidos oficialistas torpedearon su postulaci¨®n. Sobre todo el socialista, que en un proceso interno termin¨® d¨¢ndole vuelta la espalda al expresidente que gobern¨® Chile entre 2000 y 2006 y apostando por la candidatura del senador independiente Alejandro Guillier, sobre la base de su aparente buen desempe?o en las encuestas.
El domingo pasado, ocho meses despu¨¦s de anunciar que se retiraba de la carrera, su sector sufri¨® una hist¨®rica derrota. La derecha de Sebasti¨¢n Pi?era alcanz¨® un 54% de respaldo en las urnas, por primera vez en el pasado reciente de Chile demostr¨® que era capaz de elegir dos presidentes en una d¨¦cada y moviliz¨® como nunca antes a sus partidarios, con una fuerza que en la transici¨®n a la democracia le pertenec¨ªa al centroizquierda de la Concertaci¨®n. A Lagos, sin embargo, no se le ve precisamente aliviado por estar lejos del hurac¨¢n.
Pregunta. ?Qu¨¦ ocurri¨®?
Respuesta. Hoy la democracia en muchos lugares del mundo est¨¢ puesta en cuesti¨®n. Hay problemas en la relaci¨®n entre gobernantes y gobernados. No es la fluidez de ayer. Pero existe un segundo punto: el fen¨®meno de la globalizaci¨®n produce que unos se beneficien m¨¢s y otros se beneficien menos. En el mundo desarrollado, los sectores medios sienten que est¨¢n y¨¦ndose para abajo. Y en el mundo emergente ¨Cdonde estamos orgullosos de nuestro per c¨¢pita¨C sienten que ellos han hecho un gran esfuerzo, se han superado, pero que la sociedad no escucha sus nuevas demandas. El resultado que esas nuevas demandas corresponden a una transformaci¨®n muy profunda de la sociedad.
P. ?La derecha chilena supo interpretar mejor a las mayor¨ªas que el centroizquierda contribuy¨® a integrar a la modernidad?
R. Tal vez. O sea, claro, uno puede dar cuenta de otros hechos. Pero yo creo que tambi¨¦n lo que uno espera es que hayan coaliciones con capacidad de conducir y que se puedan autogobernar. Y precisamente en Chile no ha habido un autogobierno en unas con respecto de otras. En cambio, hemos visto una coalici¨®n de derecha homog¨¦nea como pocas veces en la historia.
P. ?La agenda transformadora de este Gobierno de Bachelet era lo que la ciudadan¨ªa anhelaba?
R. S¨ª claro, obviamente. La ciudadan¨ªa quiere acceso a la educaci¨®n, es su primera demanda. En Chile hay una cifra ins¨®lita: el 83% de los j¨®venes entre 18 y 24 a?os estudian en un centro de educaci¨®n post secundario, que tienen que pagar. Entonces, ah¨ª hay una demanda insatisfecha enorme.
"Todav¨ªa no es claro cu¨¢l es el liderazgo en el Frente Amplio"
P. Si los chilenos quer¨ªan cambios, ?por qu¨¦ gan¨® la derecha de Pi?era que no propone precisamente transformaciones estructurales?
R. Porque yo creo que uno podr¨ªa decir que una cosa es como usted quiere la transformaci¨®n y otra es c¨®mo la hace. No ser¨¦ yo el que empiece a decir c¨®mo se debieran haber hecho, porque despu¨¦s de la batalla somos todos generales. Pero obviamente que en la reforma tributaria hubo deficiencias. La educacional est¨¢ ah¨ª todav¨ªa sin poder salir del todo del Parlamento y, en consecuencia, la gente dice: ¡°Han pasado cuatro a?os y seguimos discutiendo¡±.
P. Sobre la derrota del oficialismo, ?d¨®nde estuvo el huevo de la serpiente: en la alianza pol¨ªtica oficialista de la Nueva Mayor¨ªa, en su divisi¨®n o en la candidatura?
R. Es una mezcla de aquello [Piensa y guarda silencio por un instante largo]. Podr¨ªa responder con una frase m¨ªa, que la dije en abril, cuando baj¨¦ mi candidatura: ¡°He puesto todo mi empe?o en llevar este mensaje a los chilenos. Pero debo admitir que en mi propio espacio pol¨ªtico, la centroizquierda, no se ha producido una convergencia en torno a este proyecto, seguramente porque no todos compartimos el mismo sentido de urgencia ante la amenaza de una dispersi¨®n estrat¨¦gica de las fuerzas progresistas y una ola de restauraci¨®n mercantilista y conservadora que puede durar muchos a?os¡±. Me quedar¨ªa con eso.
P. ?Ser¨¢ dif¨ªcil para el centroizquierda recuperar el poder?
R. Tengo que suponer que el pensamiento progresista tiene que aglutinarse de alguna u otra forma. Pero a lo mejor hay tambi¨¦n que definir qu¨¦ es ser progresista hoy d¨ªa. Estamos en presencia de un cambio de inmensa envergadura. Aprendimos en el siglo XX a responder las preguntas. Pero el problema es que en el siglo XXI nos cambiaron las preguntas y debemos encontrar las respuestas.
P. La derecha llegar¨¢ el poder por segunda vez en una d¨¦cada y Bachelet le entregar¨¢ el mando nuevamente a Pi?era. ?Es deber de un presidente trabajar por la sucesi¨®n??Bachelet lo hizo?
"No entiendo c¨®mo el domingo pasado no hablaron los que ten¨ªan que hablar"
R. No, no creo que sea un deber del presidente trabajar por la sucesi¨®n, sino por el bien del pa¨ªs. Y si lo hace bien, entonces a lo mejor puede tener el tema de la sucesi¨®n, aunque no necesariamente tiene que ser as¨ª.
P. La continuidad era especialmente importante para esta Administraci¨®n, dado su sello transformador¡
R. Tiene raz¨®n la presidenta cuando dice que buena parte de esas transformaciones ahora la derecha las hizo suyas [como abrirse a la gratuidad en educaci¨®n superior]. Creo que es importante.
P. Coincide entonces con esta lectura del Gobierno y de parte del oficialismo que luego del resultado del domingo hablan de una derrota electoral, pero no de una derrota pol¨ªtica¡
R. No, no, no. Las derrotas son derrotas. Esas sutilezas son buenas para una declaraci¨®n, pero no es real. Esta es una derrota muy profunda que obliga a un repensar muy profundo. Y claro, entiendo la frase tan manida que las derrotas no tienen due?os y que las victorias tienen muchos due?os. S¨¦ lo que es eso. Lo he vivido.
P. Guillier asumi¨® su responsabilidad pero ni los principales dirigentes que empujaron su candidatura ni el Gobierno han hecho una autocr¨ªtica. ?La considera necesaria?
R. Quiero hacer un recuerdo. ?Qu¨¦ pas¨® cuando perdi¨® el presidente Frei en 2009? El lleg¨® a reconocer su derrota, se iba a retirar del escenario y pidi¨® que lo acompa?¨¢ramos el presidente Patricio Aylwin y yo. Y yo habl¨¦ y dije con fuerza de que ten¨ªamos que tener confianza en que en el futuro ¨ªbamos a seguir juntos. Yo no entiendo c¨®mo el domingo pasado no hablaron los que ten¨ªan que hablar, pero esa es cuesti¨®n de cada uno.
P. ?Sigue confiando en la unidad? La alianza hist¨®rica entre el centro y la izquierda hoy en d¨ªa est¨¢ rota, no existe.
R. Me quedo con lo que dije en abril. Yo insinu¨¦ en que no hab¨ªa un sentido de urgencia ¨Cy parece que no lo hab¨ªa¨C y bueno, est¨¢ bien. Cada uno define sus cosas. No tengo m¨¢s comentarios. Tendr¨¢n que analizarlo los partidos pol¨ªticos. No es mi papel.
P. ?Qu¨¦ le parece el nacimiento del Frente Amplio?
"Aprendimos en el siglo XX a responder las preguntas. Pero el problema es que en el siglo XXI nos cambiaron las preguntas y debemos encontrar las respuestas"
R. No quisiera decir que es demasiado pronto para analizar. Pero s¨ª plantear un asunto: ellos tienen ahora una responsabilidad distinta. Van a tener una bancada que incide en el Parlamento de Chile, entonces habr¨¢ que analizarlo a partir de eso. Yo tiendo a simpatizar mucho con lo que plantea el alcalde de Valpara¨ªso, Jorge Sharp [del Frente Amplio], desde el punto de vista de las respuestas que ¨¦l tiene. A lo mejor esas coincidencias es producto de que ¨¦l est¨¢ en el ejercicio de la administraci¨®n de una comuna tan importante como Valpara¨ªso.
P. El Frente Amplio tiene un discurso cr¨ªtico hacia la transici¨®n que parece haber penetrado en la sociedad y en el propio oficialismo. ?Lo considera justo??hab¨ªa razones para avergonzarse de la Concertaci¨®n?
R. Es tema de otro an¨¢lisis, para otra entrevista. Es un tema m¨¢s profundo, m¨¢s largo. No se puede decir s¨ª o no. Yo tengo mi opini¨®n propia, por supuesto.
P. Es una coalici¨®n cercana al Podemos espa?ol, que intenta reemplazar al centroizquierda.
R. Hay una gran diferencia con Podemos, que naci¨® con dos liderazgos, lucharon entre ellos y al final se impuso uno solo. Todav¨ªa no es claro cu¨¢l es el liderazgo en el Frente Amplio.
"En la reforma tributaria hubo deficiencias. La educacional est¨¢ ah¨ª todav¨ªa sin poder salir del todo del Parlamento"
P. ?Tiene responsabilidad el centroizquierda en Chile en el nacimiento de esta fuerza emergente??Qu¨¦ se hizo mal o se abandon¨®?
R. Lo normal es que hay muchas cosas que son emergentes. Marco Enr¨ªquez- Ominami fue emergente tambi¨¦n, 10 a?os atr¨¢s. La pol¨ªtica no es algo homog¨¦neo, siempre hay elementos distintos. Ahora, ?cu¨¢l de esos afincan en un momento dado o no? Es complejo.
P. Usted cree, entonces, que falta todav¨ªa para evaluar la profundidad del fen¨®meno.
R. Claro, por supuesto. El fen¨®meno acaba de ocurrir.
P. Pero su candidata presidencial Beatriz S¨¢nchez alcanz¨® el 20% y lograron elegir una bancada de 20 diputados y 1 senador.
R. Claro, pero hay que ver c¨®mo se comportan, porque hemos visto que hay muchas respuestas distintas. Ellos mismos no fueron capaces de tener una definici¨®n sobre el tema presidencial [con miras a la segunda vuelta]. Fueron declaraciones de a gota, que sal¨ªan de aqu¨ª y de all¨¢. Me parece muy leg¨ªtimo que no tengan una definici¨®n, fueron muy respetuosos desde el punto de vista de decir que no eran due?os de los votos. Una postura totalmente leg¨ªtima. Pero habr¨¢ que ver. Es muy temprano para pronunciarse.
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