Encerrados en el s¨®tano para no morir bajo las bombas de El Asad
Al menos 310 personas han muerto desde el domingo por la ofensiva del r¨¦gimen sirio sobre Guta
¡°Hemos recibido [este mi¨¦rcoles] 12 cuerpos y m¨¢s de 150 heridos en lo que va de d¨ªa¡±, grita al tel¨¦fono la pediatra Wissam y directora de un hospital en la Guta Oriental, a escasos kil¨®metros al noreste de Damasco. Un sonoro estruendo interrumpe la conversaci¨®n. Una bomba acaba de sacudir los cimientos del hospital que dirige. Tras recuperar la comunicaci¨®n, la doctora asegura que no ha habido heridos. ¡°Toda Guta est¨¢ encerrada en sus s¨®tanos y refugios, y aun as¨ª siguen llegando los heridos¡±, cuenta en un relato que recuerda a la ofensiva sufrida por la Alepo oriental en 2016. El balance humano de la embestida de la aviaci¨®n siria asciende a 310 civiles muertos (entre ellos 71 menores y 42 mujeres) y m¨¢s de 1.500 heridos desde el pasado domingo, seg¨²n el recuento que hace el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
Esta se ha convertido en la rutina diaria para los cerca de un centenar de trabajadores m¨¦dicos que a¨²n operan en estos suburbios de Damasco. Seis de ellos han perdido la vida y catorce centros m¨¦dicos han sido da?ados. En lo que va de semana, la aviaci¨®n del r¨¦gimen sirio ha realizado m¨¢s de 3.000 ataques en los 97 kil¨®metros cuadrados sobre los que se extiende Guta Oriental. ¡°En los cinco a?os de cerco, jam¨¢s hemos vivido semejante intensidad de bombardeos¡±, asegura la doctora Wissam.
El Ej¨¦rcito sirio ha emprendido lo que parece el asalto final de una barriada que se signific¨® desde el inicio de la guerra en 2011 y que ahora resiste bajo las bombas. All¨ª cogieron tracci¨®n las primeras protestas pac¨ªficas, que fueron reprimidas y derivaron en una guerra abierta. Uno de los episodios m¨¢s cruentos ocurri¨® precisamente all¨ª. En 2013 sufri¨® el peor ataque qu¨ªmico perpetrado en Siria, que dej¨® alrededor de 1.400 cad¨¢veres. La que anta?o fuera conocida como el granero de Damasco por sus f¨¦rtiles tierras de cultivo e industrias l¨¢cteas se ha convertido en el mayor cerco del pa¨ªs. Hoy sus gentes no pueden hacer frente a los prohibitivos precios de los escasos productos que entran en la zona. El que fuera hogar de cerca de dos millones de habitantes, tan solo alberga ya a 400.000 almas, seg¨²n cifras de la ONU. La localidad de Duma es la m¨¢s poblada con cerca de 120.000 vecinos sepultados en la actualidad bajo tierra para preservar la vida.
El tal¨®n de Aquiles de Damasco
¡°En Duma tuvieron lugar las primeras manifestaciones del pa¨ªs y el r¨¦gimen respondi¨® con mucha violencia al ver que sus habitantes se hac¨ªan r¨¢pidamente con las instituciones locales¡±, cuenta desde Edimburgo el especialista belga Thomas Pierret. ¡°Se trata de una regi¨®n de modestos comerciantes y agricultores, sun¨ªes conservadores tradicionalmente distanciados del Gobierno y del partido Baaz¡±, acota.
Desesperada situaci¨®n para los heridos y enfermos cr¨®nicos de la Guta Oriental
Tanto la Cruz Roja, M¨¦dicos Sin Fronteras como la ONU han llamado? a un cese inmediato de los bombardeos que permita evacuar a los 765 heridos cr¨ªticos y distribuir ayuda humanitaria y suministros m¨¦dicos en la Guta Oriental. "La situaci¨®n m¨¢s urgente ahora es la escasez de suministros m¨¦dicos", dice en una conversaci¨®n telef¨®nica Ingy Sedky, portavoz del Comit¨¦ Internacional la Cruz Roja en Siria (CICR). La semana pasada un convoy conjunto de la ONU y la Media Luna Roja Siria fue el primero en entrar en la Guta Oriental en 80 d¨ªas, y tan solo logr¨® distribuir v¨ªveres a unos 7.000 de los 400.000 cercados. Las tropas regulares sirias intensificaron el asedio impuesto desde 2013 el pasado mes de agosto al destruir el pu?ado de t¨²neles cavados por los insurrectos. Estos supon¨ªan la ¨²nica entrada de productos en Guta Oriental.
Ya anteriormente, el Gobierno sirio hab¨ªa cerrado el cruce de Wafidin, bautizado como el paso del mill¨®n, y ¨²nica entrada terrestre en 2014 a la asediada Guta. El doble reten leal-insurrecto se hac¨ªa con hasta un mill¨®n de liras sirias por hora (5.000 euros al cambio de entonces) en sobornos. Por lo que los milicianos optaron por cavar t¨²neles a trav¨¦s de los cuales aprovisionarse en armas y de paso engordar sus arcas gravando a los civiles con el contrabando de tanto alimentos como medicamentos.
"Tengo un contrabandista a trav¨¦s del que env¨ªo el tratamiento de c¨¢ncer a mi hermana en Duma", contaba meses atr¨¢s Hamida H., refugiada siria al este de L¨ªbano. Con Guta totalmente sellada, la inanici¨®n y el deterioro de la salud de los enfermos cr¨®nicos amenazan con disparar el n¨²mero de v¨ªctimas mortales. "La ¨²nica onc¨®loga que queda en Guta Oriental no dispone de tratamientos para los 650 casos de c¨¢ncer que trata de los 1.200 identificados", dice al aparato y desde los Emiratos ?rabes el doctor Jad, de la uni¨®n de m¨¦dicos UOSSM. "Tres pacientes, entre ellos dos ni?os, han muerto en las ¨²ltimas 48 horas por falta de tratamiento", apostilla.
Apenas transcurrido un mes y medio de las primeras manifestaciones, en mayo de 2011 la mujabarat (servicios de inteligencia, en ¨¢rabe) ya se hab¨ªan desplegado en las calles de Duma. Un trayecto de apenas 20 minutos en autob¨²s separa el centro de Damasco con el de esta ciudad. El ej¨¦rcito hab¨ªa desplegado hasta 10 retenes en la carretera: una estampa entonces inusual en un pa¨ªs donde la estabilidad y la seguridad conformaban los pilares del r¨¦gimen. La plaza central de Duma ofrec¨ªa un dantesco escenario. La comisaria central, a escasos metros de la mezquita m¨¢s importante de la ciudad, escup¨ªa columnas de humo. Hombres vestidos de civil y armados con ametralladoras cortas hab¨ªan sido desplegados por las esquinas y eran observados por silenciosos grupos de vecinos parapetados en los caf¨¦s. ¡°Ahora solo ves charcos de sangre y casquillos, pero ayer hab¨ªa docenas de cuerpos tirados en el suelo¡±, murmuraba entonces una vecina que se apeaba apresuradamente del autob¨²s. Seis a?os de bombardeos han reducido el centro de la ciudad a la horizontal.
¡°En Duma hay muchas armas porque todos los campesinos tienen una en casa. Esperamos [en referencia a un grupo de sheijs o jeques locales] poder frenar esto a tiempo para que no llegue a un conflicto armado. Si no, no habr¨¢ vuelta atr¨¢s¡±, fueron las premonitorias palabras en Damasco del Sheij Mouaz el Jatib, quien en los a?os noventa presidiera el rezo de los viernes en la Mezquita Omeya de Damasco y m¨¢s tarde la Coalici¨®n Nacional Siria de oposici¨®n. Hoy los rebeldes del Ej¨¦rcito Libre Sirio han sido reemplazados por un pu?ado de facciones que se atrincheran entre los civiles y protagonizan luchas intestinas por el control de la zona. Y las protestas ciudadanas enterradas por una contienda hoy en manos de las potencias regionales e internacionales.
Debido a su proximidad con Damasco, Guta Oriental se convirti¨® muy pronto en el tal¨®n de Aquiles del Gobierno de El Asad. En 2012, los insurrectos realizaron ataques en el centro de la capital matando a cuatro pesos pesados del r¨¦gimen. ¡°Si ca¨ªa Damasco, ca¨ªa El Asad¡±, coreaban los expertos. En 2013, las tropas sirias lograron cercar esta barriada sin por ello frenar los ataques diarios de morteros provenientes de Guta Oriental que este mi¨¦rcoles han dejado 15 muertos y 70 heridos en Damasco capital. Miles de efectivos de los cuerpos de elite de las tropas sirias se aprestan a lanzar una ofensiva final. A diferencia del resto de focos b¨¦licos abiertos en el pa¨ªs, la Guta Oriental est¨¢ aislada sin frontera alguna que de acceso a los pa¨ªses vecinos. All¨ª se libra una de las ¨²ltimas batallas intr¨ªnsecas a la guerra siria, donde no hay yacimientos de crudo ni los actores regionales e internacionales tienen efectivos o intereses en juego.
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