Las sombras de Malta sobre el asesinato de Daphne Caruana Galizia

Como cada d¨ªa, Ann Demarco, de 58 a?os, acude con una mochila a una de las calles m¨¢s c¨¦ntricas y tur¨ªsticas de La Valeta, la capital de Malta. La abre, saca una vela y unos peque?os carteles y los va colocando con cuidado a los pies de tres estatuas. Ese monumento recuerda a las v¨ªctimas del brutal asedio otomano que soport¨® la isla en 1565. Pero lo que ella y otras activistas pretenden que no se olvide, turn¨¢ndose para poner flores y mensajes, es algo mucho m¨¢s reciente y todav¨ªa irresuelto, el asesinato con un coche bomba de la periodista de investigaci¨®n Daphne Caruana Galizia el 16 de octubre de 2017.

Demarco lleva repuestos en la bolsa, m¨¢s velas y m¨¢s carteles donde se lee: ¡°Una periodista asesinada: no hay justicia¡±. Lo hace porque sabe que los mensajes durar¨¢n ah¨ª expuestos solo unas horas, a veces ni eso. Si no lo quita alg¨²n ciudadano por su cuenta, lo eliminan los servicios de limpieza de madrugada. Todos los d¨ªas. Demarco forma parte de Occupy Justice, un peque?o grupo de protesta integrado por una veintena de mujeres que surgi¨® poco despu¨¦s del atentado. ¡°No podemos volver a la normalidad como si nada hubiera pasado¡±, dice Demarco.

Caruana Galizia ten¨ªa 53 a?os cuando la mataron y era la periodista m¨¢s conocida del pa¨ªs m¨¢s peque?o de la UE, de 475.000 habitantes. Con su estilo incisivo, en ocasiones burl¨®n, sacaba a la luz esc¨¢ndalos de corrupci¨®n que afectaban a empresarios y pol¨ªticos en el Gobierno y en la oposici¨®n en su blog Running Commentary. Era una voz inc¨®moda y potente, y sigui¨® si¨¦ndolo pese a las amenazas que hab¨ªa recibido. Su asesinato caus¨® un enorme estupor y alarma en una Europa que se supone segura para informar. Y tambi¨¦n llam¨® la atenci¨®n del Parlamento Europeo y otras instituciones sobre las graves deficiencias del Estado de Derecho en la isla. Empezando por las sombras que rodean la investigaci¨®n de su muerte, llena de preguntas que cuestionan el funcionamiento de la polic¨ªa, los jueces y la separaci¨®n de poderes en Malta.

Un coche de polic¨ªa vigila la entrada a la casa de Daphne Caruana Galizia. Est¨¢ en una zona rural a media hora en coche de La Valeta, rodeada de olivos. En el sal¨®n hay un par de retratos de Daphne, montones de revistas y fotos familiares. Matthew, su hijo mayor, de 32 a?os, oy¨® la explosi¨®n desde la mesa del comedor. Escuch¨® la m¨²sica del coche de su madre mientras se alejaba y unos minutos m¨¢s tarde, la bomba. Sali¨® corriendo descalzo, y dice que tuvo claro de qu¨¦ se trataba al instante. Habla un espa?ol fluido, que aprendi¨® en Costa Rica, donde se form¨® como periodista. ¡°Ha pasado casi un a?o y medio del asesinato y todav¨ªa no tenemos ni idea de qui¨¦n est¨¢ detr¨¢s [del atentado], y la polic¨ªa tampoco lo sabe. Desde fuera, parece que tampoco est¨¢n haciendo mucho esfuerzo para descubrirlo¡±, denuncia.

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Por ahora hay tres acusados de ser los autores materiales, delincuentes comunes, pero no qui¨¦n lo orden¨®. ?l y su familia creen que es ¡°muy probable que quien est¨¢ detr¨¢s del asesinato tenga v¨ªnculos con el Gobierno de Malta o trabaje en ¨¦l¡±, dice, y asegura que la polic¨ªa no ha interrogado a ninguno de los miembros del Ejecutivo laborista de Joseph Muscat a los que la periodista se?alaba por corrupci¨®n en su blog, incluido un ministro que fue visto en un bar con uno de los sospechosos despu¨¦s de la explosi¨®n. Tambi¨¦n pide que se abra ya una investigaci¨®n p¨²blica -distinta de la policial, una comisi¨®n que tiene que autorizar el Gobierno- que determine las circunstancias en que se produjo el asesinato y si el Estado pudo haberlo evitado.

¡°Algunos colegas hab¨ªan hecho sonar la alarma respecto a Malta, pero por desgracia creo que nadie era consciente del alcance de los problemas hasta el asesinato de Daphne Caruana Galizia¡±, explica por tel¨¦fono la eurodiputada holandesa liberal Sophia in¡¯t Veld. El Parlamento Europeo va a someter al Pleno, a finales de marzo, un proyecto de resoluci¨®n en el que respalda la petici¨®n de la familia de que se abra de inmediato una investigaci¨®n p¨²blica sobre el asesinato y lanza un duro mensaje pol¨ªtico a Malta. In¡¯t Veld encabez¨® la segunda misi¨®n de eurodiputados que viaj¨® a la isla para seguir de cerca la investigaci¨®n del asesinato y situaci¨®n del Estado de Derecho. All¨ª se reunieron con autoridades, periodistas y ONG. A la vuelta, publicaron un informe demoledor, que es la base del borrador de resoluci¨®n. Adem¨¢s de que todav¨ªa no se sabe qui¨¦n fue el cerebro del atentado, In¡¯t Veld critica que ¡°las autoridades maltesas no est¨¢n usando todos los recursos a su alcance [para investigar el asesinato]¡±. ¡°Por ejemplo, dicen que han solicitado a Alemania la informaci¨®n obtenida del ordenador de Caruana Galizia, pero la polic¨ªa alemana no ha recibido ninguna petici¨®n oficial¡±.

Pero hay m¨¢s aspectos que preocupan en Estrasburgo. ¡°Vemos corrupci¨®n, venta de pasaportes, lavado de dinero, conflictos de inter¨¦s¡­Un mont¨®n de actividad ilegal, sospechosa y turbia conectada de alg¨²n modo con c¨ªrculos gubernamentales¡±, afirma In¡¯t Veld. En el borrador de resoluci¨®n se pide al Gobierno que abra una investigaci¨®n sobre los v¨ªnculos del jefe de Gabinete y el ministro de Turismo con una empresa en Dub¨¢i, 17 Black, un posible caso de corrupci¨®n que Caruana Galizia empez¨® a investigar y que tras su asesinato prosigui¨® Reuters con otros medios, dentro de un grupo llamado Daphne Project que contin¨²a con los casos en los que ella trabajaba.

El Gobierno de Malta asegura, a trav¨¦s de un portavoz y por correo electr¨®nico, que abrir¨¢ una investigaci¨®n p¨²blica sobre el asesinato de la periodista cuando concluya la criminal que est¨¢ en marcha para no perjudicarla, y no ahora, como pide el Parlamento Europeo en su proyecto de resoluci¨®n y la familia. Tambi¨¦n especifica que la polic¨ªa ya est¨¢ investigando la empresa de Dub¨¢i 17 Black, aunque no aclara si est¨¢n examinando los v¨ªnculos con miembros del Gobierno.

El Parlamento Europeo, que financia un proyecto en el que se incluye este reportaje, tambi¨¦n pide a Malta en su borrador de resoluci¨®n que elimine su controvertido programa de inversiones a cambio de ciudadan¨ªa, con el que es posible conseguir el pasaporte a cambio de dinero, lo que abre la puerta de toda Europa a ¡°todo tipo de personajes oscuros¡±, critica In¡¯ Veld. Considera ¡°inmoral¡± que ¡°los Estados est¨¦n haciendo de Europa una fortaleza, devolviendo a Libia a gente en el Mediterr¨¢neo, pero si eres un delincuente ruso con dinero puedes comprar la ciudadan¨ªa europea¡±.

El poder de Estrasburgo para actuar cuando observa situaciones como la de Malta es limitado, reconoce In¡¯Veld. ¡°No tenemos todo el poder que necesitamos, pero podemos mantener la presi¨®n¡±, afirma. ¡°Es esencial que creemos un sistema de controles a nivel europeo, un mecanismo que eval¨²e cada a?o la situaci¨®n de la democracia, los derechos fundamentales y el Estado de derecho en cada Estado¡±.

Campa?a de odio

Toda esa atenci¨®n europea hacia Malta, los homenajes a Daphne Caruana Galizia en Estrasburgo, donde la sala de prensa del Parlamento lleva su nombre, contrasta con el acoso que denuncian quienes piden que se esclarezca el caso y luchan contra la corrupci¨®n en la isla. Tanto Occupy Justice como Il Kenniesa, una peque?a organizaci¨®n juvenil, act¨²an como grupos de protesta para mantener viva la memoria de la periodista y pedir justicia. Organizan vigilias, actos de presi¨®n y llevan flores y velas al monumento frente a los juzgados. Ambos grupos critican una campa?a de odio contra la memoria de la periodista y acoso contra quienes la defienden en redes sociales o en la calle.

Aunque se saben minoritarios, estos activistas creen tener el apoyo silencioso de muchas personas que no se atreven a dar la cara, en un pa¨ªs muy peque?o, en el que todo el mundo se conoce y donde hay una enorme polarizaci¨®n pol¨ªtica. ¡°La convirtieron en un chivo expiatorio, en alguien de quien re¨ªrse porque si desacreditas a la periodista, luego es muy f¨¢cil decir que todo lo que escrib¨ªa era mentira¡±, explica Pia Zammit, de Occupy Justice y Republika. Caruana era muy cr¨ªtica con el partido del Gobierno y con el propio Ejecutivo, al que salpicaban varios esc¨¢ndalos que ella hab¨ªa publicado. Cuando fue asesinada, ten¨ªa 46 demandas por difamaci¨®n de las que ahora tendr¨¢n que defenderse sus hijos, porque en Malta se heredan. Una de ellas la puso el primer ministro, y a¨²n hoy se niega a retirarla a menos que la familia diga que Caruana estaba equivocada respecto a lo que public¨®: que su esposa ten¨ªa una compa?¨ªa en un para¨ªso fiscal. El portavoz del Gobierno asegura que una investigaci¨®n oficial ha desestimado las acusaciones que lanz¨® la periodista (aunque el Ejecutivo no ha publicado el resultado completo de las pesquisas) y que el primer ministro "tiene derecho a limpiar su nombre y el de su familia".

La batalla de las flores y las velas es un s¨ªntoma de esa atm¨®sfera t¨®xica. Los activistas aseguran que fue el propio ministro de Justicia el que orden¨® a los servicios de limpieza retirar cada d¨ªa los peque?os carteles en recuerdo de Caruana Galizia, y explican que eso dio alas a algunas personas para hacerlo tambi¨¦n. ¡°Adem¨¢s, nos insultan, nos gritan¡­A mi mujer incluso la golpearon¡±, cuenta Manuel Delia, un conocido bloguero que est¨¢ en esos grupos y acaba de fundar Republika, una ONG que pretende articular un movimiento m¨¢s amplio para luchar por el Estado de Derecho en Malta. El Gobierno tiene una visi¨®n muy distinta: seg¨²n un portavoz el problema es que las velas y carteles est¨¢n en el monumento dedicado al Gran Sitio de Malta, ¡°lo que ha causado una gran ofensa a mucha gente y ellos mismos los han retirado¡±. Adem¨¢s, afirma que el Gobierno no est¨¢ en contra de un monumento que recuerde a Caruana Galizia, pero ¡°es necesario obtener los permisos legales y seguir los procedimientos para ello¡±. Y remacha: ¡°para que reine el Estado de derecho, hay que cumplir la ley¡±.

El hijo de la periodista observa la situaci¨®n con tristeza. ¡°Todo esto dice mucho de la actitud del Gobierno, del Estado: quieren que la gente se olvide de mi mam¨¢ y de que todav¨ªa no sabemos qui¨¦n est¨¢ detr¨¢s del asesinato¡±.

Horas despu¨¦s, bajo el monumento del Gran Sitio de Malta no hay ni rastro de los carteles y las velas. Hasta que, al d¨ªa siguiente, alguien los vuelva a colocar.