Levedad, rapidez, visibilidad... Lecciones de Italo Calvino para la UE de este milenio
La declinante participaci¨®n en las elecciones europeas y el auge de los nacionalismos apunta a la necesidad de hallar nuevas ideas. Para ello, quiz¨¢s la pol¨ªtica debe buscar en nuevos lugares
Quedan tres semanas para que unos 350 millones de europeos sean convocados a las urnas para elegir el nuevo Parlamento com¨²n. Partidos de toda Europa afilan sus armas electorales. El cuadro en que esta convocatoria se produce no es halagador para los sostenedores del sue?o de integraci¨®n europea. Cuatro d¨¦cadas de constante ca¨ªda de la participaci¨®n (pese al incremento de las competencias de la Euroc¨¢mara) y a?os de subida del apoyo a las formaciones que abogan por un repliegue nacionalista dibujan un sombr¨ªo escenario.
En paralelo, se desenvuelve una gran metamorfosis del panorama pol¨ªtico, con el colapso de los partidos tradicionales (n¨®tese como en Espa?a acaba de ganar una formaci¨®n hist¨®rica como el PSOE, pero con un apoyo equivalente al de la derrota que hizo dimitir a Rubalcaba en 2011, y que la suma de sus votos con el PP es la m¨¢s baja de siempre, un 45%).
En este panorama, parece obvio que los partidos europe¨ªstas (y los tradicionales) deben ir en b¨²squeda de ideas radicalmente nuevas. En una interesante entrevista concedida a este diario, el fil¨®sofo alem¨¢n Markus Gabriel llamaba a sus colegas a un activismo intelectual paneuropeo, a plasmar una filosof¨ªa europea que aspire no solo a diagnosticar, sino a reparar. Quiz¨¢, del otro lado, los pol¨ªticos tambi¨¦n deben ir m¨¢s en b¨²squeda de ideas fuera de los caladeros tradicionales de politolog¨ªa, econom¨ªa, sociolog¨ªa. Atreverse a pensar fuera de los esquemas. Escuchar a los fil¨®sofos. Tambi¨¦n a poetas, novelistas, artistas. Quiz¨¢ encuentren ese vuelo que desde luego la ciudadan¨ªa no ve en ellos, seg¨²n el irrefutable epitafio de las urnas.
Las sendas de inspiraci¨®n pueden estar por doquier. Las propuestas para un nuevo milenio de Italo Calvino, formuladas en 1985, quiz¨¢ sirvan de ejemplo. Fueron concebidas como un ciclo de conferencias literarias para la universidad de Harvard. Pero, en contraluz, el que quiera, entrev¨¦ senderos intelectuales chispeantes que iluminan toda clase de camino, no solo el literario. Incluido la Uni¨®n Europea del nuevo milenio.
Otros art¨ªculos de la serie 'La br¨²jula europea'
Calvino enuclea en ellas valores literarios que considera fundamentales para el milenio que se aproximaba: ¡®levedad¡¯, ¡®rapidez¡¯, ¡®exactitud¡¯, ¡®visibilidad¡¯, ¡®multiplicidad¡¯. Su visi¨®n es extraordinariamente actual y seductora. Calvino no descalifica los valores de los conceptos antit¨¦ticos y explica porque prefiri¨® estos. ?Sugieren algo para la pol¨ªtica europea de este siglo? Quiz¨¢s. Sigue un modesto y muy sint¨¦tico intento de mostrar como la agudeza de la mirada de un tit¨¢n europeo abre autov¨ªas de pensamiento en otro tiempo y otro espacio.
Levedad
Ante la sensaci¨®n de un mundo que se petrificaba, Calvino explica que opt¨® por la levedad como ant¨ªdoto en su literatura. No es ligereza, mucho menos frivolidad. Es restar peso. Evitar que el peso aplaste. Es agilidad del pensamiento y emocional. ¡°Hay que ser ligero como el ave, no como la pluma¡±, advierte, citando a Paul Val¨¦ry. Poder o hacer volar, no ir con el viento (Cabe preguntarse si el abrupto giro de Casado es de ave o pluma¡).
Este concepto de Calvino apunta a un lugar interesante en la pol¨ªtica actual. Las fuerzas nacionalistas ¨Cque por la dureza de sus planteamientos se puede tener la tentaci¨®n de identificar con el concepto antit¨¦tico a la levedad: el peso- han logrado una fuerte activaci¨®n emocional en muchos ciudadanos. Adoptan una ret¨®rica vibrante, esgrimen conceptos simples y directos que tocan fibras profundas. Una respuesta puramente racional a sus argumentos a menudo no logra cortocircuitar es bucle emocional. Quiz¨¢ la respuesta es el ave de Calvino/Val¨¦ry, dar con los acordes dialecticos emocionales que hagan volar. El ascenso de Obama tuvo mucho a que ver con esa capacidad inspirativa.
Rapidez
Si para encarar un mundo que se petrifica Calvino opta por la levedad, ante una vida cada vez m¨¢s veloz, abraza¡ la rapidez. En una ¨¦poca en la que incluso personas cultas y acostumbradas a profundizar raramente mantienen su concentraci¨®n m¨¢s de unos minutos sin volver a poner una yema y dos pupilas en la pantalla de un m¨®vil, la lentitud es un suicidio. Hay que lograr mayor velocidad. Que las cosas avancen, a un ritmo que no genere frustraci¨®n por el abismo entre compases institucionales y vitales. Pero la verdadera cuesti¨®n es, ?qu¨¦ tipo de velocidad? La que abraza Calvino no es el est¨¦ril picotear entre mil flores que parece ser el signo de los tiempos. No es una reactividad hist¨¦rica y superficial, ¡°sino entregar(se) a la l¨ªnea recta en la esperanza de que (nos) convierta en inalcanzable(s)¡±: calcular bien la l¨ªnea de fuga y entonces lanzarse en ella como una flecha y desaparecer en el horizonte. Una brutal claridad de objetivos y del camino para conseguirlos en un mundo disperso. Con una velocidad acorde a nuestro tiempo (y que Calvino ve¨ªa venir en 1985). ?Ha calculado bien la UE su l¨ªnea de fuga? ?Viaja en ella con suficiente rapidez? Defensa y Zona Euro son ¨¢reas fundamentales de desarrollo, pero igualdad de g¨¦nero y medioambiente quiz¨¢ tengan m¨¢s arrastre en la ciudadan¨ªa.
Visibilidad
No se trata aqu¨ª de la banal visibilidad de la figura de uno hacia fuera en la sociedad ¨Csin duda necesaria en pol¨ªtica pero insuficiente-, sino de la capacidad de percepci¨®n de figuras de la imaginaci¨®n que uno tiene dentro y de su representaci¨®n hacia fuera. ¡°Si he incluido la visibilidad en mi listado de valores que hay que salvar es para advertir del peligro que estamos corriendo de perder una facultad humana fundamental: el poder de enfocar visiones a ojos cerrados, de hacer brotar colores y formas con la alineaci¨®n de caracteres alfab¨¦ticos¡±, escrib¨ªa Calvino. El peligro es mucho mayor ahora que entonces, en una sociedad arrastrada por un torrente de est¨ªmulos, tentaciones, distracciones exteriores audiovisuales que resecan la vida interior. Es decir, el lugar donde pueden hallarse im¨¢genes/ideas que elevan.
A veces una idea simple, brillante, reconocible construye m¨¢s que una lluvia de dinero. Piensen en el Erasmus. Un proyecto que con un presupuesto contenido ha probablemente hecho m¨¢s para la integraci¨®n de Europa que el descomunal desembolso en la Pol¨ªtica Agr¨ªcola Com¨²n durante d¨¦cadas. Hecha la UE, queda por hacer los europeos. Piensen c¨®mo.
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