Fran?ois Hollande: ¡°Quien vota a la extrema derecha, tambi¨¦n vota a Trump y a Putin¡±
El expresidente franc¨¦s aborda en una entrevista la amenaza ultra, la crisis de los 'chalecos amarillos' y el papel de su sucesor, Emmanuel Macron


Fran?ois Hollande no es candidato a nada ni ocupa ning¨²n cargo desde que hace dos a?os su antiguo pupilo Emmanuel Macron le sucedi¨® en la presidencia de la Rep¨²blica francesa. Pero nunca ha dejado de hacer pol¨ªtica. ¡°?Realmente la abandon¨¦, en el sentido del debate, de la reflexi¨®n?¡±, se pregunta en su despacho de la calle Rivoli, en Par¨ªs. La pregunta es ret¨®rica. La respuesta es no. La pol¨ªtica fue su vida y lo sigue siendo.
En una entrevista con EL PA?S y otros tres diarios de la red europea LENA, el socialista Hollande rebaja la alarma sobre el posible ¨¦xito de la extrema derecha en las elecciones europeas del domingo. ¡°No confundamos las elecciones europeas con la lucha contra el extremismo y el nacionalismo. Esta batalla est¨¢ ganada, de todas maneras, puesto que en el Parlamento Europeo los nacionalistas solo constituir¨¢n un grupo marginal¡±, dice. Su fuerza se har¨¢ visible, m¨¢s que en el Parlamento, en el Consejo Europeo, que agrupa a los jefes de Estado y de Gobierno del club.
¡°Hoy hay seis o siete gobiernos en la Uni¨®n dominados por las ideas nacionalistas o populistas¡±, constata. "El nacionalismo es un problema para la Uni¨®n Europea no porque vaya a dislocar Europa sino porque la debilitar¨¢, la vaciar¨¢ de sustancia y la dejar¨¢ solo en un gran mercado¡±. Por eso, considera que la UE "[no puede] seguir en el marco actual". "Defiendo una Europa que, dentro de los 27, pueda avanzar m¨¢s r¨¢pido, una especie de vanguardia".
Aunque sostenga que su impacto el domingo ser¨¢ limitado, Hollande advierte del significado del voto para las opciones nacional-populistas, en Francia y en el resto de la Uni¨®n Europea. ¡°Sobre el plano pol¨ªtico el apoyo de Vlad¨ªmir Putin y Donald Trump a las extremas derechas est¨¢ probado", dice. Se refiere al antiguo Frente Nacional franc¨¦s, hoy Reagrupamiento Nacional (RN), a la Liga de Matteo Salvini en Italia ¡ªhabla de ¡°connivencia culpable¡± entre el Gobierno italiano y Rusia¡ª o la presencia estos d¨ªas en Par¨ªs del exconsejero de Trump Steve Bannon. ¡°Los electores deben saber que, al votar por estos partidos, tambi¨¦n votan por Trump y por Putin¡±.
Hollande, de 64 a?os, rechaza el alarmismo de su exconsejero y exministro Macron, que plantea estas elecciones como una cuesti¨®n de supervivencia para la UE. Y discrepa de la conclusi¨®n que se derivar¨ªa de este diagn¨®stico: al estar la UE en peligro de muerte, urge unir el voto con los partidos que el actual presidente franc¨¦s llama progresistas. Como Marine Le Pen, la l¨ªder del RN, Macron cree que la divisi¨®n entre izquierda y derecha ha quedado obsoleta.
La lecci¨®n de Pedro S¨¢nchez, seg¨²n el expresidente franc¨¦s
Fran?ois Hollande, como muchos socialistas franceses, ve un ejemplo en la victoria de Pedro S¨¢nchez las elecciones generales de abril en Espa?a. ¡°?Cu¨¢l era el problema del PSOE? Tener una competencia a la izquierda, con Podemos, y una dificultad para formar una uni¨®n. S¨¢nchez fue firme en sus convicciones, no cedi¨® en el programa, hizo una pol¨ªtica socialista, lo que le dio una credibilidad que tuvo, como consecuencia, que Podemos reculase. E impuso el voto ¨²til. As¨ª que, ?cu¨¢l es la lecci¨®n? Si hubiese procedido de otra manera, someti¨¦ndose a las presiones ideol¨®gicas de Podemos y cediendo en algunos principios, el PSOE habr¨ªa tenido un resultado peor, no habr¨ªa habido uni¨®n y la derecha estar¨ªa en el poder en Espa?a¡±. El PS franc¨¦s, en su opini¨®n, actu¨® de modo contrario en las elecciones presidenciales de 2017, escor¨¢ndose demasiado a la izquierda ¡°?Y en beneficio de qui¨¦n? No del candidato socialista [Beno?t Hamon], que por otro lado ya no es socialista."
¡°Las divisiones existen entre las fuerzas democr¨¢ticas, entre la izquierda y la derecha. Incluso si puede haber un adversario com¨²n, el extremismo y el nacionalismo, a¨²n hay sensibilidades diferentes¡±, refuta Hollande. Y alerta: ¡°Si consideramos que todas las fuerzas democr¨¢ticas deben disolverse frente al nacionalismo, ya no hay debate pol¨ªtico y presentamos el extremismo como ¨²nica alternativa. Me niego a ello, es eminentemente peligroso¡±.
Hollande incluso sit¨²a a algunos liberales, aliados de Macron en la UE, en el campo de los que quieren ¡°bloquear¡± Europa y limitarla a un ¡°gran mercado¡±. ¡°Desde este punto de vista, el nacionalismo no es incompatible con el liberalismo. Ambos quiere comerciar cultivando su ego¨ªsmo¡±, argumenta.
Hollande ¡ªun jefe de Estado que se sent¨ªa inc¨®modo con los oropeles del cargo y quer¨ªa ser un ¡°presidente normal¡±¡ª no ha perdido el punto de ligereza y el sentido del humor que le aleja de la ret¨®rica ¨¦pica y visionaria de su sucesor. Su ca¨ªda fue ins¨®lita. Con cuotas de impopularidad r¨¦cord, decidi¨® no presentarse a la reelecci¨®n tras un solo mandato cinco a?os. Coincidi¨® con la desintegraci¨®n del Partido Socialista, el suyo, que seg¨²n los sondeos se arriesga a quedar por debajo del 5% este domingo, lo que le dejar¨ªa sin eurodiputados. Su candidato, el novato Rapha?l Glucksmann, ni siquiera milita en el partido. Pero el expresidente dice no temer por la supervivencia del PS: ¡°La idea socialdem¨®crata sigue presente en Francia. El espacio electoral existe¡±. ?l votar¨¢ a Glucksmann.
La publicaci¨®n de Las lecciones del poder, unas memorias de sus a?os en el Palacio del El¨ªseo, le ha insuflado una nueva vida. Ha pasado meses viajando por Francia para presentarlo, ha conversado con miles de franceses, ha reconectado con pa¨ªs que le rechaz¨®. Su voz ha sido un contrapunto de centroizquierda al presidente. En la edici¨®n de bolsillo de Las lecciones del poder, escribe en alusi¨®n a su sucesor: ¡°Quien quiere gobernar solo, acaba solo¡±.
Cuando se le pregunta si la reacci¨®n de Macron a la crisis de los chalecos amarillos ¡ªla Francia de las ciudades peque?as y de la clase media empobrecida¡ª ha estado a la altura, responde: ¡°No quiero complicar la vida de mi pa¨ªs. Hoy deseo que el di¨¢logo contin¨²e, con las fuerzas vivas, los cargos electos, los sindicatos. Pero hay que vigilar. Esta advertencia de los chalecos amarillos ha traducido el sufrimiento de una parte de la poblaci¨®n de mi pa¨ªs. La imagen exterior de Francia tambi¨¦n ha quedado estropeada¡±. Admite que, como dice Macron, la crisis viene de lejos, ¡°en el sentido de que hay territorios que se sienten olvidados, o poblaciones que se consideran abandonadas, o nuevas formas de pobreza, o la cuesti¨®n de la movilidad, que es una carga excesivamente costosa¡±. Pero tambi¨¦n responsabiliza al presidente: ¡°Hay actos y decisiones que han chocado. La supresi¨®n del impuesto sobre la fortuna, el aumento de un cierto n¨²mero de tasas y declaraciones que han podido ofender¡±.
Hace poco m¨¢s de un a?o, en una entrevista anterior, Hollande dijo que, desde el d¨ªa del traspaso de poder, el 14 de mayo de 2017, no hab¨ªa vuelto a hablar con Macron. La frialdad entre ambos es sorprendente, teniendo en cuenta que pol¨ªticamente Macron creci¨® bajo el ala de Hollande. Pero el primero ha cultivado estos a?os la amistad con otro expresidente, el conservador Nicolas Sarkozy. Entretanto, Macron y Hollande se han cruzado en ceremonias oficiales. Nada m¨¢s. ?Han vuelto a hablar?
¡°No¡±, responde. ¡°Vuelva a pregunt¨¢rmelo dentro de un a?o¡±.
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