Johnson se vuelca en los votantes laboristas que apoyaron el Brexit

Boris Johnson lo ha apostado todo al Brexit, y es consciente de que su empe?o espantar¨¢ en la cita electoral del 12 de diciembre a un buen pu?ado de conservadores moderados, que se pasar¨¢n a las filas del Partido Liberal Dem¨®crata o se abstendr¨¢n. Centrar¨¢ sus esfuerzos en los votantes laboristas del centro y norte de Inglaterra que apoyaron en su d¨ªa la salida del Reino Unido de la UE y que hoy se sienten desencantados con la ambig¨¹edad de Jeremy Corbyn.

El primer ministro y el l¨ªder de la oposici¨®n protagonizaron este mi¨¦rcoles una descarnada sesi¨®n de control en la C¨¢mara de los Comunes que fue todo un anticipo de lo que ser¨¢n las pr¨®ximas seis semanas. ¡°?Por qu¨¦ diablos deber¨ªan sufrir los ciudadanos el a?o que viene, que estaba destinado a ser un a?o glorioso, el t¨®xico y tedioso sopor de dos refer¨¦ndums m¨¢s, como pretende el Partido Laborista?¡±, ha clamado Johnson, quien comienza de nuevo a echar mano de la t¨¢ctica de las medias verdades. Es cierto que Corbyn se ha comprometido, si gana, a intentar negociar un nuevo acuerdo del Brexit con la UE y someterlo a una consulta popular. Pero el segundo refer¨¦ndum al que hac¨ªa referencia Johnson era la nueva votaci¨®n a favor de la independencia prometida por los nacionalistas escoceses, que el l¨ªder laborista no ha respaldado.

El primer ministro persigue presentarse como el pol¨ªtico que por fin dejar¨¢ atr¨¢s tres a?os de interminable debate y sacar¨¢ al Reino Unido de la UE. Y busca a la vez retratar a Corbyn como el rival que no tiene sus ideas claras y solo pretende retrasar ad eternum esa decisi¨®n.

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Hay toda una estrategia detr¨¢s de ese mensaje tan simple. El equipo de Johnson sabe que est¨¢ muy lejos de cantar victoria. La ¨²ltima encuesta de YouGov otorga a los conservadores un apoyo del 36%, frente a un 23% de los laboristas. En teor¨ªa, podr¨ªan respirar tranquilos. Pero a ninguno se le olvida que cuando la ex primera ministra, Theresa May, decidi¨® adelantar las elecciones en 2017 los sondeos le daban un 44%, 16 puntos por delante de sus rivales. Contados los votos, la ventaja se redujo a un 2,5% y los conservadores perdieron la holgada mayor¨ªa de la que disfrutaban en la C¨¢mara de los Comunes. Y el prop¨®sito de esa jugada pol¨ªtica desafortunada era el mismo que ahora: buscar un refuerzo de legitimidad para sacar adelante el Brexit.

Johnson cuenta con perder al menos 20 esca?os en circunscripciones de conservadurismo moderado, que podr¨ªan inclinarse por un partido claramente defensor de la UE como el Liberal Dem¨®crata. ¡°Son tiempos pol¨ªticos muy vol¨¢tiles y en estos momentos ya no sirven las lecciones del pasado¡±, dijo el martes la l¨ªder de la formaci¨®n, Jo Swinson, consciente de que puede ser la gran sorpresa del 12 de diciembre, pero tambi¨¦n que el globo se puede desinflar en las pr¨®ximas semanas.

La campa?a conservadora se centrar¨¢ en las zonas del norte y centro (Midlands) de Inglaterra donde el voto a favor del Brexit en el refer¨¦ndum de 2016 fue superior a la media del resto del pa¨ªs. Feudos tradicionalmente laboristas, Johnson conf¨ªa en que el reclamo de la salida ¡ªpor fin¡ª de la UE haga cambiar de bando a muchos de esos votantes. Un analista y soci¨®logo electoral tan prestigioso como John Curtice escrib¨ªa en The Times que ¡°hay ahora mismo hasta 50 esca?os tradicionalmente laboristas que podr¨ªan caer del lado conservador. Lograr todos esos compensar¨ªa con creces otras p¨¦rdidas¡± y dar¨ªa a Johnson una mayor¨ªa parlamentaria.

Jeremy Corbyn intentar¨¢ de nuevo la estrategia que le permiti¨® dar la campanada en 2017. Qued¨® en segundo lugar, pero igual¨® pr¨¢cticamente en votos a Theresa May. El sistema electoral mayoritario brit¨¢nico (a diferencia del proporcional, ganar por un solo voto en cualquier circunscripci¨®n otorga el ¨²nico esca?o disponible) salv¨® entonces a los conservadores de una situaci¨®n desairada.

El l¨ªder laborista jugaba entonces con una doble ventaja: apenas llevaba dos a?os al frente del partido y las bases que le auparon manten¨ªan el entusiasmo. Y sobre todo, exist¨ªa la sensaci¨®n generalizada de que el Brexit era ya un asunto zanjado.

Por eso no le dedic¨® apenas tiempo al asunto y su mensaje fue profundamente ideol¨®gico, de denuncia de las desigualdades sociales que hab¨ªan tra¨ªdo a?os de austeridad econ¨®mica.

Su equipo conf¨ªa en que, en el plazo de seis semanas, ese mismo mensaje vuelva a resonar en los o¨ªdos de los electores. ¡°Todos sabemos que los intereses ego¨ªstas del 1% de los que est¨¢n arriba son los que controlan el Reino Unido. Nuestro Gobierno trabaja solo para los ultra ricos. Tienen a los medios de comunicaci¨®n en el bolsillo y todo el sistema est¨¢ ama?ado para que sus vidas sean mejores y las nuestras peores. No es justo. Pero podemos lograr que sea justo¡±, ha escrito este mi¨¦rcoles en una primera carta a los votantes laboristas. Y por eso escogi¨® con cuidado, durante la sesi¨®n de control, el asunto con el que pretende golpear una y otra vez a Johnson durante toda la campa?a. Acus¨® al primer ministro de tener ya preparados planes para privatizar el Servicio Nacional de Salud.?