La veterana del Ej¨¦rcito Rojo que lucha contra el coronavirus
Zina¨ªda K¨®rneva, de 97 a?os, ha lanzado una recaudaci¨®n para apoyar a los sanitarios durante la pandemia de la covid-19
A Zina¨ªda K¨®rneva le daban terror los muertos. La joven maestra de escuela les ten¨ªa p¨¢nico desde ni?a. Pero la llamaron a filas. Ante el endurecimiento del conflicto con la Alemania nazi en el que la URSS entr¨® en 1941, Stalin decret¨® tambi¨¦n que se reclutar¨ªa a mujeres. Y K¨®rneva, que como la inmensa mayor¨ªa de j¨®venes de la Uni¨®n Sovi¨¦tica formaba parte de la Komsomol (la Uni¨®n Comunista de la Juventud), fue movilizada. Sali¨® de su Bugurusl¨¢n natal (en los Urales) para el campo de entrenamiento, donde le cortaron su frondosa trenza casta?a. ¡°All¨ª, en la guerra, rodeada de cad¨¢veres, dej¨¦ de...
A Zina¨ªda K¨®rneva le daban terror los muertos. La joven maestra de escuela les ten¨ªa p¨¢nico desde ni?a. Pero la llamaron a filas. Ante el endurecimiento del conflicto con la Alemania nazi en el que la URSS entr¨® en 1941, Stalin decret¨® tambi¨¦n que se reclutar¨ªa a mujeres. Y K¨®rneva, que como la inmensa mayor¨ªa de j¨®venes de la Uni¨®n Sovi¨¦tica formaba parte de la Komsomol (la Uni¨®n Comunista de la Juventud), fue movilizada. Sali¨® de su Bugurusl¨¢n natal (en los Urales) para el campo de entrenamiento, donde le cortaron su frondosa trenza casta?a. ¡°All¨ª, en la guerra, rodeada de cad¨¢veres, dej¨¦ de tenerles miedo¡±, cuenta con voz pausada. A sus casi 98 a?os, esta mujer de mirada tranquila y media melena gris, fue una de las entre 800.000 y el mill¨®n de mujeres movilizadas en las filas sovi¨¦ticas durante la Gran Guerra Patria ¨Ccomo se conoce en Rusia al periodo de la II Guerra Mundial en el que tom¨® parte la URSS¨C, seg¨²n las estimaciones de los estudiosos. Participaron en las fuerzas terrestres, la fuerza a¨¦rea, la Armada, o en las filas del movimiento guerrillero y clandestino.
Ahora, K¨®rneva, que combat¨ªa como apuntadora en la artiller¨ªa antia¨¦rea, compara aquel conflicto con la epidemia de coronavirus que ha sacudido el mundo. Tambi¨¦n Rusia, con casi 190.000 casos detectados y unos 1.800 muertos, pero con un ritmo de crecimiento de unos 10.000 nuevos infectados al d¨ªa. K¨®rneva, que permanece confinada junto a su familia en su casa de San Petersburgo, ha decidido recoger el guante del veterano brit¨¢nico Tom Moore, que logr¨® recaudar 30 millones de libras con el reto de dar 100 vueltas al patio de su casa, ayudado de su andador, y ha lanzado su propia campa?a para ayudar a los profesionales sanitarios rusos. ¡°Vencimos al fascismo juntos en 1945 y ahora luchamos contra este virus juntos¡±, dice la mujer en un v¨ªdeo desde la p¨¢gina web que ha puesto en marcha su familia. Ha tejido unos calcetines para Moore, que estar¨¢n ahora camino del Reino Unido, un env¨ªo de cumplea?os expr¨¦s. ¡°Para que se mantenga caliente, desde Rusia con amor¡±, bromea.
K¨®rneva cuenta que hace tiempo que no puede salir, as¨ª que en vez de las 100 vueltas, como el capit¨¢n Moore, se compromete a contar cada d¨ªa un episodio de su vida en el conflicto contra los nazis, que aniquilaron a seis millones de jud¨ªos; ahondando en una tradici¨®n sobre los veteranos que se ha cultivado en Rusia en los ¨²ltimos a?os, un pa¨ªs en el que casi cada familia ha sufrido p¨¦rdidas en aquella guerra en la que murieron unos 27 millones de ciudadanos sovi¨¦ticos; entre militares y civiles. La historia de aquella vez en la que perdi¨® su caballo. Cuando nueve de sus compa?eras fueron brutalmente ejecutadas en una misi¨®n en la que finalmente ella no particip¨®. C¨®mo al principio en el campo de entrenamiento ten¨ªa miedo a las lagartijas. O la vez que su unidad, que apenas ten¨ªa balas y se ve¨ªa obligada a ahorrar disparos por estar en la defensiva, se hizo con munici¨®n alemana tras un ataque contra las fuerzas nazis.
K¨®rneva ha recaudado ya 2,6 millones de rublos (unos 32.500 euros). ¡°Me preocupa mucho esta epidemia. Me da pena por todo el mundo, por la situaci¨®n en todos los pa¨ªses. Lo que est¨¢ pasando es equivalente a las acciones militares, pero durante una guerra te puedes esconder. Con este enemigo invisible todos somos vulnerables¡±, comentaba por Skype hace unos d¨ªas, ayudada por un familiar.
Este a?o iba a ser especial para K¨®rneva y los alrededor de 75.000 veteranos participantes de la Gran Guerra Patria que quedan vivos en Rusia, seg¨²n datos del Ministerio de Trabajo y Protecci¨®n social. Las conmemoraciones del 75? aniversario de la victoria del Ej¨¦rcito rojo sobre la Alemania nazi se planeaban como las m¨¢s grandes hasta el momento. Pero, aunque pese a las cr¨ªticas apur¨® al m¨¢ximo, el Kremlin decidi¨® finalmente posponer el fastuoso desfile y la mayor¨ªa de los actos debido a la pandemia. El presidente Vlad¨ªmir Putin, que ha convertido la fecha en una de las piedras angulares del patriotismo que cultiva para Rusia, esperaba recibir hoy a l¨ªderes mundiales y condecorar a decenas de veteranos, por su edad el grupo de m¨¢s riesgo ante la covid-19, que adem¨¢s de una medalla recibir¨ªan una paga extraordinaria de 75.000 rublos (algo menos de mil euros).
Una insignia m¨¢s para sumar a las que K¨®rneva luce en su chaleco. Pensativa cuenta que hace 75 a?os estaba en los alrededores de Berl¨ªn, durmiendo en un catre rodeada de sus compa?eras de unidad. ¡°Est¨¢bamos tranquilas, ya parec¨ªa cierto que la guerra iba a terminar. Un soldado de nuestra divisi¨®n que estaba de guardia nos alert¨® de que hab¨ªa recibido la llamada. Alemania se hab¨ªa rendido. Nos besamos, nos abrazamos, salt¨¢bamos. Agarramos nuestros fusiles y salimos a la calle a celebrar. La guerra hab¨ªa acabado y volv¨ªamos a casa¡±, cuenta.
Su vida y la de Europa no volver¨ªan a ser iguales. K¨®rneva se retir¨® con el grado de capit¨¢n. En la guerra conoci¨® al que ser¨ªa su esposo. Se instalaron en San Petersburgo. Volvi¨® a ser maestra en una escuela primaria. Tuvo una hija, una nieta, una bisnieta y un tataranieto. Les habl¨® de su vida en esos d¨ªas. ¡°Muchos dec¨ªan ¡®?qu¨¦ sentido tienen las mujeres en la guerra¡¯. En realidad, mucho. Reemplazamos a los hombres. Hicimos muchas cosas¡±, dice.
No pas¨® lo mismo con otras muchas veteranas, que a su vuelta a casa sufrieron una enorme discriminaci¨®n; alejadas de los grandes nombres femeninos que la URSS convirti¨® en un mito, como Zoya Kosmodemy¨¢nskaya, saboteadora en la retaguardia alemana, capturada, torturada en 1941, con 18 a?os, que fue condecorada de forma p¨®stuma con la alta distinci¨®n de hero¨ªna de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Vera Vol¨®shina, tambi¨¦n saboteadora, declarada hero¨ªna de Rusia. O la conocida francotiradora Liudmila Pavlichenko. ¡°A su regreso del frente, un buen n¨²mero de mujeres dur¨® en contar que hab¨ªan luchado. El deterioro de su salud, las dificultades en la vida personal, sus propias experiencias mentales, las actitudes ambiguas de la sociedad hicieron que el proceso de rehabilitaci¨®n de la posguerra de las mujeres fuera a menudo muy doloroso¡±, explica Viktoria Petrakova, historiadora, experta de la asociaci¨®n rusa militar hist¨®rica, que apunta que adem¨¢s de las reclutadas tambi¨¦n hubo muchas que se presentaron voluntarias para ir a filas.
La escritora y premio Nobel Svetlana Alexi¨¦vich dio voz a algunas de sus historias en La guerra no tiene rostro de mujer, aportando esa mirada a un relato sobre el conflicto que hab¨ªa sido ¨Cy todav¨ªa es¡ª casi exclusivamente narrado, escrito por los hombres. Hablan de su retorno, de las pesadillas que visitan sus muertos, del dolor del alma.