Johnson abre las puertas del Reino Unido a los habitantes de Hong Kong
Londres ofrece la posibilidad de residir en el pa¨ªs por periodos renovables de 12 meses a unos 350.000 ciudadanos de la antigua colonia brit¨¢nica en un endurecimiento del tono contra China
Boris Johnson, ha decidido endurecer su respuesta ante la decisi¨®n del Gobierno chino de restringir las libertades de los ciudadanos de Hong Kong. El primer ministro brit¨¢nico ha ofrecido a los 350.000 habitantes de la antigua colonia brit¨¢nica que poseen ya un pasaporte de nacionales del Reino Unido en el exterior la posibilidad de residir en el pa¨ªs por periodos renovables de 12 meses con derecho a trabajar, lo que abrir¨ªa la senda hacia la adquisici¨®n de la ciudadan¨ªa brit¨¢nica. Hasta ahora, su ¨²nico privilegio era el de poder entrar sin necesidad de visado y permanecer durante un periodo de seis meses.
¡°Muchas personas en Hong Kong temen que su modo de vida, que China se comprometi¨® a mantener, se halle amenazado. Si China acaba confirmando estos temores, el Reino Unido no puede encogerse de hombros y mirar hacia otro lado. Haremos honor a nuestras obligaciones y les ofreceremos una alternativa¡±, ha escrito Johnson en una tribuna del diario The Times. La oferta de bienvenida se extiende al resto de ciudadanos de la antigua colonia, a los que facilitar¨ªa la v¨ªa de adquisici¨®n de esos pasaportes. En teor¨ªa, hasta tres millones de personas podr¨ªan beneficiarse de una flexibilizaci¨®n de la pol¨ªtica brit¨¢nica de inmigraci¨®n, justo en el mismo momento en que Downing Street ha anunciado el endurecimiento de la entrada al pa¨ªs para los ciudadanos de la Uni¨®n Europea una vez que el Brexit sea una realidad, previsiblemente el pr¨®ximo 31 de diciembre.
La respuesta del Gobierno chino no se ha hecho esperar y ha elevado el tono de la confrontaci¨®n entre ambos pa¨ªses: ¡°Reclamamos al Reino Unido que d¨¦ marcha atr¨¢s y rechace esa mentalidad de ¡®Guerra Fr¨ªa¡¯ y colonial. Y que reconozca y admita que Hong Kong ya ha sido devuelto a China como regi¨®n administrativa especial (...) Deben parar inmediatamente esta injerencia en Hong Kong y en los asuntos internos de China. De otro modo, habr¨¢ consecuencias¡±, ha dicho este mi¨¦rcoles Zhao Lijan, el portavoz Ministerio de Exteriores chino.
En el mundo anglosaj¨®n se cita a menudo la idea -sem¨¢nticamente incorrecta pero muy atractiva como concepto- de que en el idioma chino la palabra ¡°crisis¡± significa tambi¨¦n ¡°oportunidad¡±. La quiebra por parte de Pek¨ªn, seg¨²n interpreta el resto de la comunidad internacional, de los compromisos adoptados en 1997 cuando se produjo la devoluci¨®n del territorio -"Un pa¨ªs, dos sistemas"- ha permitido a Downing Street comenzar a dar se?ales de un cambio de pol¨ªtica respecto a China que llevaba ya meses de lenta cocci¨®n.
Cuando Johnson comenz¨® su mandato como primer ministro, una de las primeras decisiones que tuvo que tomar fue la de ratificar la concesi¨®n al gigante tecnol¨®gico Huawei del contrato de desarrollo de parte del nuevo sistema 5G de comunicaci¨®n en el Reino Unido. Su predecesora, la ex primera ministra Theresa May, ya hab¨ªa dado los primeros pasos, pero la revuelta interna en el Partido Conservador no hizo sino crecer en los meses posteriores. Muchos de sus miembros, como el diputado Ian Duncan Smith (exl¨ªder del partido) advert¨ªan de que el movimiento enfrentar¨ªa a Londres con Washington, que en su pugna con China hab¨ªa vetado la actividad de la empresa en Estados Unidos. Exist¨ªa adem¨¢s un temor fundado a que la concesi¨®n abriera las puertas de las comunicaciones brit¨¢nicas a un Gobierno comunista poco fiable como socio internacional.
Johnson dio finalmente luz verde al contrato de Huawei, aunque con reticencias y mucha condicionalidad. Estaba convencido de que no exist¨ªa una tecnolog¨ªa alternativa para comenzar a avanzar en sus promesas de nuevas infraestructuras en el Reino Unido. Y esa hab¨ªa sido, junto al Brexit, una de las bazas que le permiti¨® triunfar en las elecciones del pasado diciembre. Downing Street consideraba el asunto un ¡°inc¨®modo legado¡± de la Administraci¨®n previa que no pod¨ªa tumbar, a pesar de que comenzaba ya a replantearse su relaci¨®n con Pek¨ªn. La pol¨ªtica de amistad y brazos abiertos hacia China impulsada por David Cameron y su ministro de Econom¨ªa, George Osborne, no hab¨ªa dado los frutos econ¨®micos ambicionados entonces.
Gesti¨®n del virus
La gesti¨®n de Pek¨ªn de la crisis del coronavirus, originado en la provincia de Wuhan, y la sospecha del resto del mundo de su escasa transparencia a la hora de informar de lo sucedido, han incrementado el deseo de Downing Street de tomar distancia. Si el presidente chino, Xi Jinping, ha utilizado la irrupci¨®n de la pandemia para modificar el r¨¦gimen de autonom¨ªa de la antigua colonia brit¨¢nica y endurecer las leyes, Johnson pretende jugar su propia baza y distanciarse de paso de su criticada lentitud a la hora de responder a la amenaza del virus.
¡°El pueblo de Hong Kong ha sido traicionado por China¡±, dijo Chris Patten, el ¨²ltimo gobernador brit¨¢nico de la antigua colonia y el hombre que vio arriar en ese territorio la bandera de la Union Jack en 1997. ¡°Estamos asistiendo al surgimiento de una nueva dictadura china, y el Gobierno brit¨¢nico deber¨ªa dejar claro que lo que est¨¢ sucediendo es la total destrucci¨®n de la Declaraci¨®n Conjunta [firmada por ambos pa¨ªses]¡±, advirti¨® Patten. Lo que son¨® en un principio como el lamento aislado y rom¨¢ntico de un veterano pol¨ªtico parece ahora, en perspectiva, la se?al de arranque de una confrontaci¨®n gradual y perseguida del Gobierno brit¨¢nico. ¡°El Reino Unido no pretende evitar que China crezca como pa¨ªs. Al contrario, queremos trabajar codo con codo en aquellos asuntos que sean de inter¨¦s mutuo, desde el comercio a la lucha contra el cambio clim¨¢tico. Queremos una relaci¨®n moderna y madura, basada en el respeto mutuo y que reconozca el lugar que China ocupa en el mundo¡±, ha escrito Johnson. ¡°Pero si China sigue adelante e impone la nueva legislaci¨®n de seguridad nacional [en Hong Kong], solo correr¨¢ el riesgo de inflamar la situaci¨®n¡±.
Hasta ahora, Johnson hab¨ªa dejado en manos de su ministro de Exteriores, Dominic Raab, el control del tono del discurso contra China. Raab, que compareci¨® este martes en la C¨¢mara de los Comunes para informar sobre la crisis, anunci¨® la voluntad de Downing Street de propiciar una ¡°alianza internacional¡± de pa¨ªses para frenar las pretensiones de Pek¨ªn, en la que se incorporar¨¢n otros actores (de ?frica y Latinoam¨¦rica) adem¨¢s de los ¡°sospechosos habituales¡±, es decir, los pa¨ªses de la ¨®rbita anglosajona. El premier ha decidido ahora que quiere jugar un nuevo papel de liderazgo y aprovechar la oportunidad brindada por la crisis de Hong Kong.
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