La otra brecha que destap¨® la pandemia
El confinamiento pone de manifiesto las diferencias en el seno de la UE en el ¨¢mbito digital
Antes de la pandemia, cuando Francisco necesitaba conexi¨®n a Internet para alguna tarea de sus estudios de Cuarto de la ESO, se acercaba a casa de su abuela, en el barrio de San Pablo de la ciudad de Sevilla. All¨ª tampoco hab¨ªa ordenador y ten¨ªa que hacer los power point con su tel¨¦fono m¨®vil, pero al menos no gastaba datos. El pasado marzo, al llegar el confinamiento, ni siquiera eso era posible. Francisco, de 16 a?os; su hermana Marta, de 22 y estudiante en el Instituto Polit¨¦cnico de Sevilla; y su madre, Eva, de 48, se encontraron recluidos en una casa de menos de 50 metros cuadrados...
Antes de la pandemia, cuando Francisco necesitaba conexi¨®n a Internet para alguna tarea de sus estudios de Cuarto de la ESO, se acercaba a casa de su abuela, en el barrio de San Pablo de la ciudad de Sevilla. All¨ª tampoco hab¨ªa ordenador y ten¨ªa que hacer los power point con su tel¨¦fono m¨®vil, pero al menos no gastaba datos. El pasado marzo, al llegar el confinamiento, ni siquiera eso era posible. Francisco, de 16 a?os; su hermana Marta, de 22 y estudiante en el Instituto Polit¨¦cnico de Sevilla; y su madre, Eva, de 48, se encontraron recluidos en una casa de menos de 50 metros cuadrados sin ordenador, tableta, ni conexi¨®n a Internet. Solo la conexi¨®n de datos de sus tel¨¦fonos inteligentes. ¡°No puedo tener gastos extra que se me desv¨ªen. Hago recargas de 10 euros al mes. Tenemos unos cuantos gigas y con eso nos vamos aviando. Para m¨¢s no puedo¡±, lamenta.
Eva sol¨ªa trabajar en la limpieza de apartamentos tur¨ªsticos en una de las ciudades de Espa?a que m¨¢s visitantes recibe. Era contratada por temporada tur¨ªstica, que empezaba en marzo y se prolongaba hasta octubre y, con suerte, noviembre o diciembre. Este a?o, la pandemia lleg¨® antes de que pudiese recibir un solo encargo. Ahora recibe una ayuda de unos 350 euros mensuales, por lo que ¨Ccuenta¨C comprar un ordenador o contratar wifi ¡°no es una opci¨®n¡±. Ella se resigna a enviar curr¨ªculums a trav¨¦s del tel¨¦fono m¨®vil mientras que sus hijos han recibido ayuda para poder continuar con sus estudios. A Marta, una t¨ªa le ha prestado un ordenador, y el Polit¨¦cnico, una tarjeta con conexi¨®n a Internet. A su hermano Francisco la ONG Save The Children le ha proporcionado una tableta y una tarjeta con wifi. ¡°Perd¨ª un mes y algo de clases. Esto me permite conectarme con el profesor por las tardes, hacer los deberes y comunicarme con los profesores. Si no fuese por esto, no podr¨ªa hacer nada¡±, explica en el marco de un reportaje financiado por el Parlamento Europeo.
En la casa sevillana de Eva, en los pueblos donde no llega la conexi¨®n de banda ancha, en los hogares de personas mayores sin acceso a los recursos digitales... la covid-19 ha puesto a¨²n m¨¢s de relieve la brecha digital existente en la UE: la diferencia entre quienes pueden, y quienes no, recurrir a los servicios que ofrece el mundo digital ¨Cno solo en t¨¦rminos de conectividad, sino tambi¨¦n de acceso a aparatos electr¨®nicos o de los conocimientos para hacerlo¨C y que han permitido a los m¨¢s afortunados en estos meses de confinamiento teletrabajar, continuar los estudios, hacer una consulta m¨¦dica online o tener acceso inmediato a las recomendaciones de las autoridades sanitarias. Este mismo jueves, la Comisi¨®n Europea ha iniciado una consulta p¨²blica abierta para garantizar que su pr¨®ximo Plan de Acci¨®n de Educaci¨®n Digital refleje la experiencia educativa y formativa adquirida en la UE durante la crisis del coronavirus.
¡°Estos ¨²ltimos meses han puesto en evidencia que tenemos cuentas pendientes para mejorar la competitividad europea y la brecha digital es una de ellas¡±, se?ala por tel¨¦fono la eurodiputada espa?ola Cristina Maestre, del Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Dem¨®cratas. Maestre, que forma parte de la Comisi¨®n de Pol¨ªtica Regional, insiste en la importancia del acceso a la tecnolog¨ªa ¡°para garantizar la igualdad entre europeos¡± y evitar que algunas regiones queden relegadas. ¡°Hay que trabajar para que esa brecha no se complete, precisamente en un momento en el que lo tecnol¨®gico va a ser cada vez m¨¢s importante. Lo que pedimos es considerar la banda ancha como un producto b¨¢sico, como la electricidad o el gas¡±, agrega. En un documento dedicado a la brecha digital, el Parlamento Europeo advert¨ªa en 2015 de que un aumento del 10% en la penetraci¨®n de la banda ancha podr¨ªa generar un incremento del PIB de entre un 1% y un 1,5%.
Cuando se habla de brecha digital, generalmente se piensa en regiones monta?osas aisladas donde sobreviven los tel¨¦fonos fijos. El fen¨®meno tiene, sin embargo, muchas capas. Hay diferencias entre Estados, pero otra m¨¢s clara entre el mundo urbano y el rural (en zonas de Francia o Alemania, de hecho, se dan niveles de desconexi¨®n similares a los de Espa?a, Italia o Portugal). Y hay tambi¨¦n una brecha digital por renta, por edad, por g¨¦nero...
Excluidos digitales
Las diferencias en el seno de la UE se han reducido notablemente en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas. Dos de los objetivos que se hab¨ªa marcado la Uni¨®n se han cumplido: todos los hogares de la Uni¨®n pueden tener t¨¦cnicamente acceso a una conexi¨®n b¨¢sica y el 75% de europeos utiliza Internet con regularidad. El reto reside hoy m¨¢s bien en evitar la creaci¨®n de bolsas de ¡®excluidos digitales¡¯. La mitad de la poblaci¨®n con menor educaci¨®n o de mayor edad no usa Internet con regularidad y 58 millones de europeos adultos nunca lo han hecho. Tambi¨¦n preocupa otro objetivo, este no alcanzado. Consist¨ªa en lograr que la mitad de hogares tuviera para este a?o acceso a la banda ancha ultrarr¨¢pida (la que tiene al menos 100 Mbps de velocidad). No llega al 40%. A esto se suma la reciente campa?a contra el desarrollo de las redes de 5G, lo que podr¨ªa frenar su implementaci¨®n.
La semana pasada, la Comisi¨®n Europea public¨® el ?ndice de la Econom¨ªa y la Sociedad Digitales correspondiente a 2020, en el que se analizan los progresos de los Estados miembros en conectividad, competencias digitales, uso de Internet por los ciudadanos, integraci¨®n de las tecnolog¨ªas digitales por parte de las empresas y los servicios p¨²blicos. En el mapa digital comunitario se reproduce en cierto modo la divisi¨®n entre Norte y Sur, aunque solo en parte. Finlandia, Suecia, Dinamarca y Holanda lideran la tabla de ese ¨ªndice, pero las econom¨ªas m¨¢s potentes de la UE no est¨¢n a la cabeza en el ¨¢mbito digital y pa¨ªses como Espa?a o Malta salen muy bien parados.
¡°Incluso en las ¨¢reas m¨¢s remotas de la UE, mucha gente tiene un tel¨¦fono inteligente, pero eso no significa que est¨¦n verdaderamente conectados. Se necesita mucho m¨¢s que una conexi¨®n a Internet. Se trata tambi¨¦n de la alfabetizaci¨®n digital y sus habilidades. Y es ah¨ª donde entra la educaci¨®n¡±, se?ala Eva Maydell, eurodiputada b¨²lgara del Grupo del Partido Popular Europeo. Un 44% de los europeos de entre 16 y 74 a?os (169 millones de personas) carecen de habilidades digitales b¨¢sicas, seg¨²n datos de la Comisi¨®n Europea de 2017. Habilidades que se calcula que requieren actualmente nueve de cada 10 empleos. Aqu¨ª, las diferencias entre pa¨ªses son notables. En lo m¨¢s alto de la tabla est¨¢n Luxemburgo ¨Cdonde un 86% de la poblaci¨®n en esa franja de edad tiene habilidades digitales b¨¢sicas¨C, Dinamarca (78%) y Pa¨ªses Bajos (77%). En lo m¨¢s bajo, Rumania (28%) y Bulgaria (26%). Espa?a est¨¢ en el 53%, tres puntos por debajo de la media de la UE. ¡°La tecnolog¨ªa puede ayudar a abordar muchos asuntos sociales, pero si no tenemos los planes adecuados sobre c¨®mo invertir en habilidades e infraestructura, corremos el riesgo de tener minor¨ªas digitales¡±, advierte Maydell.
En un art¨ªculo de opini¨®n en el diario Cinco D¨ªas, el responsable de digitalizaci¨®n en el trabajo del sindicato UGT, Jos¨¦ Varela, recurr¨ªa el a?o pasado al caso espa?ol para ilustrar que no todo es una cuesti¨®n de infraestructuras. En un pa¨ªs con una de las mejores redes de fibra ¨®ptica del mundo, un 12,7% de la poblaci¨®n mayor de 16 a?os nunca ha utilizado Internet y un 13,6% de los hogares no ha contratado una conexi¨®n. Tampoco un 25% de las empresas de menos de 10 trabajadores, que son la inmensa mayor¨ªa de las que tiene el pa¨ªs. A tenor de sus propias respuestas, casi nunca era un problema de falta de acceso a la red. O no les interesaba o no lo sab¨ªan usar.