Los repartidores se rebelan en Brasil y van a la huelga en medio de la pandemia
Los trabajadores piden a gigantes tecnol¨®gicos como Rappi y iFood m¨ªnimas condiciones laborales para un trabajo de riesgo
El mi¨¦rcoles 1 de julio, durante siete horas, los repartidores que trabajan a trav¨¦s de aplicaciones llenaron las principales avenidas de S?o Paulo. En motos o bicicletas, exigieron mejores condiciones laborales a gigantes tecnol¨®gicos como Rappi, Uber o iFood, las tres plataformas de reparto de comida m¨¢s utilizadas en Brasil. El movimiento, que tambi¨¦n se vio en otras ciudades y cont¨® con el apoyo de los sindicatos, pide un aumento del valor m¨ªnimo por reparto ¡ªque, seg¨²n las plataformas, est¨¢ sobre los cin...
El mi¨¦rcoles 1 de julio, durante siete horas, los repartidores que trabajan a trav¨¦s de aplicaciones llenaron las principales avenidas de S?o Paulo. En motos o bicicletas, exigieron mejores condiciones laborales a gigantes tecnol¨®gicos como Rappi, Uber o iFood, las tres plataformas de reparto de comida m¨¢s utilizadas en Brasil. El movimiento, que tambi¨¦n se vio en otras ciudades y cont¨® con el apoyo de los sindicatos, pide un aumento del valor m¨ªnimo por reparto ¡ªque, seg¨²n las plataformas, est¨¢ sobre los cinco reales (0,94 d¨®lares)¡ª, cupones de alimentaci¨®n, un seguro de vida, accidente y robo, y equipos de protecci¨®n, como mascarillas y gel hidroalcoh¨®lico, esenciales durante la pandemia de coronavirus.
¡°Ha sido el primero de una serie de d¨ªas hist¨®ricos. Haremos otros [paros] como este. Hoy hemos visto que todos los repartidores estamos de acuerdo: las aplicaciones tienen que cambiar la forma como nos tratan¡±, coment¨® al final del acto Paulo Lima, conocido como Galo, creador del Movimiento de Repartidores Antifascistas. Los repartidores han advertido que, si las plataformas no satisfacen sus demandas, har¨¢n otra huelga el 11 de julio.
¡°El d¨ªa 11 vamos a volver a parar¡±, secunda el repartidor Erick Guimar?es, de 25 a?os, padre de una ni?a de tres. ¡°Estoy aqu¨ª por ella. Por ella trabajo y por ella reivindico todo esto¡±, afirma, y a?ade que las aplicaciones han reducido el valor de las tarifas de entrega. ¡°No nos est¨¢n pagando lo que es justo. Como los repartos han aumentado durante la cuarentena, deber¨ªamos cobrar un poco m¨¢s, pero no, las tarifas son m¨¢s bajas que antes¡±, se queja Erick, que hace dos a?os trabaja como repartidor. Una vez le robaron la moto y no recibi¨® ning¨²n apoyo de las empresas.
Seg¨²n el Movimiento de los Repartidores Antifascistas, tambi¨¦n se realizaron actos en 11 capitales, como R¨ªo de Janeiro y Salvador, adem¨¢s de Brasilia. En un comunicado de prensa, iFood afirma que el valor medio que se paga por ruta es de 8,46 reales (1,59 d¨®lares) y que hay un valor m¨ªnimo de 5 reales (0,94 d¨®lares) por pedido, ¡°aunque sea de corta distancia¡±.
Rappi, por otro lado, dice que casi el 75% de los repartidores ¡°cobra m¨¢s de 18 reales (3,38 d¨®lares) por hora cuando est¨¢ activo¡± y que casi la mitad de los ¡°repartidores colaboradores¡± se pasan menos de una hora al d¨ªa conectados a la aplicaci¨®n. Ambas plataformas destacaron que reconocen ¡°el derecho de manifestarse pac¨ªficamente¡±. ¡°En ninguna circunstancia se desactivan repartidores por participar en movimientos¡±, a?ade iFood. ¡°Siempre bloquean a algunos repartidores para dispersar el movimiento, es la estrategia que siempre han utilizado¡±, comenta Galo, esc¨¦ptico. ?l mismo fue cortado de una aplicaci¨®n el d¨ªa que se le pinch¨® una rueda de la motocicleta y no pudo completar una entrega. Entonces, la aplicaci¨®n para la que prestaba servicio lo bloque¨®. ¡°Fue cuando pens¨¦: ¡®Ya basta, voy a denunciarlos¡¯. No te explican por qu¨¦ te bloquean. Te dicen que te leas el contrato y que no tienen que explicarte nada¡±, dice.
Fue entonces que empez¨® a cuestionarlo todo. Lima se ha convertido en una de las voces m¨¢s representativas de Brasil al crear y liderar en plena pandemia el Movimiento de Repartidores Antifascistas. El grupo re¨²ne a los trabajadores informales de las aplicaciones y tiene representantes en varios Estados.
Precariedad
La Asociaci¨®n de Repartidores en Moto de Aplicaciones y Aut¨®nomos de Brasil estima que hay entre 50.000 y 70.000 repartidores en S?o Paulo, la ciudad m¨¢s grande del pa¨ªs. Solo 15.000 est¨¢n dados de alta en la seguridad social, seg¨²n SindimotoSP, el sindicato que re¨²ne motoristas, ciclistas y conductores de mototaxi del Estado. ¡°No reconocen nuestro trabajo. En plena pandemia, estamos en la calle las 24 horas, asumimos riesgos y cobramos muy poco. Deber¨ªan aumentar el valor de las tarifas y ofrecer un apoyo m¨ªnimo de higiene, como mascarillas y alcohol en gel¡±, se queja el motorista Valdiran Campos, de 30 a?os, que hace dos a?os que trabaja de repartidor.
El mi¨¦rcoles, profesionales sanitarios voluntarios salieron a la calle para distribuir alcohol en gel y agua a los participantes del #BrequedosApps (Freno de las App), como se llam¨® el acto en las redes sociales. ¡°Una parte de la precariedad que sufren estos trabajadores tambi¨¦n la sufrimos nosotros. Cada vez se contratan m¨¢s m¨¦dicos sin darlos de alta en la seguridad social, especialmente durante la pandemia¡±, dice Vitor Dourado, presidente del Sindicato de M¨¦dicos de S?o Paulo. ¡°Estamos aqu¨ª solidariz¨¢ndonos con ellos, porque sabemos qu¨¦ es estar en primera l¨ªnea durante la pandemia y no tener ning¨²n derecho garantizado: ni el salario, ni la baja, nada¡±, a?ade la doctora Daniela Menezes.
IFood afirma que, desde 2019, sus trabajadores est¨¢n cubiertos por un seguro de accidentes personales, que incluye los gastos m¨¦dicos y dentales y una garant¨ªa financiera para la familia en caso de accidentes. Tanto esta plataforma como Rappi tambi¨¦n afirman que han distribuido kits de mascarillas y alcohol a los repartidores y que, debido a la pandemia, han creado fondos ¡ªel de iFood es de 25 millones de reales (4,70 millones de d¨®lares) y Rappi no ha querido informar el valor¡ª para apoyar a los ¡°colaboradores¡± que enferman o pertenecen a grupos de riesgo ante la covid-19.
En las calles, sin embargo, los trabajadores afirman que la realidad es diferente. ¡°Yo, que tambi¨¦n tengo un restaurante y utilizo iFood, s¨¦ c¨®mo funciona. Cobran comisiones muy altas, casi del 50% del valor del pedido, y pagan muy poco¡±, dice Ronei Samapio, de 29 a?os, sobre su bicicleta. Es due?o de un peque?o restaurante desde hace poco m¨¢s de un a?o y comenz¨® a hacer repartos hace siete meses, para complementar sus ingresos. ¡°He hecho una prueba hoy, antes de la huelga, y he aceptado un pedido. He recorrido cuatro kil¨®metros y solo me han pagado cinco reales (menos de 1 d¨®lar)¡±, se lamenta. Y a?ade que, para quienes reparten en bicicleta, la vulnerabilidad es mayor. ¡°El riesgo de tener un accidente es mayor, hay que cambiar las ruedas constantemente, cada vez son 70 reales (13 d¨®lares). Todo sale de nuestro bolsillo¡±, dice.
El d¨ªa de la primera huelga importante de este gremio de trabajadores informales tambi¨¦n hubo quienes prefirieron seguir su rutina sobre dos ruedas. Fue el caso de Lu¨ªs Moreira, de 37 a?os, que comenz¨® a pedalear a las 8:30 de la ma?ana y ten¨ªa la intenci¨®n de continuar hasta la noche. ¡°Los aut¨®nomos no pueden hacer huelga. Tengo muchas facturas que pagar, as¨ª que hoy trabajo¡±, dijo, durante un descanso para beber agua entre un reparto y otro en el barrio de Pinheiros. ¡°Si no te parece bien, apaga la aplicaci¨®n¡±, a?adi¨®, antes de interrumpir la breve conversaci¨®n de cinco minutos porque no paraba de recibir notificaciones en el m¨®vil. Eran las aplicaciones que emit¨ªan pitidos con nuevos repartos.