¡°Am¨¦rica Latina requiere que M¨¦xico y Brasil est¨¦n un poquito coordinados¡±
El expresidente chileno, que publica la segunda parte de sus memorias, considera ¡°inaceptable¡± una presidencia estadounidense del BID y analiza los desaf¨ªos de la regi¨®n
Ricardo Lagos (Santiago de Chile, 82 a?os) no se detiene. El expresidente de Chile termin¨® en mayo la segunda parte de sus memorias pol¨ªticas, en medio de la cuarentena por la pandemia que brot¨® en el pa¨ªs dos meses antes y que ya ha causado m¨¢s de 10.000 muertes. En Mi vida, gobernar para la democracia, el l¨ªder socialista relata desde el triunfo de los opositores a la dictadura de Augusto Pinochet en el plebiscito de 1988 hasta el Gobierno qu...
Ricardo Lagos (Santiago de Chile, 82 a?os) no se detiene. El expresidente de Chile termin¨® en mayo la segunda parte de sus memorias pol¨ªticas, en medio de la cuarentena por la pandemia que brot¨® en el pa¨ªs dos meses antes y que ya ha causado m¨¢s de 10.000 muertes. En Mi vida, gobernar para la democracia, el l¨ªder socialista relata desde el triunfo de los opositores a la dictadura de Augusto Pinochet en el plebiscito de 1988 hasta el Gobierno que lider¨® entre 2000 y 2006. De los meses encerrado en su casa de la capital chilena, cuenta al tel¨¦fono: ¡°Tengo un par de Zoom al d¨ªa por lo menos¡±.
Pregunta. Mirando hacia atr¨¢s¡ ?Vali¨® la pena ser presidente?
Respuesta. Uy, qu¨¦ dif¨ªcil. Explico en el libro las razones por las que llegu¨¦ a presidente¡
P. La que le hago es una pregunta un poco distinta: si vali¨® la pena.
R. Pienso que vali¨® la pena para Chile. Claro, en lo personal hay una satisfacci¨®n cuando te retiras con un alto nivel de respaldo de la ciudadan¨ªa. Obviamente, la ciudadan¨ªa despu¨¦s puede mirar hacia atr¨¢s y decir: ¡°La verdad, no fue para tanto¡±. Pensar que el problema no eran los 30 pesos de la subida del billete del metro, sino que eran 30 a?os lo malo [la cr¨ªtica que naci¨® en medio de las revueltas sociales de octubre contra la transici¨®n chilena]. Lo ¨²nico que puedo decir es que no conozco otra etapa en la historia de Chile con el nivel de ¨¦xito que conseguimos entre 1990 y 2010, desde el punto de vista econ¨®mico, el ascenso social, la esperanza de vida, la mortalidad infantil y los indicadores que se quieran. Y algo de historia de Chile s¨ª conozco.
P. Este tomo de memorias lleva el subt¨ªtulo Gobernar para la democracia. ?Qu¨¦ hay detr¨¢s de ese concepto?
R. El concepto es relativamente simple. En democracia, las definiciones gruesas las toman los ciudadanos y despu¨¦s se buscan los instrumentos. Una vez que esos instrumentos se est¨¢n aplicando y son exitosos, van cambiando el pa¨ªs. Por lo tanto, cuando uno dice gobernar para la democracia, es gobernar para enfrentar los nuevos desaf¨ªos que se est¨¢n enfrentando y cuando no me hago cargo de esos nuevos desaf¨ªos, se produce el desafecto.
P. ?Por ejemplo?
R. Tienes un pa¨ªs con 40% de pobres. Es obvio que tu problema es la pobreza, porque no es posible tener 40% de pobres. Pero cuando despu¨¦s de 10 a?os bajaste la pobreza de 40% a 20%, tienes dos problemas: que todav¨ªa tienes 20% de pobres y que deben seguir disminuyendo, pero al mismo tiempo un 20% de tus ciudadanos que ahora tienen otras demandas que ya no son las de la pobreza.
P. ?De esta forma se explica las cr¨ªticas que se han expandido en Chile sobre la transici¨®n? Algo as¨ª como ¡®fuimos presos de nuestro propio ¨¦xito'.
R. Pero es que es una paradoja real. Nunca me voy a olvidar de una frase que le escuch¨¦ a Felipe Gonz¨¢lez cuando perdi¨® las elecciones el 96: ¡°No nos dimos cuenta que en estos 14 a?os hab¨ªamos cambiado Espa?a¡±.
P. Usted asumi¨® en 2000. ?Qu¨¦ obst¨¢culos para gobernar ve en 2020 que no exist¨ªan hace dos d¨¦cadas?
R. De partida, estoy hablando con usted gracias a un aparato que tengo en mi mano, que es distinto al de antes: tengo todo el conocimiento humano acumulado a trav¨¦s de Wikipedia. Tan pronto un l¨ªder me dice una cosa, por este aparato yo lo puedo poner en su lugar mand¨¢ndole un tuit. Me ocurre con frecuencia: me mandan a buena parte.
P. En Twitter.
R. Claro. Y eso significa que hay una relaci¨®n entre el ciudadano y el gobernante infinitamente m¨¢s horizontal que la verticalidad que hab¨ªa antes. Entonces, se va a empezar a gobernar de maneras distintas y no me cabe la menor duda que van a haber nuevas instituciones pol¨ªticas. Siempre la democracia va a ser representativa. Esos representantes, sin embargo, van a tener que establecer alg¨²n mecanismo para aprender a escuchar de una manera m¨¢s directa.
P. Usted no estaba ya en La Moneda cuando el a?o 2007 naci¨® el iPhone. ?El aparato finalmente le gan¨® a la democracia?
R. El aparato, m¨¢s bien, puede ayudar a perfeccionar la democracia. Ahora, otra cosa son las fake news y otros asuntos de diferente envergadura, como la descalificaci¨®n. Pero no es problema ni del aparato ni de Twitter. Lo que ocurre en Chile sucede tambi¨¦n en el resto de Am¨¦rica Latina: la frustraci¨®n es la norma. El hacer del debate p¨²blico una discusi¨®n entre dos opciones, blanco o negro, es muy peligroso. El debate p¨²blico es un poquito m¨¢s complejo.
P. ?C¨®mo cree que ser¨¢ el mundo de la pospandemia?
R. Est¨¢n diciendo que probablemente, a¨²n obteniendo una vacuna, la posibilidad de nuevos virus va a estar largo tiempo con nosotros. Por lo tanto, deber¨ªamos entender que como frente a la gravedad del cambio clim¨¢tico hicimos un gran acuerdo internacional revisado todos los a?os, ha llegado el momento de tener un acuerdo de igual envergadura respecto no del coronavirus, sino de las pandemias.
P. ?Para ponerse de acuerdo sobre qu¨¦?
R. Para discutir, por ejemplo: ?es posible que la pr¨®xima vez la compra de los famosos ventiladores mec¨¢nicos pueda ser hecha anticipadamente por la OMS y que sea una decisi¨®n de los pa¨ªses ver c¨®mo se va a financiar? ?Es posible que el trabajo de una vacuna pueda ser hecho a trav¨¦s de un acuerdo internacional, para no salir cada uno corriendo a ver de d¨®nde la consigo m¨¢s r¨¢pido? En otras palabras: la pandemia es lo suficientemente importante como para que haya un tratado internacional entre pa¨ªses civilizados. Es muy distinto que haya un solo gran poder comprando lo necesario para enfrentarla a trav¨¦s de la OMS u otro organismo, que cada uno se rasque con sus propias u?as, para ocupar una expresi¨®n un poquito vulgar.
P. ?Qu¨¦ papel va a jugar Latinoam¨¦rica en este nuevo mundo que describe? ?Saldremos mejores o nos hundiremos?
R. Am¨¦rica Latina para existir requiere por lo menos que los grandes, que son M¨¦xico y Brasil, est¨¦n un poquito coordinados. Cualquier posici¨®n latinoamericana requiere un acuerdo. ?C¨®mo es posible que no hayamos dicho nada colectivamente como pa¨ªses y un buen n¨²mero de pa¨ªses han aceptado que el pr¨®ximo presidente del Banco Interamericano sea un ciudadano de Estados Unidos? Eso es irrespetar a Latinoam¨¦rica. Lo que ha hecho Estados Unidos me parece inaceptable.
P. En esta segunda parte de sus memorias repasa lo ocurrido en el marco del Consejo de Seguridad en 2003, cuando Chile, siendo usted presidente, no le dio el voto a Bush para invadir Irak. ?Hay espacio para que ahora Latinoam¨¦rica se plante as¨ª ante Trump?
R. Latinoam¨¦rica est¨¢ en condiciones de decir: ¡°Mire, exijo respeto¡±. Algo de esta envergadura deb¨ªa haberse conversado entre todos. Debi¨¦ramos dejar atr¨¢s esta situaci¨®n en donde el nivel de integraci¨®n de Am¨¦rica Latina est¨¢ tan desvanecido.
P. ?D¨®nde se pone la regi¨®n en la pelea China-Estados Unidos?
R. Los latinoamericanos tenemos que poner por delante lo que son los intereses de Am¨¦rica Latina, y Am¨¦rica Latina tiene inversiones de los Estados Unidos muy importantes. Y tambi¨¦n Am¨¦rica Latina tiene exportaciones muy importantes a China. En consecuencia, lo que tenemos que hacer es una pol¨ªtica de total autonom¨ªa. Lo que no podemos aceptar son lecturas de que pertenecemos a la esfera A o a la B.
P. ?Y si hay guerra comercial?
R. Si hay una guerra comercial, bueno, tratemos de defendernos de las esquirlas que nos pueden caer de una guerra, pero a esa guerra nosotros no entramos. Creo que esto es importante decirlo anticipadamente, porque¡ ?vamos a recibir esquirlas de uno y otro seg¨²n c¨®mo nos comportemos? Esto me lleva a algo obvio: Am¨¦rica Latina debe mirar y buscar estrechar lazos con Europa con mayor intensidad, porque ¨Cdig¨¢moslo con cierta franqueza¨C, Europa est¨¢ en el mismo dilema: cu¨¢nto mira hacia China, cu¨¢nto mira hacia Estados Unidos. Tenemos historias y valores comunes que son esenciales en las relaciones internacionales. Y en buena hora que la Uni¨®n Europea est¨¦ fortaleci¨¦ndose, llam¨¦mosle as¨ª. Pr¨¢cticamente todos los pa¨ªses latinoamericanos tenemos alg¨²n entendimiento con Europa y lo ¨²nico que est¨¢ pendiente es el acuerdo con el Mercosur.