La diputada brasile?a Flordelis, una vida de telefilme con un crimen y una acusaci¨®n
La polic¨ªa responsabiliza a la pastora y cantante de organizar el asesinato de su marido, perpetrado por uno de los 55 hijos de la pareja. Fue por motivos econ¨®micos, seg¨²n los investigadores
Cuando Flordelis dos Santos, de 59 a?os, enterr¨® a su marido, asesinado a tiros, estaba en lo m¨¢s alto de su carrera. La brasile?a acababa de ser elegida diputada federal por R¨ªo de Janeiro. Un gran triunfo para esta pastora evang¨¦lica y cantante de g¨®spel famosa desde los a?os noventa por acoger en su hogar a ni?os vulnerables. Ella y su inseparable marido, m¨¢s joven, tambi¨¦n pastor, formaron juntos una inmensa familia de 55 hijos. Esa imagen de la pareja perfecta qued¨® destruida por el crimen....
Cuando Flordelis dos Santos, de 59 a?os, enterr¨® a su marido, asesinado a tiros, estaba en lo m¨¢s alto de su carrera. La brasile?a acababa de ser elegida diputada federal por R¨ªo de Janeiro. Un gran triunfo para esta pastora evang¨¦lica y cantante de g¨®spel famosa desde los a?os noventa por acoger en su hogar a ni?os vulnerables. Ella y su inseparable marido, m¨¢s joven, tambi¨¦n pastor, formaron juntos una inmensa familia de 55 hijos. Esa imagen de la pareja perfecta qued¨® destruida por el crimen.
Durante el entierro, hace a?o y medio, llor¨® desconsolada mientras varios parientes la ayudaban a mantenerse en pie pero, cuando al final de la ceremonia uno de los hijos fue detenido como sospechoso, defendi¨® la inocencia del joven. La diputada Flordelis, como es conocida, ha sido formalmente acusada esta semana de ordenar el asesinato de su pareja, del hombre con el que construy¨® su carrera pol¨ªtica, religiosa y art¨ªstica, Anderson do Carmo, de 42 a?os.
Llegar a su vida como hijo adoptivo no impidi¨® que cambiara de papel para ser su pareja sentimental durante el ¨²ltimo cuarto de siglo. Y padre del resto de la prole. Uno de los hijos est¨¢ encarcelado como autor confeso del crimen; otro, por conseguir la pistola de la que salieron los 30 tiros. Siete v¨¢stagos m¨¢s y hasta una nieta han acabado entre rejas por c¨®mplices. Un final de docuserie para una carrera que hace una d¨¦cada inspir¨® una pel¨ªcula brasile?a. Los detalles filtrados ahora a la prensa brasile?a incluyen visitas de la diputada y el pastor a clubs de intercambio de parejas y dibujan un universo escabroso en el que llegaron a ofrecer a l¨ªderes religiosos extranjeros mantener relaciones con una de sus hijas.
Flordelis, que creci¨® en una de las favelas m¨¢s duras de R¨ªo, se hizo famosa cuando en los noventa adopt¨® a 37 cr¨ªos de la calle que acababan de sobrevivir a una matanza parapolicial. Su empe?o por acoger a ni?os y adolescentes que hasta entonces viv¨ªan hundidos en la miseria, las drogas o la prostituci¨®n la convirti¨® en un personaje. Y a partir de ah¨ª, despeg¨® su carrera. La pel¨ªcula, los discos, incluido uno de oro, hasta que logr¨® entrar en pol¨ªtica por la puerta grande tras varios fracasos. No logr¨® convertirse en concejala ni alcaldesa pero s¨ª consigui¨® gracias a 200.0000 votos un esca?o en el Congreso federal. ¡°No estoy preparada para ir a la c¨¢rcel, ni voy a ir. Soy inocente y estoy segura de que mi inocencia se va a probar en los pr¨®ximos d¨ªas¡±, ha dicho este fin de semana en su primera entrevista tras ser acusada.
¡°La principal motivaci¨®n fue financiera¡±, explica por tel¨¦fono el comisario Allan Duarte, que dirige la investigaci¨®n sobre el asesinato de Do Carmo. ¡°?l era responsable de la gesti¨®n del dinero de la familia y gestionaba la carrera pol¨ªtica, religiosa y art¨ªstica de ella. Y ella no le gustaba c¨®mo la llevaba as¨ª que dise?¨® un plan macabro para quitarle la vida¡±.
El trampol¨ªn desde el que la cantante-pastora dio el salto a la pol¨ªtica fue el Ministerio Flordelis, una iglesia personalista creada por la pareja que en el momento del asesinato del fundador ten¨ªa tres tempos en la periferia en R¨ªo de Janeiro. Las Iglesias brasile?as reciben aut¨¦nticas millonadas a trav¨¦s de las donaciones de sus fieles. Todo el que puede aporta el diezmo. Se paga durante el culto, a menudo con tarjeta de cr¨¦dito o de d¨¦bito.
El comisario Duarte prefiere no estar en cifras concretas cuando se le pregunta por el patrimonio familiar. Asegura desconocerlas.
Flordelis es una diputada irrelevante en un Congreso donde abundan los caciques, los evang¨¦licos suman un quinto de los esca?os y donde ella fue invitada a dar un discurso en el d¨ªa internacional de la adopci¨®n. Seguidora de Bolsonaro, ha apoyado iniciativas para que distintas estancias de la C¨¢mara sean bautizadas en honor a mujeres de trayectorias destacadas.
Tras el crimen, la primera reacci¨®n de la viuda fue mostrarse desolada y culpar a unos desconocidos asaltantes que se hab¨ªan colado en su casa. Un chal¨¦ al final de una calle sin salida en Niteroi, una ciudad asomada a la bah¨ªa de Guan¨¢bara. All¨ª viv¨ªa la pareja con decenas de los hijos, all¨ª fue asesinado el padre y all¨ª se produjeron la mayor¨ªa de las detenciones el lunes pasado. El comisario cont¨® luego que Flordelis se ech¨® a llorar al llegar los agentes, que no pudieron detenerla porque tiene inmunidad parlamentaria.
La diputada decidi¨® matarlo, seg¨²n las pesquisas, porque quer¨ªa tener el control del dinero y de su carrera. Separarse de Do Carmo estaba descartado seg¨²n afirm¨® en un intercambio de mensajes con uno de sus hijos. ¡°?Hacer el qu¨¦? No me puedo separar de ¨¦l, escandalizar¨ªa el nombre de Dios¡±. La investigaci¨®n policial tambi¨¦n ha descubierto que, como en los telefilmes, Flordelis intent¨® envenenar a su marido al menos cuatro veces. Consiguieron que enfermara pero no llegaron a matarlo. Pasaron al plan B, la pistola.
Bajo esa fachada de generosidad y armoniosa familia Flordelis hacia claras distinciones entre sus hijos. ¡°Parte de la familia plane¨® todo el crimen, hab¨ªa dos facciones¡±, explica el comisario Duarte. Los cuatro biol¨®gicos y los mayores entre los adoptados eran considerados de primera clase; conviv¨ªan con los padres, ocupaban puestos en la Iglesia o en la oficina parlamentaria. El resto de la chavaler¨ªa era de segunda clase.
Todos los acusados de participar en el crimen est¨¢n a la sombra menos la diputada aunque, seg¨²n las pesquisas, dise?¨® el plan, puso el dinero para comprar el arma y persuadi¨® a sus hijos. Solo podr¨¢ ser enviada a prisi¨®n preventiva si el Congreso le retira el esca?o, cosa que no es frecuente. Sus se?or¨ªas est¨¢n siempre temerosas de sentar precedente. No es de extra?ar si se tiene en cuenta que hace cuatro a?os m¨¢s de la mitad de ellos ten¨ªa cuentas pendientes con la justicia, la mayor¨ªa por corrupci¨®n.
Aunque los asesinatos no son ajenos al Congreso brasile?o. Una de las mujeres a las que Flordelis pide que se honre es Ceci Cunha, una diputada que fue asesinada en 1998 por encargo de su suplente, que lleg¨® a ocupar brevemente el esca?o. Justo un a?o despu¨¦s lleg¨® a la C¨¢mara Hildebrando Pascoal, conocido como el diputado motosierra, que intent¨® que la inmunidad parlamentaria le evitara rendir cuentas ante la justicia por liderar un grupo de criminales que asesinaba a sus v¨ªctimas con m¨¦todos b¨¢rbaros. Meses despu¨¦s sus colegas lo echaron del Congreso. Fue condenado a m¨¢s de un siglo de c¨¢rcel, que a¨²n cumple, pero en su casa.