Cae la noche en Moria: dormir entre escombros y a ras del suelo
Los incendios en el campo de refugiados de la isla de Lesbos dejan a sus 13.000 habitantes al l¨ªmite en condiciones de vida y sanitarias
Cae la noche en Lesbos y la carretera de Moria es un hervidero de figuras humanas que sortean escombros y camiones. El arc¨¦n y los campos de olivos est¨¢n ocupados por familias y grupos de refugiados que abandonaron esta semana con lo puesto el asentamiento de migrantes de la isla griega. Tres incendios arrasaron el mayor campo de refugiados de Europa, ...
Cae la noche en Lesbos y la carretera de Moria es un hervidero de figuras humanas que sortean escombros y camiones. El arc¨¦n y los campos de olivos est¨¢n ocupados por familias y grupos de refugiados que abandonaron esta semana con lo puesto el asentamiento de migrantes de la isla griega. Tres incendios arrasaron el mayor campo de refugiados de Europa, un agujero negro en la historia de la UE en el que malviv¨ªan 13.000 personas que se han quedado sin techo. ¡°En dos a?os que llevo aqu¨ª, esto es lo peor que he vivido¡±, afirma Ali Ahmed, un somal¨ª de 24 a?os que trabaja como voluntario.
Ciudadanos como el afgano Shokor Rizayi han instalado en el lateral de la carretera una tienda de campa?a donada por una ONG. Rizayi se sienta sobre un cubo de pl¨¢stico y se ilumina con una hoguera alimentada con tablones de maderas procedentes de los despojos del asentamiento calcinado. Perdi¨® todos sus enseres en el incendio y lleva cuatro d¨ªas sin poder lavarse. Rizayi cruz¨® desde Turqu¨ªa a Lesbos hace un a?o. Asegura tener 16 a?os pero no tiene documentaci¨®n que lo demuestre y est¨¢ batallando para que el Ministerio de Migraci¨®n griego as¨ª lo reconozca, para poder beneficiarse de la acogida que est¨¢n ofreciendo pa¨ªses como Francia o Alemania para los menores no acompa?ados de Moria.
Acnur, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, dice que hay 407 menores no tutelados en Moria, aunque Rizayi da por hecho que son muchos m¨¢s. Mientras explica esto, un ni?o cruza arrastrando una caja atada a un cordel y un viejo colch¨®n.
¡°Hay mujeres embarazadas durmiendo a ras de suelo, y solo hay dos m¨¦dicos en la zona, de M¨¦dicos Sin Fronteras¡±, afirma Ali Ahmed, que trabaja como voluntario en la ONG danesa Team Humanity. Las instalaciones de la ONG dan cobijo a 500 personas que huyeron de sus campamentos cuando los devoraban las llamas. En el acceso al ¨¢rea de Team Humanity hay un trasiego constante de refugiados que se acercan a pedir alimentos, ropa y material higi¨¦nico.
Dentro del recinto, las 150 familias all¨ª acogidas han vuelto a acampar, otra vez sin espacio para un m¨ªnimo margen de intimidad. Ali corrobora la amenaza que han subrayado estos d¨ªas Acnur y M¨¦dicos Sin Fronteras: el riesgo de una ola de infecciones de la covid-19 es elevado. ¡°Es imposible mantener la distancia de seguridad, la gente no tiene agua para lavarse, y mucho menos material sanitario¡±. El primer positivo se detect¨® en Moria este septiembre y, seg¨²n las autoridades griegas, antes del incendio hab¨ªan reportado ya 35 infectados. El Ministerio de Migraci¨®n asegur¨® el viernes que hab¨ªan perdido el contacto con los enfermos, que se manten¨ªan en cuarentena.
Periodistas, funcionarios de Naciones Unidas y voluntarios de ONG aterrizan estos d¨ªas en tropel en Mitilene, la capital de Lesbos. Por la carretera de Moria circulaban durante la noche camiones, excavadoras y convoyes del Ej¨¦rcito, dedicados a levantar un nuevo campo de acogida temporal. Los faros de los veh¨ªculos iluminaban a familias que se acercaban a los periodistas para pedir auxilio o advertir de la enfermedad de alg¨²n allegado al que nadie puede atender. Sirios y afganos en su mayor¨ªa, tambi¨¦n paquistan¨ªes, iraqu¨ªes, iran¨ªes y congole?os, formaban corrillos a lo largo de la carretera, separados por su cultura y procedencia, pero compartiendo la oscuridad y la incertidumbre.
La tensi¨®n est¨¢ lejos de amainar en Lesbos. La polic¨ªa dispers¨® por la ma?ana con gases lacrim¨®genos una protesta en la que varios centenares de refugiados ped¨ªan soluciones a su situaci¨®n. Sin suficiente comida y agua, duermen a la intemperie en campos y arcenes de las carreteras. Y se oponen a la construcci¨®n de un nuevo campamento que prepara el Gobierno heleno.
¡°Hay mucha tensi¨®n, la polic¨ªa est¨¢ disparando gas lacrim¨®geno¡±, contaba por tel¨¦fono Clement, un refugiado nigeriano, informa Andr¨¦s Mourenza. Seg¨²n el diario griego To Vima, los refugiados lanzaron piedras y los agentes antidisturbios utilizaron el gas para dispersarlos. Clement asegur¨® que ¨¦l no vio ning¨²n lanzamiento de piedras y que no entend¨ªa por qu¨¦ la polic¨ªa carg¨® contra ellos trat¨¢ndose de una protesta ¡°pac¨ªfica¡±.
¡°[A los polic¨ªas] no parec¨ªa importarles que hubiera ni?os entre los manifestantes, han lanzado much¨ªsimo gas¡±, afirm¨®. En las redes sociales circularon varios v¨ªdeos de periodistas presentes en la marcha y de los propios refugiados que mostraban a cientos de personas, muchas de ellas mujeres y ni?os, portando carteles en los que se pod¨ªa leer: ¡°No queremos volver a ir a un infierno como Moria¡±. En las mismas im¨¢genes se ve¨ªa c¨®mo la polic¨ªa lanzaba el gas.
Este incendio ha puesto de nuevo el foco en la ineficaz respuesta de la Uni¨®n Europea al desaf¨ªo migratorio y en la nula capacidad de acuerdo de sus miembros. Mientras una decena de pa¨ªses, encabezados por Francia y Alemania, anunciaron esta semana que acoger¨¢n a 400 menores no acompa?ados que malviv¨ªan en Moria, hay otros como Austria que ya han anunciado que se oponen totalmente a su reubicaci¨®n. El Gobierno heleno -a pesar del malestar de los vecinos de Lesbos- rechaza cualquier traslado masivo fuera de la isla, ubicada a tan solo 24 kil¨®metros de la costa turca. El viernes, Margaritis Schinas, vicepresidente de la Comisi¨®n Europea, declar¨® que el Ejecutivo comunitario presentar¨¢ su propuesta para un nuevo pacto de migraci¨®n y asilo que deber¨¢ ser ¡°duradero y eficaz¡±.