Las conspiraciones de QAnon prenden en Canad¨¢
Considerado una amenaza de terrorismo dom¨¦stico en EE UU, el movimiento cala entre la oposici¨®n radical al premier canadiense, Justin Trudeau
La letra Q se ha convertido en s¨ªmbolo de las pancartas de los m¨ªtines de Donald Trump, presidente de Estados Unidos. Tambi¨¦n aparece en pegatinas, camisetas y bandera. Tanta parafernalia refleja la popularidad de QAnon, una agrupaci¨®n que promueve teor¨ªas conspirativas y que, incluso podr¨ªa contar pr¨®ximamente con una representante en el Capitolio. Canad¨¢, el vecino del norte, navega en aguas pol¨ªticas distintas, m¨¢s proclives a la tolerancia y al consenso. Sin embargo...
La letra Q se ha convertido en s¨ªmbolo de las pancartas de los m¨ªtines de Donald Trump, presidente de Estados Unidos. Tambi¨¦n aparece en pegatinas, camisetas y bandera. Tanta parafernalia refleja la popularidad de QAnon, una agrupaci¨®n que promueve teor¨ªas conspirativas y que, incluso podr¨ªa contar pr¨®ximamente con una representante en el Capitolio. Canad¨¢, el vecino del norte, navega en aguas pol¨ªticas distintas, m¨¢s proclives a la tolerancia y al consenso. Sin embargo, no ha sido raz¨®n suficiente para evitar la presencia de QAnon en su territorio.
Nacida en octubre de 2017 en foros de la red frecuentados por la extrema derecha estadounidense, QAnon ha puesto el list¨®n muy alto respecto a disparates y falsedades. Un individuo nombrado Q ¨Clos adeptos creen que es un funcionario con acceso a los mayores arcanos- asegura poseer informaci¨®n sobre la existencia de una red global de pederastas sat¨¢nicos integrada, entre otros, por miembros del Partido Dem¨®crata, estrellas de Hollywood y millonarios. Adem¨¢s, este mal¨¦fico grupo dirige un ¡°Estado profundo¡± (con apoyo de personal gubernamental y medios de comunicaci¨®n) para apoderarse de la Casa Blanca. Sin embargo -y aqu¨ª los seguidores de QAnon suspiran de alivio- Trump est¨¢ peleando una guerra secreta contra estos malhechores que tendr¨¢n como destino final las celdas de Guant¨¢namo.
QAnon pronto sum¨® seguidores en Canad¨¢; primero en las catacumbas de internet; despu¨¦s, en redes sociales. A finales de 2018, centenares de personas protestaron en varias ciudades canadienses (principalmente en las provincias de Alberta, Manitoba y Saskatchewan) portando chalecos amarillos, emblema del movimiento franc¨¦s que lleva ese nombre. Sus cr¨ªticas estaban dirigidas al Gobierno de Justin Trudeau, al que acusan de no apoyar con suficiente vigor a la industria petrolera y de ser laxo en temas migratorios. Algunos manifestantes exhib¨ªan la Q de QAnon, al igual que WWG1WGA (iniciales en ingl¨¦s de: ¡°donde vamos uno, vamos todos¡±, uno de sus lemas m¨¢s conocidos). Por primera vez, estos s¨ªmbolos se paseaban por las calles de Canad¨¢.
Edwin Hodge, profesor de sociolog¨ªa en la Universidad de Victoria (Columbia Brit¨¢nica), estudia teor¨ªas de la conspiraci¨®n y grupos de extrema derecha. Para Hodge, un aspecto que explica la presencia de QAnon en suelo canadiense es el estrecho contacto cultural y digital entre Estados Unidos y Canad¨¢, pese a las evidentes diferencias pol¨ªticas. Hodge afirma tambi¨¦n que muchos movimientos conspirativos enfatizan las narrativas relacionadas con supuestos proyectos a escala global. ¡°Estos movimientos, especialmente los adaptables como QAnon, conservan su atractivo incluso cuando se trasplantan a otros pa¨ªses¡±, apunta.
Uno de los carteles m¨¢s llamativos de los ¡°chalecos amarillos¡± canadienses -decorado con la Q- indicaba: ¡°Trudeau nos ha vendido a la ONU¡±, en referencia al Pacto Mundial para la Migraci¨®n de Marrakech, suscrito por Canad¨¢, pero sin vinculaci¨®n legal y que no implica cambios en las pol¨ªticas migratorias. El elemento m¨¢s significativo de los seguidores canadienses de QAnon consiste en asociar al Gobierno liberal (tambi¨¦n por momentos a partidos de oposici¨®n y autoridades provinciales) con una supuesta agenda mundial dise?ada bajo las sombras. As¨ª, Justin Trudeau es considerado un aliado del ¡°Estado profundo¡±, de la misma forma que Angela Merkel. Pero Trudeau, seg¨²n seguidores de QAnon, tambi¨¦n protege a esos c¨ªrculos ped¨®filos que practican el satanismo y est¨¢ detr¨¢s de la muerte de Barry y Honey Sherman, los millonarios asesinados en diciembre de 2017 en Toronto.
Roxane Martel-Perron, directora educativa del Centro de prevenci¨®n de la radicalizaci¨®n violenta de Montreal, comenta: ¡°Existe un fuerte inter¨¦s hacia QAnon por los supuestos planes secretos de los Gobiernos, pero tambi¨¦n ha inspirado se?alamientos infundados sobre pedofilia. Basta recordar el caso de acoso en redes sociales a un caf¨¦ de la regi¨®n de Charlevoix¡±. Martel-Perron se refiere a un establecimiento en la localidad de Baie-Saint-Paul (Quebec) que en agosto pasado recibi¨® mensajes cargados de inquina, ya que supuestamente su logotipo est¨¢ asociado con grupos ped¨®filos.
La pandemia ha llevado a QAnon en Canad¨¢ a otro nivel. ¡°Trudeau quiere imponer el comunismo. Las restricciones por la covid-19 no tienen que ver con el virus.¡±, figura en el muro de un grupo de Facebook. Diversas manifestaciones contra el uso de la mascarilla han tenido lugar en ciudades canadienses (Montreal, Ottawa, Vancouver, Calgary, Winnipeg). Varios de los asistentes han portado la Q y otras referencias a QAnon.
En estas protestas tambi¨¦n han participado miembros de agrupaciones de la extrema derecha (como Soldados de Od¨ªn y La Manada). Estos colectivos muestran su rechazo a las pol¨ªticas migratorias en vigor y al multiculturalismo, en discursos que rayan la xenofobia; se definen como ¡°patriotas¡± y ¡°defensores de la libertad¡±. No sorprende su simpat¨ªa hacia QAnon.
Edwin Hodge comenta: ¡°La pandemia exacerb¨® el tipo de estresores psicol¨®gicos y sociol¨®gicos que inclinan a algunas personas hacia el pensamiento conspirativo. Hay gran cantidad de evidencias de que estos movimientos y creencias crecen durante tiempos de agitaci¨®n social, pol¨ªtica y econ¨®mica como los que estamos viviendo¡±. Hodge subraya que, pese a que QAnon exist¨ªa antes del coronavirus, creci¨® con el confinamiento. ¡°Debido a que la pandemia ha mantenido a las personas en sus hogares y en l¨ªnea durante largo tiempo, el alcance del movimiento ha aumentado¡±, agrega. ¡°Es un periodo f¨¦rtil para las teor¨ªas conspirativas. Muchas personas no conoc¨ªan a QAnon hace un a?o. Es evidente que ha ganado visibilidad¡±, dice Martel-Perron.
El pasado 2 de julio, Corey Hurren (oriundo de Manitoba) fue detenido tras estrellar su camioneta sobre una reja que daba acceso a la residencia de Trudeau. El primer ministro y su familia estaban aquel d¨ªa en otro sitio. Hurren, cuyas cuentas en redes sociales han difundido publicaciones de la teor¨ªa de la Q, portaba varias armas de fuego. En mayo de 2019, el FBI design¨® a QAnon como una amenaza terrorista interna.
De acuerdo a un informe de la polic¨ªa de Quebec, entre el 15 de marzo y el 15 de septiembre, este cuerpo de seguridad recibi¨® 300 se?alamientos por amenazas v¨ªa internet a diputados de la asamblea provincial (53 en el mismo periodo de 2019). El ¨®rgano legislativo adopt¨® de forma un¨¢nime una moci¨®n para denunciar estos mensajes, as¨ª como para reconocer que las autoridades deben actuar contra el auge de las teor¨ªas de la conspiraci¨®n. Seg¨²n la cadena CBC, algunos de los autores de estas amenazas han compartido contenidos de QAnon en distintas plataformas.
Hodge considera que el v¨ªnculo entre QAnon en Canad¨¢ y la violencia sigue siendo ¡°relativamente raro¡±. ¡°Esto no quiere decir que no exista o que no crecer¨¢, pero el movimiento est¨¢ m¨¢s presente, por el momento, en l¨ªnea. Deber¨ªa preocuparnos la relativa facilidad con la que QAnon se est¨¢ extendiendo en el pa¨ªs; es una prueba de que los canadienses son tan susceptibles de caer en creencias marginales como los estadounidenses¡±, se?ala. ¡°Hemos constatado que las teor¨ªas de la conspiraci¨®n pueden en varios casos formar parte del proceso de radicalizaci¨®n violenta. Por eso es necesario trabajar en la prevenci¨®n¡±, concluye Martel-Perron.