La paliza mortal de dos guardas blancos a un cliente negro pone el foco en el racismo en Brasil

La muerte de un cliente negro frente a un supermercado por una paliza a manos de dos guardas blancos horas antes de que este viernes Brasil celebrara el D¨ªa de la Conciencia Negra se ha convertido en un potente recordatorio del racismo cotidiano, reflejado tambi¨¦n en las muertes del coronavirus. Los v¨ªdeos que circulan por redes muestran c¨®mo uno de los agresores pega reiterados pu?etazos en la cara a Jo?o Alberto Freitas, de 40 a?os, mientras el otro le agarra el cuello a las puertas de un Carrefour en Porto Alegre, una ciudad del Brasil m¨¢s blanco. Ambos est¨¢n detenidos. El suceso se ha colado tambi¨¦n en la campa?a de las municipales.

La polic¨ªa a¨²n investiga los detalles de lo ocurrido, pero seg¨²n una comisaria de polic¨ªa citada por la prensa local, ambos hombres trabajaban para Carrefour y llegaron a presionar con sus rodillas a la v¨ªctima cuando ya estaba en el suelo. Los primeros indicios recabados por los investigadores se?alan que todo comenz¨® con una discusi¨®n entre el cliente, que estaba de compras con su esposa, y la cajera, que llam¨® a seguridad. Los dos guardas, uno de ellos polic¨ªa militar, fueron detenidos all¨ª mismo. La empresa Carrefour conden¨® inmediatamente la agresi¨®n y anunci¨® que rompe su contrato con la compa?¨ªa que los empleaba.

El 20 de noviembre es un festivo oficial, el d¨ªa en que Brasil reflexiona con datos y testimonios sobre el legado de la esclavitud, abolida hace 130 a?os. La fecha conmemora la muerte de Zumbi, que lider¨® un alzamiento de esclavos. Este a?o la conmemoraci¨®n llega lastrada como todo por el coronavirus, pero con el impulso a?adido de las grandes protestas antirracistas de Estados Unidos y el avance ¡ªt¨ªmido¡ª de la elecci¨®n de alcaldes y concejales negros en la primera vuelta de las municipales, el domingo pasado.

Allegados de la v¨ªctima han convocado una protesta este viernes ante el supermercado, cerrado, y el gobernador del estado, Rio Grande do Sul, y los dos candidatos a la alcald¨ªa de Porto Alegre se apresuraron a condenar la agresi¨®n. Sobre la cuesti¨®n de fondo, el vicepresidente del Gobierno, Hamilton Mour?o, declar¨®: ¡°En Brasil no existe el racismo. Lo digo porque viv¨ª en EEUU, y all¨ª s¨ª que tienen. Lo que tenemos aqu¨ª es desigualdad¡±.

Es esa la coyuntura en la que la mortal agresi¨®n contra Freitas ha saltado a los titulares de la prensa. Una relevancia bien distinta de la escasa repercusi¨®n que tienen a menudo sucesos similares o las miles de muertes que se producen en operaciones policiales cada a?o y que se ceban especialmente en j¨®venes negros de favelas.

Este viernes tambi¨¦n son noticia nacional las amenazas de muerte contra la primera concejala negra elegida en Joinville, una ciudad del Estado m¨¢s blanco de Brasil, poblado en el siglo XX por inmigrantes alemanes. Una de ellas dec¨ªa: ¡°Ahora solo falta que la maten para que entre un suplente blanco¡±. Parad¨®jicamente ese mismo estado, Santa Catarina, eligi¨® en 1934 a la primera diputada negra, la educadora Antonieta de Barros.

Poco han avanzado sus pares desde entonces como bien ilustra el tuit de un senador esta semana: ¡°El perfil del elector brasile?o es mayoritariamente de mujeres negras, con educaci¨®n b¨¢sica y 37 a?os. Pero el perfil del electo es un hombre blanco con educaci¨®n superior y 49 a?os¡±.

Los brasile?os han elegido en las municipales, que tienen segunda vuelta el d¨ªa 29, m¨¢s concejales negros que nunca, pero el aumento es t¨ªmido pese a las cuotas: del 42% al 45%. Queda a¨²n lejos de su peso real porque suponen m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n. En Brasil el t¨¦rmino negro incluye por lo general a las personas mestizas. Como cada uno decide c¨®mo se declara, para estos comicios miles de candidatos cambiaron de raza para oscurecerse o blanquearse. Los partidos suelen burlar las cuotas con candidaturas fraudulentas.

Las estad¨ªsticas muestran sistem¨¢ticamente que los negros brasile?os mueren antes, viven en peores condiciones, enferman m¨¢s, cobran menos¡­ que sus compatriotas blancos o nipo-brasile?os. En cambio, est¨¢n sobrerepresentados entre los desempleados y las v¨ªctimas de la violencia.

Arrecian los llamamientos al boicot de Carrefour que se vio envuelto en un incidente distinto al de ahora, pero que tambi¨¦n levant¨® ampollas. Un vendedor de una marca que ofrec¨ªa productos en los pasillos de uno de sus supermercados sufri¨® un infarto, falleci¨® all¨ª mismo y los responsables de la tienda taparon el cad¨¢ver con varias sombrillas y lo rodearon con cajas de cerveza hasta la hora del cierre.