Golpe de Estado en Myanmar: el ej¨¦rcito asegura que ocupar¨¢ el poder hasta nuevas elecciones en un a?o
Los militares detienen a Aung San Suu Kyi, premio Nobel de la Paz, junto a otros dirigentes civiles. Los militares justifican su acci¨®n como ¡°respuesta a las denuncias de fraude¡± en los ¨²ltimos comicios
Myanmar, la antigua Birmania, comienza esta semana con incertidumbre y volviendo una d¨¦cada atr¨¢s en el tiempo. De madrugada, su Ej¨¦rcito, que hab¨ªa ocupado el gobierno entre 1962 y 2011 y a¨²n manten¨ªa grandes cotas de poder, ha perpetrado un golpe de Estado para zanjar su desacuerdo con el triunfo electoral del 8 de noviembre de la jefa del gobierno de hecho, ...
Myanmar, la antigua Birmania, comienza esta semana con incertidumbre y volviendo una d¨¦cada atr¨¢s en el tiempo. De madrugada, su Ej¨¦rcito, que hab¨ªa ocupado el gobierno entre 1962 y 2011 y a¨²n manten¨ªa grandes cotas de poder, ha perpetrado un golpe de Estado para zanjar su desacuerdo con el triunfo electoral del 8 de noviembre de la jefa del gobierno de hecho, Aung San Suu Kyi, de 75 a?os, y de su partido, la NLD (siglas en ingl¨¦s de la Liga Nacional por la Democracia). Los l¨ªderes civiles, incluida la propia premio Nobel de la Paz; el presidente, Win Myint, y los gobernadores de las distintas regiones, se encuentran detenidos. El estado de emergencia, que deja el control del pa¨ªs al jefe del Estado Mayor, Min Aung Hlain, se prolongar¨¢ al menos un a?o, hasta la celebraci¨®n de nuevas elecciones. El pa¨ªs regresa as¨ª a la situaci¨®n de gobierno militar en la que estuvo antes de que comenzase el lento e incompleto proceso de transici¨®n democr¨¢tica en 2011.
En un comunicado distribuido por redes sociales, con el nombre pero no la firma de la consejera de Estado, Aung San Suu Kyi, la NLD ha condenado el golpe como un regreso a la dictadura y ha pedido a la poblaci¨®n que ¡°resista con firmeza¡± a la acci¨®n militar.
Las calles de las principales ciudades, Yang¨®n -la capital econ¨®mica- y Naypidaw -la capital pol¨ªtica- se encontraban en tensa calma este lunes, seg¨²n varios testigos y v¨ªdeos que circulaban por las redes. Las banderas que en los ¨²ltimos d¨ªas hab¨ªan ondeado en apoyo a la NLD de Suu Kyi hab¨ªan desaparecido de las calles. Aunque en un primer momento se interrumpieron las comunicaciones telef¨®nicas e Internet funcionaba de manera espor¨¢dica, la situaci¨®n se corrigi¨® a las pocas horas. Aun as¨ª, los bancos suspendieron sus operaciones. Las embajadas de los pa¨ªses occidentales recomendaban a sus ciudadanos residentes que permanecieran en sus domicilios y no salieran a la calle si no resultaba imprescindible.
¡°Hab¨ªa colas muy largas en los bancos y los supermercados, no queda mucho que poder llevarse en las tiendas. Se est¨¢ comprando compulsivamente¡±, apunta Arpita H Kolb, una ciudadana singapurense que reside en Yang¨®n desde hace cinco a?os junto a su marido y dos hijos peque?os. Asegura que, de momento, la situaci¨®n es de aparente tranquilidad, pero sabe que puede cambiar en cualquier momento. Sin acceso a l¨ªneas telef¨®nicas, la ¨²nica manera de estar comunicada y recibir noticias sobre lo que ocurre es tener una conexi¨®n wifi. Al no haber vuelos comerciales disponibles, la ¨²nica opci¨®n es quedarse en Yang¨®n y ver qu¨¦ sucede. ¡°La gente est¨¢ muy decepcionada y sorprendida de que los militares hayan dado un paso tan dr¨¢stico. Las cosas han cambiado literalmente de la noche a la ma?ana¡±, apunta.
El Tatmadaw, el Ej¨¦rcito birmano, ha justificado su asonada apelando al art¨ªculo 417 de la Constituci¨®n vigente, de 2008 y redactada por los militares antes de comenzar el proceso de cesi¨®n parcial del poder. Ese apartado autoriza a las fuerzas armadas a hacerse con el poder si consideran en grave peligro la unidad del pa¨ªs. El ¡°grave peligro¡±, en este caso, era el resultado de las elecciones que se hab¨ªan celebrado en noviembre, las segundas en la era de transici¨®n democr¨¢tica: la NLD de Suu Kyi hab¨ªa repetido la avalancha de votos a favor que ya logr¨® en las de 2015. En noviembre, esta formaci¨®n se hizo con el 83% de los 476 esca?os en el Parlamento, mientras que el partido de los militares, el Partido de la Solidaridad y Desarrollo de la Uni¨®n (USDP) solo consigui¨® 33 esca?os. Un golpe al dif¨ªcil equilibrio entre el gobierno civil y los mandos militares, que planificaron la transici¨®n con la idea de mantener siempre su importante cuota de poder.
El resultado dejaba claro que, pese a su desprestigio en el exterior por la represi¨®n contra la minor¨ªa rohiny¨¢ ¡ªentre otros factores¡ª, Suu Kyi, hija del l¨ªder de la independencia birmana Aung San, manten¨ªa su inmensa popularidad inc¨®lume en Myanmar.
Desde entonces, y en unas maniobras llamativamente similares a la respuesta de Donald Trump en las elecciones estadounidenses, el estamento militar y su formaci¨®n pol¨ªtica, el Partido para la Solidaridad y el Desarrollo de la Uni¨®n (USDP), hab¨ªan rechazado aceptar el resultado, alegando que se hab¨ªa cometido un inmenso fraude. M¨¢s de 10,5 millones de votos, alegaban, eran sospechosos.
¡°Aunque el Ej¨¦rcito anticip¨® que podr¨ªan perder comicios contra la NLD ¡ªy con ello en mente redactaron la Constituci¨®n actual, que impide a Suu Kyi ser presidenta oficialmente¡ª, despu¨¦s del humillante resultado que obtuvieron en las ¨²ltimas se han dado cuenta de que puede que no ganen nunca m¨¢s unas elecciones¡±, apunta Aaron Connelly, director del programa del sureste asi¨¢tico del Instituto Internacional de Estudios Estrat¨¦gicos (IISS).
Pese a que la Comisi¨®n Electoral Nacional asegur¨® que la cita con las urnas se desarroll¨® de manera perfectamente leg¨ªtima, el tira y afloja fue en aumento entre la NLD y las fuerzas armadas. La semana pasada, unas declaraciones de un portavoz militar hac¨ªan surgir el espectro de un golpe, al apuntar la posibilidad de suspender la Constituci¨®n si no se tomaban medidas para corregir el supuesto fraude. No obstante, el fin de semana, un comunicado del Tatmadaw aseguraba que el Ej¨¦rcito acatar¨ªa la Carta Magna y negaba que quisiera obstaculizar la transici¨®n democr¨¢tica, en lo que parec¨ªa una rama de olivo al gobierno civil.
Las detenciones de los l¨ªderes en sus residencias de Naypidaw durante la madrugada ocurrieron solo horas antes de que el Parlamento tuviera prevista su sesi¨®n inaugural. ¡°Es un intento de golpe militar, aunque el Ej¨¦rcito birmano puede afirmar que no lo es¡±, hab¨ªa declarado tras las detenciones al peri¨®dico de Yang¨®n The Irrawaddy el portavoz de la NLD, Myo Nyunt.
En la legislatura que se iniciaba, Suu Kyi y su partido ten¨ªan como objetivo promover la reforma constitucional. Tambi¨¦n era clave el proceso de reconciliaci¨®n con las decenas de guerrillas que luchan por la autonom¨ªa dentro del pa¨ªs.
Pese a la celebraci¨®n de elecciones, y los triunfos sucesivos de la NLD, el Ej¨¦rcito ha retenido un importante control del pa¨ªs, amparado por las provisiones en la Constituci¨®n. La ley birmana reserva el 25% de los esca?os en el Parlamento a los militares, que cuentan con poder de veto sobre las enmiendas legislativas. Las fuerzas armadas tambi¨¦n se reservan los ministerios de Interior, Defensa y Fronteras.
Al declarar el estado de emergencia, el Tatmadaw ha asegurado que, transcurrido un a?o, se celebrar¨¢n nuevas elecciones y entonces entregar¨¢ el poder al vencedor de esos comicios. Una promesa acogida con escepticismo entre quienes reclaman menos poder para el estamento militar.
¡°Se acaban de abrir las puertas a un futuro muy distinto¡±, opinaba el historiador y escritor de origen birmano Thant Myint-U. ¡°Tengo el inquietante sentimiento de que nadie podr¨¢ controlar de verdad lo que ocurra a partir de ahora. Y recuerden que Myanmar es un pa¨ªs con abundancia de armas, con profundas divisiones entre grupos religiosos y ¨¦tnicos, donde millones de personas apenas se pueden alimentar¡±.
Connelly, por su parte, es algo menos pesimista. Advierte que, a diferencia de hace diez a?os ¡ªcuando Myanmar inici¨® su transici¨®n democr¨¢tica¡ª, el pa¨ªs ya no se encuentra aislado del mundo y el Ej¨¦rcito puede infravalorar el poder de las redes sociales y el apoyo popular a la NLD. ¡°Podr¨ªa haber protestas, pero las personas que podr¨ªan dirigirlas est¨¢n siendo detenidas tambi¨¦n¡±, apunta el experto.
De momento, y a la espera de ver qu¨¦ medidas exactamente toma el nuevo Gobierno militar, numerosos pa¨ªses occidentales, con Estados Unidos y la Uni¨®n Europea al frente, han exigido la puesta en libertad de los l¨ªderes pol¨ªticos civiles y la vuelta al proceso democr¨¢tico. ¡°El resultado de las elecciones debe respetarse y el proceso democr¨¢tico ha de recuperarse¡±, ha declarado el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. El Gobierno brit¨¢nico ha convocado al embajador birmano en Londres. Por su parte, Naciones Unidas ha declarado su temor a que el golpe militar deteriore la situaci¨®n de cientos de miles de rohiny¨¢s.
Entre sus vecinos asi¨¢ticos ¡ªalgunos de ellos, tambi¨¦n bajo gobiernos militares o dictaduras de hecho¡ª, la respuesta fue mucho m¨¢s contemporizadora. Y China, la gran potencia regional, que mantiene importantes intereses econ¨®micos en Myanmar ¡ªdesde oleoductos y gasoductos a proyectos de redes de transporte¡ª, se limit¨® a pedir que las partes implicadas resuelvan sus diferencias ¡°bajo el manto de la Constituci¨®n¡± y mantengan la estabilidad del pa¨ªs.
Pek¨ªn mantuvo buenas relaciones con la junta militar birmana durante los tiempos de la dictadura, pero tambi¨¦n entabl¨® lazos muy cordiales con Suu Kyi y su Gobierno, especialmente despu¨¦s de que Occidente le diera la espalda a ra¨ªz de la represi¨®n militar contra los rohiny¨¢s en 2017 que oblig¨® a 730.000 miembros de esta minor¨ªa a huir a Banglad¨¦s. El ministro de Exteriores chino, Wang Yi, visit¨® Myanmar hace solo tres semanas, en una estancia en la que su agenda de reuniones incluy¨® tanto a la consejera de Estado como al nuevo l¨ªder militar, Min Aung Hlain.
Biden califica el golpe de "asalto directo a la democracia"
Se trata del primer estallido institucional en el extranjero al que se enfrenta Biden desde que asumi¨® el cargo, hace menos de dos semanas, y servir¨¢ para poner a prueba su nueva estrategia geopol¨ªtica, que prometi¨® devolver al campo de la cooperaci¨®n. Este lunes ha llamado a la comunidad internacional a ¡°unirse en una sola voz¡± para presionar al Ej¨¦rcito con el fin de que abandone el ¡°poder que ha arrebatado¡± y libere a los activistas detenidos.