La UE pide una reforma urgente de los organismos internacionales para salvar el orden multilateral

Sin Donald Trump en la Casa Blanca pero con Donald Trump en mente. La Comisi¨®n Europea ha aprobado este mi¨¦rcoles un documento con su estrategia para acelerar la reforma de los organismos multilaterales, desde la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas (ONU) a la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC) o el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial. Bruselas quiere aprovechar la derrota electoral del populismo en Estados Unidos para modernizar todas esas instituciones y ...

Sin Donald Trump en la Casa Blanca pero con Donald Trump en mente. La Comisi¨®n Europea ha aprobado este mi¨¦rcoles un documento con su estrategia para acelerar la reforma de los organismos multilaterales, desde la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas (ONU) a la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC) o el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial. Bruselas quiere aprovechar la derrota electoral del populismo en Estados Unidos para modernizar todas esas instituciones y blindar as¨ª el orden multilateral ante futuros embates desde Washington u otras capitales. Entre los cambios significativos propuestos por la Comisi¨®n figura un endurecimiento de los criterios para acceder al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, con el objetivo de evitar que reg¨ªmenes autoritarios o represores ocupen alguno de los 47 asientos disponibles.

La estrategia de la UE ha sido elaborada por el Alto Representante para Pol¨ªtica Exterior, Josep Borrell, y por la comisaria europea de Asociaciones Internacionales, Jutta Urpilainen. Borrell cree que ¡°en una ¨¦poca de creciente escepticismo, debemos demostrar el beneficio y relevancia del sistema multilateral¡±.

El documento considera que no solo es imprescindible preservar el orden multilateral forjado en gran parte durante la segunda mitad del siglo XX, sino que es necesario extenderlo a nuevas ¨¢reas como ¡°la fiscalidad internacional, la cooperaci¨®n digital, la protecci¨®n del consumidor, la degradaci¨®n medioambiental, los oc¨¦anos, la gobernanza de los recursos naturales y la seguridad y sostenibilidad de las materias primas, as¨ª como las tecnolog¨ªas verdes y las energ¨ªas renovables¡±.

La Comisi¨®n parte de la premisa de que el mundo se encuentra en plena transici¨®n y de que los principios b¨¢sicos del derecho internacional, la democracia y el Estado de derecho est¨¢n en entredicho. El contexto global se caracteriza, adem¨¢s, ¡°por unas relaciones cada vez m¨¢s enfrentadas y unilaterales entre las grandes potencias¡±, seg¨²n la Comisi¨®n. El resultado, a?ade el organismo, ¡°es un mundo m¨¢s impredecible y desigual¡±.

Bruselas plantea como soluci¨®n una ofensiva diplom¨¢tica y estrat¨¦gica para adaptar los organismos internacionales a la nueva realidad y garantizar su efectividad y resistencia ante posibles ataques como los sufridos durante los cuatro a?os de Donald Trump como presidente de EE UU.

El primer objetivo de la UE es completar la reforma de Naciones Unidas, lanzada el a?o pasado por su secretario general, Ant¨®nio Guterres, con motivo del 75? aniversario de la organizaci¨®n. ¡°El mundo ya no se parece a como era cuando se fund¨® la ONU¡±, sentencia el documento de Borrell. La Comisi¨®n aboga por un sistema ¡°que rinda cuentas, m¨¢s transparente y m¨¢s eficiente¡±.

Bruselas considera imprescindible revitalizar la Asamblea General e, incluso, introducir grandes cambios en el Consejo de Seguridad, el n¨²cleo duro del organismo donde EE UU, Rusia, China, el Reino Unido y Francia disfrutan de un puesto permanente y de derecho de veto. La Comisi¨®n se?ala que una reforma global del Consejo ¡°ser¨¢ esencial para garantizar que Naciones Unidas puede hacer frente de verdad a sus responsabilidades en el siglo XXI¡±.

Resistencias internas

El Consejo refleja el orden mundial surgido en 1945 tras el final de la Segunda Guerra Mundial. Pero los pa¨ªses relegados a un segundo escal¨®n, como Alemania, Jap¨®n, la India o Brasil, pugnan desde hace 30 a?os por un nuevo reparto de poder. El propio impulso de Bruselas para introducir cambios podr¨ªa toparse con oposici¨®n interna, porque Francia siempre se ha resistido a ceder su puesto o a compartirlo con Alemania o con el conjunto de la UE.

Bruselas tambi¨¦n quiere cambios en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el ¨®rgano encargado de la promoci¨®n y protecci¨®n de los derechos humanos y al que EE UU regresar¨¢ tras la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca. La Comisi¨®n propone un mayor escrutinio p¨²blico de la actividad del Consejo y que sus 47 pa¨ªses miembros sean elegidos sobre compromisos concretos con los derechos humanos. La integridad y credibilidad del ¨®rgano se ha visto cuestionada en numerosas ocasiones, tanto bajo su antigua denominaci¨®n como Comisi¨®n (1946-2006) como con la actual de Consejo (creado en 2006).

La Comisi¨®n de Derechos Humanos lleg¨® a estar presidida por la Libia de Muamar el Gadafi, en 2003. En el Consejo actual se sientan desde la Rusia de Vlad¨ªmir Putin a la Venezuela de Nicol¨¢s Maduro, el Brasil de Jair Bolsonaro o las Filipinas de Rodrigo Duterte.

Las reformas, seg¨²n Bruselas, tambi¨¦n deber¨ªan extenderse a la OMS, para dotarla de m¨¢s recursos, mayor independencia y capacidad de respuesta ante emergencias sanitarias. La reforma de la OMC, empantanada desde hace a?os, tambi¨¦n deber¨ªa completarse para facilitar unas relaciones comerciales m¨¢s estables y predecibles, factor que, seg¨²n la Comisi¨®n, puede resultar clave para la recuperaci¨®n econ¨®mica tras el devastador impacto de la pandemia de la covid-19.

Bruselas considera que la UE debe explotar al m¨¢ximo la capacidad de influencia de sus miembros en todos esos organismos para forzar la reforma e imponer el respeto al orden multilateral. La Comisi¨®n recuerda que los miembros de la UE cubren la cuarta parte de los gastos de la ONU y un tercio de la financiaci¨®n de sus actividades humanitarias. En el FMI, los socios europeos suman el 26% de los votos del comit¨¦ ejecutivo y el 25% del capital en las diferentes divisiones financieras del Banco Mundial.

La Comisi¨®n quiere utilizar esa fuerza, que a menudo act¨²a dispersa en esos organismos, para defender la agenda europea. ¡°Contraatacaremos ante cualquier intento de socavar el derecho internacional¡±, asegura el combativo documento suscrito por Borrell y Urpilainen. El texto asegura que ¡°un sistema multilateral que funcione bien es un inter¨¦s estrat¨¦gico en s¨ª mismo para la UE¡±.

Pero la Comisi¨®n parece haber abandonado la candidez que a menudo se le atribuye y advierte que no defender¨¢ un orden multilateral a cualquier precio. Bruselas reclama que el sistema sea ¡°efectivo, justo y que aporte resultados¡±. La UE ha salido escalada de la experiencia de China, que se incorpor¨® a la OMC con una econom¨ªa dopada por subsidios p¨²blicos, y con volatilidad de EE UU, que con Trump al frente rompi¨® unilateralmente o sabote¨® los acuerdos internacionales previamente suscritos.