La sociedad civil de Afganist¨¢n, en la diana de los asesinatos selectivos
180 profesionales han muerto en una campa?a que est¨¢ sembrando el p¨¢nico entre funcionarios, intelectuales y activistas
A soldados, polic¨ªas y miembros de minor¨ªas religiosas, se han sumado como objetivo jueces, periodistas, maestros y otros funcionarios, sobre todo mujeres, en una campa?a de asesinatos selectivos que ha desatado el miedo en la sociedad afgana. Al menos 180 profesionales han muerto en ese tipo de ataques desde septiembre, seg¨²n el recue...
A soldados, polic¨ªas y miembros de minor¨ªas religiosas, se han sumado como objetivo jueces, periodistas, maestros y otros funcionarios, sobre todo mujeres, en una campa?a de asesinatos selectivos que ha desatado el miedo en la sociedad afgana. Al menos 180 profesionales han muerto en ese tipo de ataques desde septiembre, seg¨²n el recuento de Afghan Peace Watch, una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro. A muchos los matan de un disparo, pero cada vez es m¨¢s frecuente el uso de bombas lapa, un artefacto explosivo que se adhiere a los bajos de sus coches mediante un im¨¢n.
S¨®lo en Kabul estallaron una treintena de ellas durante el mes de enero. La capital, que empezaba a olvidarse de los grandes atentados con camiones bomba que la golpearon durante a?os, siente que se ha convertido en un nuevo frente de guerra. Algunos de sus habitantes consideran que es la peor situaci¨®n desde que llegaron los estadounidenses a finales de 2001.
Si bien ning¨²n grupo armado se ha responsabilizado hasta ahora de estos cr¨ªmenes, las autoridades acusan a los talibanes. Adem¨¢s, un reciente informe de Human Rights Watch (HRW) se?ala que muchos ataques no reclamados siguen a sus amenazas de muerte. Ellos sin embargo niegan las alegaciones. La trampa est¨¢ en su manipulaci¨®n del lenguaje. ¡°Dicen que no matan a civiles, pero consideran que quienes trabajan con el Gobierno dejan de serlo¡±, declaraba recientemente Patricia Gossman, de HRW (que no exime a las autoridades de presionar a activistas y reporteros).
¡°Si los talibanes no son responsables, en caso de llegar a un acuerdo con ellos, ?van a seguir existiendo esos elementos que destruyen la seguridad de Afganist¨¢n? Entonces, ?por qu¨¦ no hablamos con ellos en lugar de con los talibanes?¡±, plantea la diputada Fawzia Koofi consciente de que estos asesinatos est¨¢n minando la confianza en las negociaciones de paz. ¡°La gente necesita ver que di¨¢logo es relevante. Muchos [afganos] nos preguntan por qu¨¦ seguimos reuni¨¦ndonos con los talibanes mientras siguen matando¡±, a?ade.
Koofi, que ha sobrevivido a dos intentos de asesinato de los extremistas, lamenta que la delegaci¨®n talib¨¢n haya rechazado esta semana la propuesta de formar un comit¨¦ conjunto con el Gobierno para investigar esos cr¨ªmenes. ¡°Incluso si como dicen no est¨¢n implicados activamente, sus combates mantienen a nuestras fuerzas de seguridad ocupadas, lo que reduce su capacidad para proteger a los civiles en las grandes ciudades como Kabul¡±, argumenta.