Una crisis militar que exhibe fisuras profundas en la c¨²spide del poder en Brasil
La salida del ministro de Defensa y los comandantes de las Fuerzas Armadas toma por sorpresa al pa¨ªs y abre la pregunta sobre las apuestas de Bolsonaro, presionado por los partidos aliados y el sector econ¨®mico
El lunes pareci¨® agitado por la noticia de la salida del ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Ara¨²jo. Pero fue la carta de renuncia del ministro de Defensa, Fernando Azevedo, la que revel¨® la verdadera magnitud de la crisis que atraviesa el ...
El lunes pareci¨® agitado por la noticia de la salida del ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Ara¨²jo. Pero fue la carta de renuncia del ministro de Defensa, Fernando Azevedo, la que revel¨® la verdadera magnitud de la crisis que atraviesa el Gobierno de Bolsonaro. La renuncia de Azevedo, amigo del presidente Jair Bolsonaro desde hace mucho tiempo, mostr¨® fisuras profundas. La lectura es clara: cuando el ministro que encabeza las Fuerzas Armadas pide salir de un gobierno dominado por los militares, hay una discrepancia mayor de lo que parece sobre la direcci¨®n de la gesti¨®n. Este martes se confirm¨® la salida de los jefes militares de las Fuerzas Armadas. ¡°El Ministerio de Defensa (MD) informa que ser¨¢n reemplazados los Comandantes de la Armada, Ej¨¦rcito y Fuerza A¨¦rea. La decisi¨®n fue anunciada en una reuni¨®n celebrada este martes, con la presencia del ministro de Defensa designado, Braga Netto, el exministro Fernando Azevedo y los Comandantes de las Fuerzas ¡°, advirti¨® el comunicado.
¡°Esta es una grave crisis militar¡±, dice Jo?o Roberto Martins Filho, un acad¨¦mico de las Fuerzas Armadas en Brasil, organizador del libro Os Militares e Crisis Brasileira (Editorial Alameda). ¡°Es la primera vez desde la redemocratizaci¨®n que esto sucede. Lo que queda por descubrir es qu¨¦ va a hacer Bolsonaro ¡°, se pregunta Martins Filho. Al parecer, la falta de posicionamiento ante los anuncios m¨¢s radicales del gobierno de Bolsonaro estar¨ªa pasando factura, culminando con la salida de Azevedo.
En medio de los cambios de otros ministros, fue la ca¨ªda del ministro de Defensa lo que m¨¢s asombr¨® a los brasile?os. Tres generales de reserva escucharon por la prensa que se iban y dijeron que estaban sorprendidos. Dos optaron por no hacer comentarios hasta que tuviesen m¨¢s detalles. Las versiones y especulaciones se multiplicaron a lo largo de las horas. El consenso es que se ha superado alg¨²n l¨ªmite para las fuerzas militares, que ya estaban desgastadas por los errores en el Ministerio de Salud (en manos de un militar) ante la pandemia y en la gesti¨®n de la protecci¨®n para la Amazon¨ªa.
Desde el inicio de su mandato, Bolsonaro ha abusado de sus impulsos autoritarios, como cuando amenaza con aplicar el art¨ªculo 142 de la Constituci¨®n, que supuestamente facultar¨ªa a las Fuerzas Armadas para intervenir en otros poderes, as¨ª como cuando instig¨® protestas contra el Tribunal Supremo Federal. Aunque fue detenido por la Corte, mantuvo su posici¨®n de radicalismo para complacer a su base de votantes. El 8 de este mes, dijo que el Ej¨¦rcito ¡°no obligar¨¢ a la gente a quedarse en casa¡±, enfrentando el encierro propuesto por los gobernadores para frenar las muertes por la pandemia. ¡°Este es un Gobierno dispuesto a todo, no tiene l¨ªmites¡±, dice Martins Filho. ¡°La cuesti¨®n ahora es saber por qu¨¦ la instituci¨®n se aparta de ella. ?Necesitan distinguirse? ¡°, pregunta.
La crisis militar llega en un mal momento para Brasil, que ya prev¨¦ una tercera ola de la pandemia. Tambi¨¦n grave para el gobierno de Bolsonaro, que entreg¨® al ministro Ernesto Ara¨²jo luego de una pelea abierta entre el diplom¨¢tico y el Congreso. La pelea de fondo oblig¨® a una reforma ministerial con un cambio en otras cinco carteras, adem¨¢s de Defensa. Detr¨¢s de este r¨¢pido intercambio est¨¢ el papel del Centr?o, el grupo de partidos que ha prometido apoyo a Bolsonaro desde que se renov¨® la presidencia del Congreso. El general de reserva Paulo Chagas cree que la salida de Azevedo est¨¢ sujeta a los acuerdos pol¨ªticos del Gobierno. ¡°Mi lectura personal es que el presidente quiere trabajar con el equipo de ministros, es m¨¢s f¨¢cil lidiar con un contempor¨¢neo suyo¡±, dice Chagas, recordando que la relaci¨®n del ministro renunciante con Bolsonaro tiene d¨¦cadas y siempre ha sido muy buena, tanto desde el punto de vista personal como profesional.
Chagas, sin embargo, admite que hay malestar en el Ej¨¦rcito, por ejemplo por la crisis en el ministerio de Salud, comandado hasta hace unos d¨ªas por el general Eduardo Pazuello. ¡°Cuando se dice que un general fracas¨® en una misi¨®n, se le dice a la opini¨®n p¨²blica que la instituci¨®n no cuenta con personal preparado¡±, dice. ¡°Esto no afecta a la instituci¨®n en s¨ª, pero s¨ª afecta a los que est¨¢n all¨ª e inc¨®moda¡±, agrega.
Para ¨¦l, no hay riesgo de ruptura institucional con el cambio de mando en Defensa, y cualquier acto extremo del Gobierno en un momento de desesperaci¨®n ¡ªcomo insistir en elecciones fraudulentas en 2022¡ª no contar¨¢ con el apoyo de las Fuerzas Armadas. Por ahora, Bolsonaro termin¨® forzando una divisi¨®n dentro de la instituci¨®n. Se van los generales que se oponen a su estilo cada vez m¨¢s radical, quedan los generales bolsonaristas, la mayor¨ªa de la reserva, que trabajan en la maquinaria p¨²blica. Walter Braga Netto ingresa a Defensa, que demostrar¨¢ cu¨¢nto est¨¢ dispuesto a apoyar los golpes de Bolsonaro en lo que resta de su mandato o, peor, contaminar a¨²n m¨¢s las instituciones militares en nombre de un proyecto de poder impredecible. Incluso hoy, los militares necesitan aclarar que respetan la Constituci¨®n debido a las numerosas manifestaciones que ya ha dado el presidente Bolsonaro sobre la falta de compromiso democr¨¢tico.
El papel de Pazuello en el Gobierno era algo dif¨ªcil de asimilar en el cuartel, as¨ª como los diversos percances que sufri¨®, como la propia indiferencia al plan inicial que ten¨ªa el Ej¨¦rcito para hacer frente a la pandemia de la covid-19 cuando estaba en el comienzo. Ahora, bajo presi¨®n internacional, los militares estar¨ªan ponderando el precio pagado por apoyar al presidente que convirti¨® a Brasil en un paria, y a los militares c¨®mplices de este proyecto.
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