La ofensiva contra Gaza deja m¨¢s de 90.000 desplazados
La ayuda humanitaria llega con cuentagotas a la Franja, donde hay centenares de edificios destruidos o gravemente da?ados
Hijos de sucesivos ¨¦xodos, muchos palestinos saben lo que es huir solo con su prole detr¨¢s. As¨ª, con lo puesto, llegaron la mayor¨ªa de las m¨¢s de 71.000 personas que hasta este viernes se refugiaban en 59 escuelas de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (UNRWA) en Gaza, seg¨²n datos de esta organizaci¨®n. Algunas de ellas hab¨ªan dejado atr¨¢s sus casas destruidas por las bombas; otras, familias enteras, escaparon por miedo. A estos desplazados se suman los m¨¢s de 20.000 gazat¨ªes que se han refugiado en casas de familiares desde que empezaron los bombar...
Hijos de sucesivos ¨¦xodos, muchos palestinos saben lo que es huir solo con su prole detr¨¢s. As¨ª, con lo puesto, llegaron la mayor¨ªa de las m¨¢s de 71.000 personas que hasta este viernes se refugiaban en 59 escuelas de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (UNRWA) en Gaza, seg¨²n datos de esta organizaci¨®n. Algunas de ellas hab¨ªan dejado atr¨¢s sus casas destruidas por las bombas; otras, familias enteras, escaparon por miedo. A estos desplazados se suman los m¨¢s de 20.000 gazat¨ªes que se han refugiado en casas de familiares desde que empezaron los bombardeos israel¨ªes el 10 de mayo. En total, 11 d¨ªas y m¨¢s de 90.000 personas desplazadas.
Esta cifra disminuir¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas. Quienes no han perdido sus casas, volver¨¢n a ellas si el alto el fuego se mantiene, pero el problema de ¡°qu¨¦ hacer ahora¡± con los desplazados que se han quedado sin hogar sigue siendo enorme, dice la directora de la UNRWA en Espa?a, Raquel Mart¨ª. Del realojo de estas personas, ¡°muchas veces pag¨¢ndoles un alquiler¡±, depende tambi¨¦n otro de los ¡°frentes¡± prioritarios para la UNRWA: la reapertura de las escuelas para que los ni?os gazat¨ªes ¡°recuperen algo parecido a la normalidad¡±.
Ya antes de esta nueva ofensiva israel¨ª, la Agencia para los Refugiados Palestinos de la ONU ofrec¨ªa asistencia a 1,4 millones de personas en Gaza y alimentaba a 1,2 millones (la poblaci¨®n total de la Franja es de casi dos millones de habitantes). El 48% de los habitantes de Gaza no tiene trabajo y hay familias que ¡°comen solo una vez al d¨ªa¡±. Todas estas cifras ¡°probablemente aumentar¨¢n¡± debido a la ofensiva israel¨ª.
El desaf¨ªo que representa atender a una poblaci¨®n tan numerosa y tan desamparada se plantea adem¨¢s en un contexto de ¡°reducci¨®n de los fondos destinados a la ayuda para los refugiados palestinos¡±, denuncia Mart¨ª. ¡°En 2018, el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, retir¨® a UNRWA la financiaci¨®n de EE UU, 386 millones de d¨®lares anuales. El presidente Biden la ha restablecido ahora pero por una cantidad mucho menor, de solo 150 millones este a?o. Los pa¨ªses del Golfo, que aportaban 200 millones anualmente, ahora solo contribuyen con 45¡±.
El desplome de las donaciones para ayuda humanitaria se ha visto agravado por la pandemia de la covid-19. La prioridad para los pa¨ªses no es ahora la cooperaci¨®n internacional, sino la lucha contra la enfermedad dentro de sus propias fronteras, recalca en una videollamada desde Jerusal¨¦n Sarah Muscroft, responsable de la coordinaci¨®n humanitaria de Naciones Unidas (OCHA) en los territorios palestinos ocupados.
Un primer env¨ªo de ayuda
Los fondos menguantes de la ayuda internacional y ¡°la escala de la destrucci¨®n¡± en Gaza, ¡°nunca vista¡± si se considera que la ofensiva ha durado 11 d¨ªas, no permiten augurar una r¨¢pida reconstrucci¨®n de la Franja ¡ªal menos 450 edificios han resultado destruidos o gravemente da?ados, adem¨¢s de otras infraestructuras b¨¢sicas¡ª. La ¡°buena noticia¡±, precisa la responsable de la ONU, es que este viernes Israel abri¨® el paso fronterizo de Kerem Shalom durante seis horas y permiti¨® la entrada en la Franja de un primer cargamento de ayuda humanitaria coordinado por Naciones Unidas. Diez camiones con alimentos no perecederos de la UNRWA y otros cuatro con ayuda de diferentes organizaciones, entre ellas Unicef y M¨¦dicos sin Fronteras (MSF).
Esta organizaci¨®n sanitaria confirm¨® este viernes que una ¡°cantidad ¨ªnfima¡± de su material m¨¦dico hab¨ªa logrado entrar en Gaza en este convoy. Una ayuda ¡°claramente insuficiente¡±, precis¨® uno de sus portavoces, para las necesidades m¨¦dicas de una poblaci¨®n que ha sufrido bombardeos que han herido a 1.910 personas, de acuerdo con datos de este viernes del Ministerio de Sanidad de Gaza.
MSF s¨ª ha logrado reabrir una cl¨ªnica que result¨® da?ada por las bombas, explica desde Jerusal¨¦n Juan Par¨ªs, uno de sus m¨¦dicos, que el viernes esper¨® en vano el permiso israel¨ª para entrar en el territorio. Las autoridades israel¨ªes franquearon el paso del convoy de camiones de la ONU pero no la entrada de trabajadores humanitarios.
Dentro de Gaza, el hospital Al Shifa espera una ayuda que ha empezado a llegar con cuentagotas, relata su subdirector, el doctor Usama el Aklouk. ¡°Solo hemos recibido material m¨¦dico donado por Marruecos. Egipto ha enviado ambulancias para recoger heridos y una comisi¨®n m¨¦dica jordana ha visitado el hospital¡±, explica. Mientras tanto, el hospital m¨¢s grande de Gaza carece de casi todo: ¡°Nos faltan medicamentos esenciales, anest¨¦sicos, hemoderivados [los derivados de la sangre que se utilizan para las transfusiones], material y equipamiento quir¨²rgico. Operamos con respiradores de hace 15 a?os¡±.
Los autores de Gaza pierden su altavoz
Las voces de cientos de autores palestinos y su ventana al mundo desaparecieron este 18 de mayo cuando un bombardeo israel¨ª redujo a un amasijo de escombros y libros quemados un sue?o de infancia. El que Samir Mansour, ahora de 53 a?os, hizo realidad cuando en el a?o 2000 abri¨® las puertas de una de las escasas librer¨ªas de Gaza. En los 21 a?os transcurridos desde entonces, el librero hab¨ªa atesorado miles de vol¨²menes. En los s¨®tanos de su establecimiento, que se asemejaba a una cueva, los amantes de la lectura encontraban desde manuales escolares a las obras de autores locales como Talal Abu Shawish, que antes de ser escritor fue uno de esos ni?os que a¨²n hoy crecen en los campos de refugiados de la Franja. Muchos gazat¨ªes proclamaban estos d¨ªas su pesar por la desaparici¨®n de una tienda de libros que funcionaba como un centro cultural en un lugar cuyos habitantes sufren una forma de privaci¨®n menos visible que la pobreza material: la falta de acceso a la cultura. Una campa?a de micromecenazgo para reconstruir la librer¨ªa, abierta en internet este 20 de mayo, consigui¨® recaudar en un solo d¨ªa m¨¢s de 56.000 d¨®lares (46.000 euros).