¡°El fascismo es un problema europeo, no solo italiano¡±
Maurizio Landini, secretario general del sindicato que fue asaltado por un partido neofascista, pide que se ilegalicen estas formaciones y alerta del malestar social del que se nutren
La sede en el centro de Roma de la Confederaci¨®n General Italiana del Trabajo (CGIL), el principal sindicato del pa¨ªs, est¨¢ custodiada por tres camionetas de la polic¨ªa, una decena de agentes y unos 30 militantes que pasan la tarde vigilando la entrada. Hay cierta inquietud todav¨ªa. Algunas persianas siguen rotas tras el asalto del s¨¢bado pasado a manos de una turba dirigida por una organizaci¨®n fascista. Forza Nuova, un peque?o partido liderado por exterroristas y delincuentes, aprovech¨® la manifestaci¨®n antivacuna en la piazza del Popolo para sembrar el caos en la ciudad. Primero lo intentaron con la sede del Ejecutivo. Luego se fueron a por la del sindicato. Entraron y lo arrasaron.
Este viernes por la tarde no quedaba ya rastro de los destrozos. Las heridas y las peores patadas se las llev¨® la Constituci¨®n italiana, decididamente antifascista y preparada para protegerse de estos ataques. Maurizio Landini (Castelnovo ne¡¯ Monti, 60 a?os) secretario general de la CGIL, recibe a EL PA?S en su oficina y no duda en pedir al Ejecutivo de Mario Draghi la ilegalizaci¨®n de todos estos partidos. El sindicato ha convocado para hoy una manifestaci¨®n multitudinaria bajo el lema ¡°Nunca m¨¢s fascismos¡±. Pero la derecha ha decidido no acudir.
Pregunta. ?C¨®mo se enter¨® de lo sucedido el s¨¢bado?
Respuesta. Estaba lejos, vivo a 450 kil¨®metros de Roma. Me llamaron para decirme que estaban asaltando la CGIL, pero no lo entend¨ªa. Luego, lo primero que qued¨® claro es que era un ataque escuadrista fascista organizado. No ten¨ªa nada que ver con el certificado de vacunaci¨®n por el que se protestaba. Se estaba instrumentalizando un problema. No era un ataque solo a la CGIL. En 1921, el fascismo empez¨® quemando y destruyendo las sedes sindicales. Y lo que hicieron el otro d¨ªa era un intento de deslegitimar nuestro papel, de indicar al mundo del trabajo que nos hemos vendido y ya no somos ¨²tiles. Hab¨ªa que responder r¨¢pidamente.
P. ?C¨®mo?
R. Hablamos con los otros sindicatos y en pocos minutos decidimos que era necesario convocar la manifestaci¨®n de hoy con un lema preciso: ¡°Nunca m¨¢s fascismos¡±. Pero al mismo tiempo, ser conscientes de que hay que poner en el centro de la discusi¨®n el trabajo y la democracia para responder al malestar social, porque las condiciones del trabajo con la pandemia han empeorado.
P. ?El fascismo sigue vivo en Italia? Forza Nuova, la organizaci¨®n asaltante, es un partido realmente residual¡
R. El fascismo no es solo un problema italiano, sucede en toda Europa. Nadie ha llegado a tanto en otros lugares, pero se multiplican los episodios de grupos que invocan el fascismo. Por eso hay que ampliar el horizonte y hoy estar¨¢ tambi¨¦n el secretario de la confederaci¨®n europea de sindicatos. Agradezco a los sindicatos espa?oles su solidaridad y movilizaci¨®n.
P. ?Recuerda algo parecido?
R. Solo hace 100 a?os, cuando el fascismo comenz¨® y se traslad¨® a la Marcha sobre Roma.
P. ?Hay que ilegalizarles?
R. Hemos pedido al Gobierno que promulgue un decreto aplicando las leyes que tenemos. Nuestra Constituci¨®n proh¨ªbe la reconstrucci¨®n del Partido Fascista y condena la apolog¨ªa del fascismo. Han arrestado a los organizadores de esa acci¨®n. Pero hay que actuar para proteger los principios democr¨¢ticos.
P. ?Por qu¨¦ cree que la derecha, especialmente Hermanos de Italia y La Liga, se resisten a llamarlo por su nombre?
R. Cada uno tiene que hacer cuentas con la historia y no cometer errores como los de hace 100 a?os. La situaci¨®n no es la misma. Pero no hay que subestimar el malestar social y en el mundo del trabajo. La pandemia lo ha acelerado. En las elecciones [locales] de hace 15 d¨ªas vot¨® el 50%, y eso debe hacernos reflexionar. Aumenta el n¨²mero de gente que no se siente representada. Y ah¨ª encuentran espacio fuerzas que instrumentalizan el malestar.
P. Giorgia Meloni, l¨ªder de Hermanos de Italia, se preguntaba d¨®nde estaba la matriz de ese ataque. ?Cree que algunos partidos no han roto del todo con un pasado fascista?
R. La matriz est¨¢ muy clara y toca hacer cuentas hasta el fondo con la historia de nuestro pa¨ªs. Borrarla es un error fundamental e inaceptable. Es el momento de que cada uno haga cuentas con la suya y tome las decisiones oportunas. Si alguno no est¨¢ en disposici¨®n de hacerlo me sabe mal, pero eso es lo que necesita Italia.
¡°Si la derecha no se manifiesta contra el fascismo cometer¨¢ un error¡±
P. ?Por qu¨¦ la derecha no va a una manifestaci¨®n contra el fascismo?
R. Si no viene, cometer¨¢ un gran error. Esta manifestaci¨®n no es contra nadie, sino a favor de la democracia y en apoyo de la Constituci¨®n. Decir ¡°nunca m¨¢s al fascismo¡± afirma el valor de nuestra Constituci¨®n. Un objetivo as¨ª deber¨ªa ser compartido por cualquiera. Si alguien decide no estar, debe reflexionar.
P. Es un d¨ªa antes de la segunda vuelta de las elecciones municipales. ?No se viola el d¨ªa de reflexi¨®n?
R. Quien destroz¨® nuestra sede, ?esper¨® a que hubiera elecciones o la destroz¨® simplemente? ?Nosotros ten¨ªamos que esperar al voto o movilizarnos inmediatamente? No vamos a dar indicaciones de voto. Es el momento de unir a este pa¨ªs, no de dividirlo.
P. El origen de las protestas del s¨¢bado pasado era el certificado de vacunaci¨®n obligatorio para trabajar. ?Cree que ese salvoconducto da?a los derechos de los trabajadores?
R. Nosotros pedimos que se hiciera una ley para que la vacuna fuera obligatoria. La Constituci¨®n lo prev¨¦ y estamos convencidos de que la vacuna es el camino. Pero el Ejecutivo no lo asumi¨® por divisiones internas y eligieron el certificado, que no es exactamente una obligaci¨®n.
¡°La relaci¨®n con Draghi tiene que ajustarse y escucharnos m¨¢s¡±
P. Pero, ?entiende las protestas y huelgas como la del puerto de Trieste?
R. Ah¨ª hay un acuerdo para que la empresa pague los test de quien no quiera vacunarse. Quien ha convocado la huelga no representa la posici¨®n de los sindicatos mayoritarios. El derecho al trabajo se ha protegido.
P. En el mundo del trabajo genera pol¨¦mica. ?Cree que en la protesta del s¨¢bado pasado pod¨ªa haber afiliados a su sindicato?
R. No lo s¨¦. Pero es evidente que hay un debate. En Italia hay seis millones de personas que no se han vacunado. No son todos antivacunas y decirlo es no conocer los problemas de la gente. Dicho eso, todo el mundo tiene derecho a manifestarse. Pero quienes asaltaron nuestra sede eran fascistas y utilizaron un malestar que existe en el mundo del trabajo y que no ocultamos.
P. El Gobierno de Draghi gestiona la mayor cuant¨ªa de dinero p¨²blico de la historia. ?Les ha implicado?
R. Demasiado poco. Representamos a millones de personas y somos independientes de los partidos y las empresas.
P. ?C¨®mo es la interlocuci¨®n con Draghi? ?Escucha sus peticiones?
R. Es una relaci¨®n que tiene que ajustarse. Al principio implic¨® mucho a los agentes sociales; hoy hay algunas decisiones que no compartimos y otras que pedimos que tomen otra direcci¨®n. Pero el juicio se expresar¨¢ tras la ley de presupuestos y de las reformas que se han anunciado.
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