La estrategia de obstrucci¨®n de Trump lastra la comisi¨®n del asalto al Capitolio

Nueve meses despu¨¦s de que una turba de seguidores del entonces presidente Donald Trump asaltara el Capitolio de EE UU, la comisi¨®n dise?ada para depurar responsabilidades y llegar ¡°a la verdad¡± sobre lo sucedido en ¡°uno de los d¨ªas m¨¢s oscuros vividos por el Congreso¡±, seg¨²n las palabras que emple¨® la presidenta de la C¨¢mara, la dem¨®crata Nancy Pelosi, languidece. El motivo es, en gran medida, ...

Nueve meses despu¨¦s de que una turba de seguidores del entonces presidente Donald Trump asaltara el Capitolio de EE UU, la comisi¨®n dise?ada para depurar responsabilidades y llegar ¡°a la verdad¡± sobre lo sucedido en ¡°uno de los d¨ªas m¨¢s oscuros vividos por el Congreso¡±, seg¨²n las palabras que emple¨® la presidenta de la C¨¢mara, la dem¨®crata Nancy Pelosi, languidece. El motivo es, en gran medida, el obstruccionismo que ejerce el expresidente republicano en las labores de este ¨®rgano.

La comisi¨®n impulsada por Pelosi lucha contra el tiempo. Si el esfuerzo para que se constituyera fue tit¨¢nico ¡ªtan solo dos republicanos forman parte de ella frente a 11 dem¨®cratas¡ª, el calendario pol¨ªtico venidero, con la amenaza de que los dem¨®cratas pierdan su mayor¨ªa en la C¨¢mara en las pr¨®ximas elecciones de medio mandato de noviembre de 2022, eleva al m¨¢ximo la presi¨®n sobre sus miembros.

De llegar a esa fecha sin resultados, la famosa comisi¨®n conocida por el nombre de ¡°selecta¡± (tiene menos atribuciones que una capaz de investigar y legislar) deber¨¢ ser autorizada por el nuevo Congreso que comenzar¨¢ en 2023 para seguir operando. De ah¨ª que el principal objetivo de Trump al desempolvar su estrategia de obstrucci¨®n sea frustrar los esfuerzos de la comisi¨®n el tiempo suficiente para dar paso a una nueva C¨¢mara con mayor¨ªa republicana que permita que la investigaci¨®n muera silenciosamente.

El mandato otorgado por Pelosi dif¨ªcilmente puede decirse que sea bipartidista. Lo es desde el momento en que dos miembros del Partido Republicano rubrican sus decisiones, lo que cost¨® a Liz Cheney y Adam Kinzinger el repudio de sus colegas de bancada. Pero a la vista de las encuestas, todo hace pensar que esa comisi¨®n tendr¨ªa dif¨ªcil renovar su misi¨®n con un Congreso de mayor¨ªa republicana. Seg¨²n un sondeo del centro Pew publicado el mes pasado, la mayor¨ªa de los votantes republicanos consideran que se ha prestado demasiada atenci¨®n al asalto al Capitolio, algo que coincide con lo que piensan los l¨ªderes del partido.

A finales de septiembre, cuatro de los hombres m¨¢s leales a Donald Trump fueron llamados a declarar ante la comisi¨®n legislativa de investigaci¨®n. La semana pasada, el influyente asesor de Trump, el radical Steve Bannon, anunciaba que no comparecer¨ªa ante los miembros de esa junta. Los motivos y la estrategia son obvios: dilatar en el tiempo las pesquisas hasta que mueran por falta de acci¨®n. La raz¨®n que argumenta el fundador de Breitbart, medio de comunicaci¨®n que fue fundamental para impulsar a Trump, es que est¨¢ legitimado para no cooperar debido al privilegio ejecutivo que protege las comunicaciones del presidente con su equipo.

Ante la incomparecencia de Bannon, la comisi¨®n envi¨® la semana pasada una carta al exasesor presidencial en la que rechazaba sus motivos para no cumplir con la citaci¨®n y desestimaba su reclamaci¨®n de privilegio ejecutivo. La comisi¨®n vot¨® en la noche del martes de forma un¨¢nime a favor de declarar en desacato a Bannon. A los otros tres hombres fuertes de Trump llamados a declarar (Mark Meadows, jefe de Gabinete; el estratega digital de la Casa Blanca, Daniel Scavino; y Kashyap Patel, el jefe de asesores del ministro de Defensa Miller) se les ha pospuesto su testimonio a una fecha sin especificar.

Tras el informe favorable de la comisi¨®n que establece que Bannon ha cometido desacato, es el turno de la C¨¢mara para que este jueves vote la decisi¨®n. A partir de ah¨ª, el asunto se vuelve complejo. Los siguientes pasos quedan en manos del Departamento de Justicia. En todo caso, se trata m¨¢s de una advertencia a navegantes que de llevar en realidad a Bannon ante la justicia, ya que ese proceso durar¨ªa a?os. Solo existen otros dos casos en los que se haya imputado a alguien por desacato al Congreso, y uno de ellos es de la ¨¦poca del macartismo, en los a?os cincuenta.

Con la pelota en la cancha del Departamento de Justicia, el fiscal general Merrick Garland deber¨ªa pronunciarse. De lo contrario, estar¨ªa enviando el mensaje de que respalda la actuaci¨®n de Trump. Lo mismo le sucede al Congreso si no da un golpe en la mesa y la comisi¨®n no hace cumplir sus propias citaciones, ya que ning¨²n otro imputado cumplir¨ªa con ellas.

Mientras la pol¨ªtica y la justicia siguen su lento curso, el calendario avanza y la fecha l¨ªmite de enero de 2023, cuando un nuevo Congreso tenga que definirse sobre la comisi¨®n, est¨¢ cada vez m¨¢s cerca.

Por otra parte, un agente de polic¨ªa del Capitolio se declar¨® ayer inocente de los cargos de obstrucci¨®n a la justicia en un evento relacionado con el asalto a la sede del poder legislativo de EE UU el pasado 6 de enero, seg¨²n recoge la agencia Reuters.

Michael Riley, que sirvi¨® en las fuerzas de la polic¨ªa del Capitolio durante 25 a?os, es investigado por mandar mensajes por Facebook a simpatizantes de Trump que participaron en los disturbios para que eliminaran las publicaciones en las que se le ve¨ªa a ¨¦l dentro del Capitolio. Riley tem¨ªa que pudiera ser perseguido judicialmente si esas im¨¢genes se hac¨ªan p¨²blicas.

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