Hombres trans piden ser exonerados del servicio militar obligatorio en Colombia
Al no tener la libreta militar no pueden acceder a empleos formales, ni a educaci¨®n. Varias organizaciones llevar¨¢n el caso ante la Corte Constitucional
Colombia es un pa¨ªs militarista. Todos los hombres mayores de 18 a?os deben prestar servicio militar obligatorio para acceder a la libreta militar, un documento que se ha convertido en un pasaporte a la vida cotidiana. La mayor¨ªa de los hombres la portan a diario y deben mostrarla si son requeridos. Pero, adem¨¢s, es un documento exigido en la mayor¨ªa de las empresas a la hora de dar un empleo. Quien no la tenga se expone a una enorme barrera labora...
Colombia es un pa¨ªs militarista. Todos los hombres mayores de 18 a?os deben prestar servicio militar obligatorio para acceder a la libreta militar, un documento que se ha convertido en un pasaporte a la vida cotidiana. La mayor¨ªa de los hombres la portan a diario y deben mostrarla si son requeridos. Pero, adem¨¢s, es un documento exigido en la mayor¨ªa de las empresas a la hora de dar un empleo. Quien no la tenga se expone a una enorme barrera laboral.
Eso es justamente lo que viven los hombres trans en Colombia y una de las denuncias que hacen varios de ellos en el libro Hombres Trans y libreta militar en Colombia, publicado por Dejusticia y la Fundaci¨®n Ayllu Familias Transmasculinas. De 117 hombres trans que participaron en una investigaci¨®n en Bogot¨¢, cerca del 95% no tiene contrato de trabajo y casi el 80% ha sufrido discriminaci¨®n para acceder a un empleo, de acuerdo con OutRight International.
¡°La libreta militar es un documento que en el mundo pr¨¢ctico funciona como una marca de g¨¦nero, como una insignia de que se es un hombre ante el Estado y la sociedad¡±, aseguran en el libro que propone salidas legales. El Ej¨¦rcito colombiano est¨¢ integrado por cerca de 270.000 soldados y cada a?o ingresan 81.000 hombres al servicio militar obligatorio. Existen dos formas de obtener la libreta en el pa¨ªs: prestando el servicio militar, que es la regla general; y a trav¨¦s de una ¡°clasificaci¨®n¡± en la cual los hombres son sometidos a ex¨¢menes f¨ªsicos para probar si son aptos o no para la milicia. En ese ¨²ltimo, que se conoce popularmente como ¡°pagar la libreta¡±, los eximidos cancelan una cuota de compensaci¨®n militar, una medida que casi siempre utilizan aquellos que pueden pagarla.
Al encontrar un trabajo y evidenciar que no la tienen, los hombres trans se ven enfrentados a revelar su identidad de g¨¦nero ante los empleadores, tal como le ocurri¨® a Brian Tique cuando aspiraba a un cargo de auxiliar de bodega. ¡°Pas¨¦ todas las pruebas y la entrevista. Cuando me pidieron la libreta militar les dije que estaba en proceso porque soy un hombre trans. Me dijeron que me llamar¨ªan y nunca lo hicieron¡±, explica.
El resultado- afirman los abogados de Dejusticia- es que no los contratan o se ven obligados a desistir en medio del proceso y a aceptar trabajos precarios. Lo mismo que ocurre al acceder la educaci¨®n. Seg¨²n la investigaci¨®n, tambi¨¦n suelen perder oportunidades para obtener becas o posgrados por la falta del documento militar.
En un limbo
Los hombres trans se sienten en una calle sin salida: no est¨¢n exonerados de prestar el servicio militar y tampoco pueden hacerlo con tranquilidad por temor a situaciones violentas y de discriminaci¨®n en la milicia. As¨ª lo ve Sim¨®n, hombre trans que particip¨® en el libro: ¡°Soy un hombre trans que no tiene resuelta su libreta militar porque no estoy dispuesto a patologizarme frente a las autoridades por miedo, pero tambi¨¦n ando con temor a transitar. Espero que los jueces nos cambien la vida¡±.
¡°No tener la libreta se ha convertido en obst¨¢culo para cuatro derechos: el trabajo; a la intimidad porque ante la solicitud del documento se ven expuestos a revelar que son personas trans; a la educaci¨®n y la seguridad¡±, explica a EL PA?S Jhonnatan Espinosa, director de la Ayllu Familias Transmasculinas y uno de los autores del libro. Cuenta que ¨¦l comenz¨® su tr¨¢nsito a lo masculino desde muy ni?o y cont¨® con el acompa?amiento de su familia. Desde 2013 lidera la fundaci¨®n que trabaja con las familias de los hombres trans y les hace acompa?amiento jur¨ªdico y afectivo.
El problema, relata Espinosa, comienza en las llamadas batidas policiales, cuando las autoridades buscan j¨®venes que no tengan definida su situaci¨®n militar y en algunos casos los suben a camiones. Para los hombres trans es a¨²n m¨¢s dif¨ªcil: ante las batidas est¨¢n expuestos a ¡°revelar forzadamente su identidad de g¨¦nero para poder acceder a ciertos espacios y justificar el no porte de la tarjeta militar¡±.
De esa forma lo ha vivido Lukas Morales, que cuenta su testimonio en el libro. ¡°Cuando le pas¨¦ el documento, el polic¨ªa me dijo: ¡®venga, pero esto est¨¢ mal porque dice que usted es mujer y usted es hombre¡¯. Le expliqu¨¦ que no hab¨ªa podido hacer el tr¨¢mite para cambiar mis papeles. Ah¨ª empezaron a decir que era puro cuento, que yo ten¨ªa trucados los papeles¡±.
Algo similar a lo que vive Mike Dur¨¢n, la primera persona en el pa¨ªs sudamericano que acaba de conseguir que se le reconozca su identidad como transexual en el registro civil. ¡°Siempre miran el documento, me miran a m¨ª y se r¨ªen. Es muy dif¨ªcil que entiendan que no soy la mujer que dice la c¨¦dula¡±, ha contado recientemente a EL PA?S. Ahora, su documento tiene una T, que en su caso corresponde a transexual.
La mayor¨ªa de los hombres colombianos mayores de 18 a?os tienen en su memoria el examen m¨¦dico militar: cuando los hombres de los colegios son reunidos frente a una enfermera y a un funcionario del Ej¨¦rcito que eval¨²a sus test¨ªculos. Para los hombres trans, ese momento implica divulgar su identidad de g¨¦nero ante sus compa?eros de estudio.
Piden ser exonerados
La Ley 1861 de 2017 en Colombia exonera del servicio militar a los hombres v¨ªctimas del conflicto, personas con discapacidad, ind¨ªgenas, entre otros. Y, desde 2017, tambi¨¦n, a aquellos ¡°varones que despu¨¦s de su inscripci¨®n hayan dejado de tener el componente sexo masculino en el registro civil¡±, es decir a las mujeres trans.
Pero los hombres trans (personas asignadas al nacer al sexo femenino y que hicieron un tr¨¢nsito a lo masculino) quedaron por fuera de ese listado. En 2017, en el Congreso se discuti¨® un proyecto de Ley en el que los exim¨ªan. Sin embargo, fueron retirados ¡°a ¨²ltimo minuto¡± despu¨¦s de las intervenciones de varios congresistas conservadores.
Por esa raz¨®n, varias organizaciones se unieron y est¨¢n preparando una demanda ante la Corte Constitucional para que se revise ese art¨ªculo que consideran inconstitucional. Argumentan que deben estar en el listado porque se trata de una minor¨ªa constitucionalmente protegida, hist¨®ricamente discriminada de manera sistem¨¢tica ¡°y en especiales circunstancias de indefensi¨®n y vulnerabilidad¡±.
¡°La exoneraci¨®n es solo una de las v¨ªas, la m¨¢s cercana y menos compleja para el Estado. Solo implica una reforma a la Ley e incluirlos dentro de esos otros varones exonerados (ind¨ªgenas, v¨ªctimas, o padres cabeza de familia)¡±, dice Espinosa. Si se mantiene la exigencia del servicio militar para los hombres trans, el Ej¨¦rcito debe adecuar instalaciones y crear protocolos que funcionen para incluirlos. ¡°Pero si el Ej¨¦rcito no ha avanzado con adecuaciones para mujeres menos para hombres trans¡±. Por eso tienen puesta la esperanza en la respuesta del tribunal constitucional.
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