La absoluci¨®n de Kyle Rittenhouse enciende Estados Unidos
Se suceden las protestas por el veredicto en varias ciudades de todo el pa¨ªs, mientras que el joven que mat¨® a dos manifestantes antirracistas en 2020 se ha convertido en m¨¢rtir y h¨¦roe de la derecha
El viernes por la noche, poco despu¨¦s del veredicto absolutorio de Kyle Rittenhouse, el joven juzgado por matar a dos personas en las protestas contra el racismo de 2020, Donald Trump envi¨® uno de sus correos con este mensaje: ¡°Este juicio no ha sido m¨¢s que una caza de brujas de la izquierda radical. Quieren castigar a los ciudadanos que cumplen la ley, incluido un ni?o, por no hacer ot...
El viernes por la noche, poco despu¨¦s del veredicto absolutorio de Kyle Rittenhouse, el joven juzgado por matar a dos personas en las protestas contra el racismo de 2020, Donald Trump envi¨® uno de sus correos con este mensaje: ¡°Este juicio no ha sido m¨¢s que una caza de brujas de la izquierda radical. Quieren castigar a los ciudadanos que cumplen la ley, incluido un ni?o, por no hacer otra cosa que seguir la ley¡±. Dos congresistas republicanos pol¨¦micos, Madison Cawthorn y Matthew Gaetz, le ofrecieron un puesto de becario en su equipo. Y la Fox, la cadena conservadora por excelencia en Estados Unidos, anunci¨® una entrevista, este lunes en prime time, con su presentador estrella, Tucker Carlson.
Para cuando las concentraciones contra el fallo comenzaron en ciudades progresistas como Chicago, Nueva York o Portland, Rittenhouse ya se hab¨ªa convertido en un s¨ªmbolo de la derecha. El presidente Joe Biden trat¨® de llamar a la calma en un comunicado, pese a admitir que el veredicto le dejaba ¡°enfadado y preocupado¡±. El gobernador de California, Gavin Newson, advirti¨® de que el jurado hab¨ªa mandado un mensaje a los ¡°justicieros armados¡± de que ¡°pueden incumplir la ley, llevar armas militares, matar a gente y librarse¡±.
El caso de Kyle Rittenhouse ha avivado la fractura pol¨ªtica y social de un pa¨ªs ya de por s¨ª polarizado y solo se puede comprender en el particular contexto de la sociedad estadounidense, donde es legal que un grupos de ciudadanos se presenten en unos disturbios armados hasta los dientes porque consideran que deben proteger a los comerciantes de su comunidad; donde no sorprende que un chico de 17 a?os tenga un rifle; donde hay m¨¢s armas en manos privadas que habitantes.
El juicio a este joven que veneraba a la polic¨ªa desde ni?o no ha puesto a Estados Unidos solo frente a las manifestaciones de aquel verano de 2020 y su derivada violenta, sino ante la filosof¨ªa de individuo independiente del sistema, del derecho a combatir en un salvaje Oeste. Tambi¨¦n ha planteado cuestiones sobre la raza, pese a que los fallecidos y el herido de ese tiroteo fueron blancos. La familia de uno de los fallecidos, Anthony Huber, demand¨® a la ciudad de Kenosha por conspirar con las milicias armadas y permitir sus acciones violentas. ¡°Si Kyle Rittenhouse hubiese sido negro, habr¨ªa actuado de un modo muy diferente¡±, plante¨® la acusaci¨®n.
El 25 de agosto de 2020, Kenosha (Wisconsin) sufr¨ªa la tercera jornada consecutiva de disturbios por los disparos por la espalda de un polic¨ªa contra Jacob Blake, un afroamericano que se resist¨ªa a una detenci¨®n y se meti¨® en su coche, donde hab¨ªa un cuchillo. En plena ola de movilizaciones por la muerte de George Floyd, el caso provoc¨® en la ciudad manifestaciones pac¨ªficas, pero tambi¨¦n graves actos de vandalismo.
Algunas milicias ¨Dgrupos de ciudadanos civiles armados¨D decidieron intervenir. ¡°La polic¨ªa est¨¢ superada en n¨²mero y nuestro alcalde ha fracasado. ?Tomemos las armas y defendamos nuestra ciudad!¡±, escribi¨® uno de los grupos, Guardia de Kenosha, en las redes sociales. Y Rittenhouse, que entonces ten¨ªa 17 a?os, opt¨® por viajar desde su casa de Antioch, una ciudad del Estado de Illinois a poco m¨¢s de 30 kil¨®metros, con un AR-15 (un fusil de asalto) a la espalda para echar una mano.
En algunas im¨¢genes a la luz del d¨ªa grabadas en v¨ªdeo, se le puede ver ayudando a limpiar grafitis. En las de por la noche, se le ve plantando cara a los activistas. Dos de ellos ¨DJoseph Rosenbaum, de 36 a?os, y Anthony Huber, de 26, ambos desarmados¨D, lo persiguieron y lo hicieron caer. Les dispar¨® y los mat¨®. El tercero, Gaige Grosskreutz, aleg¨® que sac¨® una pistola porque tem¨ªa que Rittenhouse fuera un pistolero pero al ver sus disparos levant¨® los brazos. Lo hiri¨® en un brazo.
La defensa utiliz¨® el argumento de la defensa propia, convenci¨® al jurado de que el joven hab¨ªa temido realmente por su vida en esas circunstancias y de que hab¨ªa recibido amenazas previas de al menos uno de los fallecidos. Y, en esas circunstancias, un ciudadano tiene derecho a usar la fuerza para resistirse, incluso una fuerza letal. La Fiscal¨ªa no fue capaz de demostrar que Rittenhouse no estaba, ni pod¨ªa sentirse, expuesto a un peligro real, ni tratarle como un instigador de violencia. La acusaci¨®n no logr¨® siquiera que le condenasen por la posesi¨®n del rifle, pese a ser menor de edad. El juez, Bruce Schroeder, tumb¨® la imputaci¨®n poco antes del final del juicio porque la longitud del arma era m¨¢s corta del l¨ªmite y no lo hab¨ªa adquirido el propio Rittenhouse, sino un amigo suyo mayor de edad.
El escritor J. D. Vance, candidato al Senado por Ohio, fue uno de los primeros en salir en su defensa: ¡°Dejamos a nuestros chicos sin padres. Dejamos que los lobos prendan fuego a sus comunidades y cuando la naturaleza les dice que vayan y defiendan lo que nadie m¨¢s est¨¢ defendiendo, ponemos todo el peso del Estado y los monopolistas globales sobre ellos¡±, dijo en su cuenta de Twitter.
Un momento del juicio sirve para resumir la esencia de este drama. Despu¨¦s del tiroteo, aquella noche, Rittenhouse camin¨® hacia una patrulla de polic¨ªa brazos en alto para entregarse, pero los agentes le dijeron que se apartara. El uniformado Pep Moretti explic¨® que no interpret¨® por el gesto del chico que era el pistolero y se entregaba. James Kraus, el fiscal, pregunt¨® a Moretti: ¡°?Ver a alguien con un AR-15 no significaba gran cosa para usted en ese punto?¡±. Y el agente respondi¨®: ¡°No, en ese momento de la noche, no¡±.
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