El ataque de Macron a los no vacunados agita el tablero electoral franc¨¦s
La oposici¨®n acusa al mandatario de no estar a la altura de su cargo por advertir de que pretende ¡°joder¡± a los ciudadanos sin inmunizar a cuatro meses de las elecciones
En una Francia en la que los rivales del Emmanuel Macron le acusan de haber dividido el pa¨ªs profundamente durante su mandato, el presidente ha logrado algo inusual: unir a toda la oposici¨®n, que ha criticado de forma un¨¢nime sus controvertidas declaraciones admitiendo que quiere ¡°joder a los no vacunados¡±, hacerles la vida imposible hasta que cambien de opini¨®n. La vulgaridad de la expresi¨®n usada (emmerder puede traducirse como fastidiar o cabrear, pero tambi¨¦n como joder o putear) ha impresionado a muchos franceses, pero no tiene nada de improvisado en un mandatario que ha apostado todo su capital pol¨ªtico ¡ªy Francia est¨¢ en plena campa?a electoral¡ª a la vacunaci¨®n para superar la pandemia.
Es m¨¢s, fiel a la personalidad de un gobernante culto y enamorado de la historia, tiene incluso un antecedente pol¨ªtico directo, como han recordado desde la publicaci¨®n de las palabras de Macron en Le Parisien diversos miembros del Gobierno: la us¨® Georges Pompidou en 1966, cuando el entonces todav¨ªa primer ministro lanz¨® un ¡°?Pero dejen de joder [emmerder] a los franceses!¡±. Lo hizo cuando un joven funcionario, pero tambi¨¦n futuro mandatario, Jacques Chirac, le present¨® un paquete de decretos para que los firmara.
En su respuesta a uno de los siete lectores de Le Parisien, que realizaron la larga entrevista al mandatario publicada este jueves, Macron va bastante m¨¢s lejos: ¡°Yo no estoy a favor de joder [emmerder] a los franceses (¡) Pero bueno, a los no vacunados, s¨ª que tengo muchas ganas de joderles. Y vamos a seguir haci¨¦ndolo, hasta el final. Esa es la estrategia. No voy a meterlos en prisi¨®n, y no los voy a vacunar por la fuerza. Pero hay que decirles: a partir del 15 de enero, ya no podr¨¦is ir a un restaurante, no podr¨¦is tomar una copa ni ir al teatro, no podr¨¦is ir al cine¡¡±. No es un lapsus. En Francia, los entrevistados tienen derecho a releer sus declaraciones antes de que se publiquen. ¡°La entrevista fue rele¨ªda por el El¨ªseo, pero no ha habido retoque alguno¡±, confirm¨® a la cadena BFMTV un responsable de Le Parisien.
Macron ¡°ha declarado la guerra¡±, conclu¨ªa este jueves Le Monde, para el que se trata de una ¡°ofensiva meditada contra los no vacunados¡±. Las palabras del portavoz del Gobierno, Gabriel Attal, tras el Consejo de Ministros semanal, confirmaron el paso a la ofensiva dial¨¦ctica y pol¨ªtica contra este sector de la sociedad, muy minoritario, pero tampoco desde?able: quedan cinco millones de ¡°refractarios¡± a las vacunas, como los llam¨® Macron.
¡°Hablemos francamente. ?Qui¨¦n le jode la vida a qui¨¦n hoy en d¨ªa? ?Qui¨¦n le arruina la vida al personal sanitario, a los restauradores, due?os de cine o teatros? Son los que se oponen a la vacuna¡±, replic¨® Attal sobre si no hab¨ªa ido demasiado lejos Macron con sus palabras. Poco despu¨¦s, ante el Senado, el primer ministro, Jean Castex, confirmaba la estrategia ofensiva que, dijo, es ¡°coherente¡± con las acciones del Ejecutivo y est¨¢ en sinton¨ªa con la ¡°exasperaci¨®n¡± de la mayor¨ªa de los ciudadanos, vacunados, con los antivacunas. Las respuestas del Gobierno no han aplacado a una oposici¨®n que se ha alzado, un¨¢nime, contra un Macron que, sin confirmar todav¨ªa oficialmente que se presentar¨¢ a la reelecci¨®n en abril, asegura que ¡°tiene ganas¡± de hacerlo.
¡°No es el papel de un presidente seleccionar entre buenos y malos franceses. Hay que aceptarlos como son, dirigirlos y unirlos sin insultarlos¡±, respondi¨® una ¡°indignada¡± Val¨¦rie P¨¦cresse, la candidata presidencial conservadora. Tambi¨¦n los postulantes de ultraderecha ?ric Zemmour y Marine Le Pen han criticado unas palabras ¡°vulgares¡± que, seg¨²n la l¨ªder de Reagrupamiento Nacional, son ¡°una falta pol¨ªtica y una falta moral grave en un pa¨ªs que ¨¦l ha continuado fracturando¡±.
En un raro consenso, tambi¨¦n los candidatos de izquierda han sido un¨¢nimes en su condena a Macron. Para el ecologista Yannick Jadot, Macron ha cometido una ¡°falta pol¨ªtica¡± al querer convertir la vacunaci¨®n en un ¡°plebiscito¡± sobre su mandato. El populista Jean-Luc M¨¦lenchon y el comunista Fabien Roussel hablaron de unas declaraciones ¡°consternantes¡±, ¡°indignas¡± o ¡°irresponsables¡±, mientras la socialista Anne Hidalgo contrapuso con iron¨ªa a sus palabras su lema de campa?a: ¡°Reunir Francia¡±.
Pese a que con ello, seg¨²n los analistas, Macron ha conseguido no solo sacudir la campa?a electoral, sino reconducir el debate electoral a un tema, la vacunaci¨®n, por el que ha apostado desde el principio y que cuenta con un apoyo ciudadano mayoritario, su controvertida elecci¨®n de palabras podr¨ªa volverse en su contra. No ser¨ªa la primera vez que se le recrimina una expresi¨®n ¡°popular¡±, como cuando habl¨® de ¡°galos refractarios¡±, ¡°gente que no es nadie¡± o de ¡°holgazanes¡± en referencia a los cr¨ªticos a su reforma laboral. Hace menos de un mes, en otra entrevista, Macron admiti¨® que algunas de sus expresiones ¡°pueden haber herido¡± y asegur¨® que hab¨ªa ¡°aprendido¡± la lecci¨®n, lo que no le ha impedido lanzar ahora una nueva pol¨¦mica.
Para el director general del instituto demosc¨®pico Ifop, Fr¨¦d¨¦ric Dabi, ¡°no es una cat¨¢strofe decir ¡®joder¡± porque, la expresi¨®n se concibe, sobre por parte de los j¨®venes, como una forma de hablar sincera, dijo a France Presse. Al mismo tiempo, sin embargo, corre el riesgo de ¡°reactivar la imagen del presidente de las frasecitas, distante, arrogante y divisor¡±, algo que desde el comienzo de su mandato, marcado por profundas protestas sociales como la de los chalecos amarillos, se le ha reprochado desde todos los campos.
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