La mazmorra m¨¢s oscura de Daniel Ortega
El presidente de Nicaragua jura este lunes por cuarta vez consecutiva su cargo tras unas elecciones sin competencia despu¨¦s de encarcelar a sus potenciales oponentes. La mayor¨ªa de ellos est¨¢ en El Chipote, prisi¨®n que se ha convertido en piedra angular de una represi¨®n que suma 170 presos pol¨ªticos
Violeta Granera ha perdido varios dientes porque la comida que le proporcionan en prisi¨®n es muy dura. La lideresa opositora lleva m¨¢s de 210 d¨ªas sumida en una celda oscura y la falta de sol le ha provocado manchas rojas en su rostro. El maltrato constante golpea su cuerpo de 70 a?os y el fr¨ªo del reci¨¦n llegado enero torna m¨¢s angustiante el encierro. No tiene ni una frazada en la que refugiarse sobre la marqueta de concreto desnudo que mal le sirve de cama. Los centinelas policiales tambi¨¦n se burlan de los presos pol¨ªticos como ella en estos primeros d¨ªas de 2022. Su ¡°jefe supremo¡±, quien dio la orden de detenerlos, Daniel Ortega, se impondr¨¢ este lunes la banda presidencial de Nicaragua tras unas elecciones en las que no tuvo ning¨²n tipo de competencia despu¨¦s de detener a sus principales oponentes.
Con su nuevo mandato, al que llega sin el reconocimiento internacional y de la mano de su esposa y ¡°copresidenta¡±, Rosario Murillo, sella una etapa de represi¨®n y persecuci¨®n por la que mantiene a 170 presos pol¨ªticos. 36 de ellos ¡ªlas principales figuras opositoras de Nicaragua¡ª est¨¢n encerrados en El Chipote, una c¨¢rcel donde, seg¨²n las denuncias de familiares que han conseguido visitarlos muy espor¨¢dicamente, est¨¢n sufriendo desnutrici¨®n, malos tratos y apenas tienen acceso a sus abogados.
En el ¨¢rea de las celdas de castigo de esta prisi¨®n llamada formalmente Direcci¨®n de Auxilio Judicial (DAJ), Roger Reyes es devorado por una psicosis transitoria. El 22 de noviembre de 2021, el abogado cr¨ªtico con la pareja presidencial nicarag¨¹ense fue arrojado a una celda de confinamiento sellada. Los dos metros de largo por dos de ancho con solo un agujero en el techo en los que est¨¢ recluido se han vuelto un laberinto de depresi¨®n y ansiedad. ¡°Estoy perdiendo la memoria¡±, le dijo el preso pol¨ªtico a su esposa durante una in¨¦dita visita que autorizaron a sus familiares este A?o Nuevo, tras una denuncia p¨²blica de maltrato en contra de la activista pol¨ªtica Ana Margarita Vijil.
El pecado de Reyes, adem¨¢s de estar afiliado a la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), es que fue abogado defensor de F¨¦lix Maradiaga, uno de los siete precandidatos presidenciales apresados a partir de junio de 2021, cuando Ortega ejecut¨® una cacer¨ªa de 46 l¨ªderes opositores para eliminar toda competencia en las elecciones generales del pasado 7 de noviembre. Ortega y Murillo se declararon ganadores de esos comicios marcados por una apabullante abstenci¨®n del 85%, seg¨²n la organizaci¨®n Urnas Abiertas, que interpret¨® la poca participaci¨®n como el repudio ciudadano a lo que muchos consideraban un ¡°circo electoral¡± del sandinismo.
La primera visita permitida a algunos presos pol¨ªticos ocurri¨® 80 d¨ªas despu¨¦s de las capturas. Estaban demacrados, con p¨¦rdidas de peso de entre 13 y 36 libras (entre 6 y 16 kilos) por la mala alimentaci¨®n; extenuados por interrogatorios perpetuos y sobremedicados. ¡°Se ven salidos como de campos de concentraci¨®n¡±, dijeron en ese momento los familiares. Con el paso del tiempo, la situaci¨®n solo ha empeorado.
El exdiputado Jos¨¦ Pallais, de 68 a?os, ha perdido 90 libras (m¨¢s de 40 kilos). Est¨¢ tan d¨¦bil que se ha desmayado en dos ocasiones. Tiene llagas y abscesos en la espalda porque los custodios le quitaron la colchoneta en la que descansaba. Padece diabetes y lleva un par de meses durmiendo en una silla que le llevaron sus familiares por la apnea del sue?o que lo aqueja. La activista Ana Margarita Vijil, delgada de naturaleza, est¨¢ tan raqu¨ªtica que les pidi¨® a sus familiares anteojos de ni?a porque los suyos se le ca¨ªan del rostro. Como Pallais, 12 de los 36 encerrados en El Chipote son adultos de la tercera edad y los que m¨¢s alarman: sus enfermedades preexistentes y cr¨®nicas se han descontrolado ante la falta de atenci¨®n m¨¦dica. El exembajador ante la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA) Edgar Parrales, de 79 a?os, carece de intestino grueso y perdi¨® 12 libras (m¨¢s de 5 kilos) en 40 d¨ªas.
El Chipote se ha convertido en la mazmorra m¨¢s oscura de la pareja presidencial, pero tambi¨¦n en una piedra angular de la represi¨®n que permitir¨¢ que este lunes 10 de enero Ortega jure por cuarta vez consecutiva como presidente de Nicaragua en la vieja plaza de la Revoluci¨®n Sandinista en Managua.
En sus ¨²ltimos actos p¨²blicos, Ortega y Murillo han justificado de todas maneras el encierro de los opositores. Para ellos han usado el calificativo de golpistas, del que llevan echando mano desde las protestas de 2018, y tambi¨¦n los han llamado ap¨¢tridas . ¡°Se los deber¨ªan llevar a Estados Unidos, no son nicarag¨¹enses, dejaron de serlo. No tienen patria¡±, dijo Ortega el 8 de noviembre, un d¨ªa despu¨¦s de las cuestionadas elecciones. ¡°Para avanzar hay que desterrar la falta de amor y cualquier asomo de indiferencia o de servidumbre y servilismo a intereses ap¨¢tridas¡±, insisti¨® la pareja presidencial en un inusual mensaje de Nochevieja, en un momento en que las denuncias por malos tratos en El Chipote sal¨ªan a borbollones. Uno de los exguerrilleros hist¨®ricos del sandinismo, el general en retiro Hugo Torres, de 73 a?os, fue conducido a mediados de diciembre de El Chipote a un hospital de Managua ¡°en una condici¨®n delicada de salud¡±. Torres, junto a la exguerrillera Dora Mar¨ªa T¨¦llez, dirigi¨® el m¨ªtico asalto al palacio somocista en 1978. T¨¦llez es la que m¨¢s fuerte est¨¢ f¨ªsica y emocionalmente en comparaci¨®n a sus viejos colegas disidentes sandinistas, seg¨²n han dicho los familiares de los reos de conciencia. Hace ejercicio, pero est¨¢ muy flaca en aislamiento, ya que los custodios no permiten que los familiares le pasen comida a los presos pol¨ªticos.
Algunos detenidos de la tercera edad solo piden leche Ensure (un suplemento alimenticio l¨ªquido) para paliar el hambre. En algunas ocasiones, han conseguido meterles algunos botecitos en las celdas y son compartidos por reos pol¨ªticos de diferentes ideolog¨ªas y sectores que no est¨¢n en celdas de aislamiento. Pero lo tienen que hacer en silencio, porque los custodios permanentes les impiden con amenazas comunicarse entre ellos, relatan las familias. Aunque en su momento discrepaban sobre c¨®mo combatir a Ortega, en El Chipote comparten celdas empresarios con exguerrilleros sandinistas o pol¨ªticos de derecha con activistas que enarbolan causas como el feminismo y la socialdemocracia.
La vor¨¢gine represiva de la pareja presidencial nicarag¨¹ense no ha distinguido de or¨ªgenes y creencias y una posible liberaci¨®n con motivo de la investidura presidencial se ve lejos ante la radicalizaci¨®n de un r¨¦gimen aislado internacionalmente, y cuyo mandato nace entre el desconocimiento de muchos pa¨ªses, como Estados Unidos y Espa?a. Madrid fue la primera capital en anunciar que no enviar¨ªa a nadie a la toma de posesi¨®n en Managua. Aunque la vicepresidenta ha dicho que ¡°unas 300 personas¡± de diferentes delegaciones los acompa?ar¨¢n en la investidura. M¨¦xico, que hab¨ªa confirmado la presencia de sus representantes, anunci¨® la noche del domingo que ¡°ning¨²n funcionario de la canciller¨ªa mexicana acudir¨ªa a la toma de protesta¡±.
Se ensa?an con las mujeres
Los familiares de los presos pol¨ªticos han denunciado que, en el caso de las mujeres recluidas en El Chipote, a los malos tratos se le suman los ataques machistas. Las activistas T¨¢mara D¨¢vila y Suy¨¦n Barahona est¨¢n aisladas y siendo v¨ªctimas de maltrato psicol¨®gico: los polic¨ªas les repiten son ¡°malas madres por abandonar a sus hijos por andar en protestas contra el Gobierno¡±.
Las madres y esposas de los presos pol¨ªticos tambi¨¦n sufren acoso durante las visitas a El Chipote. Las revisiones a las que son sometidas incluyen ¡°tocamientos, retiro de vestimentas y ropa interior¡±. Ana Chamorro de Holman, de 94 a?os, relat¨® que cuando acudi¨® a visitar a su hijo Juan Lorenzo Holmann, gerente general del diario La Prensa, los custodios la obligaron a bajarse el pantal¨®n y quitarse el brasier. Pese a esta revisi¨®n invasiva, la mujer sigui¨® con el proceso y encontr¨® a su hijo con un conato de ceguera y problemas card¨ªacos. Algunos presos pol¨ªticos son mantenidos en celdas con luz las 24 horas del d¨ªa, mientras que otros viven en penumbra. Sin embargo, los reos no pueden relatar con tranquilidad a sus familiares lo que les sucede, porque las visitas siempre est¨¢n vigiladas por polic¨ªas. Incluso, denuncian, los oficiales toman fotos y videos de los encuentros sin consentimiento.
Los abogados de los presos pol¨ªticos tampoco pueden ejercer una defensa efectiva. No solo porque no tienen apenas acceso a sus clientes, sino porque las causas de los supuestos delitos de los que les acusan ¡ªtraici¨®n a la patria, lavado de dinero, ciberdelitos¡ª responden a leyes hechas a medida por la Asamblea Nacional af¨ªn a Ortega para criminalizar a la oposici¨®n y no aparecen a¨²n reflejadas en el sistema del Poder Judicial. ¡°El objetivo es invisibilizar y mantener la indefensi¨®n¡±, aseguraron en un comunicado los familiares de los detenidos. ¡°Contin¨²an los interrogatorios en ausencia de los abogados y todas las peticiones presentadas son denegadas o no resueltas. No se ha respetado el debido proceso y sus tramitaciones han sido suspendidas de facto, alegando carga laboral, vacaciones o decisiones de fuerza mayor de los jueces¡±, agrega el comunicado.
Incluso, las primeras audiencias de juicio fueron celebradas en la misma prisi¨®n de El Chipote y los abogados defensores ni siquiera ten¨ªan expedientes de los casos. ¡°Reafirmamos nuestra profunda preocupaci¨®n por las condiciones en las que los mantienen y que est¨¢n provocando da?os irreversibles f¨ªsicos como psicol¨®gicos¡±, insisten los parientes de los presos pol¨ªticos. Algunos prefieren no denunciar p¨²blicamente para no perder las pocas concesiones que los centinelas admiten, como permitir el ingreso a la prisi¨®n de botellas de agua.
La presidenta del Centro Nicarag¨¹ense de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma N¨²?ez, dijo que ¡°no se le puede seguir llamando Direcci¨®n de Auxilio Judicial (DAJ), sino centro de tortura¡± despu¨¦s de escuchar los relatos de los familiares de los secuestrados pol¨ªticos. ¡°Hay una exposici¨®n macabra dentro de El Chipote para que los presos colapsen y los que estamos afuera, los acompa?antes y familiares, colapsemos¡±, enfatiz¨® N¨²?ez. Colapsos como el de Lesther Alem¨¢n, el l¨ªder estudiantil que, con apenas 20 a?os, encar¨® y pidi¨® la ¡°rendici¨®n¡± a Ortega en el di¨¢logo nacional de 2018. El universitario no pod¨ªa ni sostenerse en pie en una audiencia de juicio y, desorientado, dec¨ªa: ¡°Tengo hambre¡±. Actualmente, Alem¨¢n sufre desnutrici¨®n y cojea de un pie en El Chipote, mientras su captor celebrar¨¢ ¡°un nuevo mandato del pueblo presidente¡±, como ha llamado Rosario Murillo a nueva juramentaci¨®n de Ortega de este lunes.
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