Civiles ucranios entrenan para la guerra bajo la sombra de la amenaza rusa
Miles de hombres y mujeres se alistan en las llamadas Fuerzas de Defensa Territorial para recibir instrucci¨®n sobre c¨®mo disparar, primeros auxilios o comunicaciones estrat¨¦gicas
Kateryna Sivorenko se pone unos ajustados guantes negros que ocultan unas manos finas con manicura perfecta color carm¨ªn. Agarra un rifle de cart¨®n y se prepara para entrenar en una f¨¢brica semiderruida de las afueras de Kiev, entre la niebla y la nieve. Es la primera sesi¨®n de instrucci¨®n militar de esta documentalista de 28 a?os. Con la concentraci¨®n de tropas rusas a lo largo de las fronteras orientales de Ucrania...
Kateryna Sivorenko se pone unos ajustados guantes negros que ocultan unas manos finas con manicura perfecta color carm¨ªn. Agarra un rifle de cart¨®n y se prepara para entrenar en una f¨¢brica semiderruida de las afueras de Kiev, entre la niebla y la nieve. Es la primera sesi¨®n de instrucci¨®n militar de esta documentalista de 28 a?os. Con la concentraci¨®n de tropas rusas a lo largo de las fronteras orientales de Ucrania y la escalada dial¨¦ctica del Kremlin, la mujer ha decidido prepararse para lo peor. ¡°Nunca me hab¨ªa imaginado con un arma; ni siquiera de cart¨®n¡±, dice con una sonrisa algo triste. Como los principiantes y los que carecen de licencia de armas, Sivorenko entrena con un rifle de pega. ¡°Estoy tranquila, no creo que esta situaci¨®n llegue a m¨¢s, pero saber qu¨¦ hacer me da seguridad. Siempre es mejor estar preparada¡±, dice. A su lado, decenas de personas, divididas en grupos o brigadas, aprenden posturas de tiro, a leer mapas, maniobras de primeros auxilios ¡ªcomo realizar un torniquete¡ª y hasta la mejor f¨®rmula de ocultar un veh¨ªculo con ramas o nieve.
Desde el pasado noviembre, cuando Mosc¨² inici¨® esta ¨²ltima escalada, miles de personas se han inscrito en las llamadas Fuerzas de Defensa Territorial, un programa estrat¨¦gico del Ministerio de Defensa ucranio que recluta a voluntarios civiles y les instruye, los fines de semana, por si la guerra llega a sus ciudades. El objetivo del Gobierno es formar 25 brigadas en cada regi¨®n del pa¨ªs y en las ciudades m¨¢s importantes, como Kiev, la capital; J¨¢rkov, al este; o la portuaria Odesa. La meta es llegar a alistar 100.000 reservistas civiles. No tanto para que se enfrenten de manera directa al poderoso ej¨¦rcito ruso, sino como una ¡°fuerza de resistencia¡± y elemento disuasorio para una agresi¨®n militar, explica Denys Semyroh-Orlyk, de 46 a?os, arquitecto e instructor en el programa de brigadas de Kiev.
Con algo menos de 250.000 de soldados en activo, el ej¨¦rcito ucranio es mucho menor que el ruso, con un mill¨®n de militares en activo y con material de defensa mucho m¨¢s numeroso y sofisticado. Adem¨¢s, la mayor¨ªa de los efectivos ucranios realizan nutridas rotaciones en el este, cerca o en la l¨ªnea de contacto de la regi¨®n del Donb¨¢s, donde la guerra contra los separatistas prorrusos apoyados por el Kremlin va a cumplir ocho a?os. El ministro de Defensa, Oleksiy Reznikov, que insiste en que nada indica que Rusia haya amasado fuerzas suficientes para una invasi¨®n a gran escala ni que planee hacerlo, explica que, en el caso de una nueva agresi¨®n del Kremlin, el objetivo de esta fuerza civil ser¨ªa defender ciudades, pueblos o infraestructuras b¨¢sicas como puentes, t¨²neles o carreteras.
Este s¨¢bado, un d¨ªa especialmente desapacible y brumoso, Artem Troizku, ingeniero en la vida civil y artillero en la brigada de morteros de las Fuerzas de Defensa Territorial, reconoce que a su familia, particularmente a su esposa, que se ha quedado en casa al cargo de su beb¨¦ de menos de un a?o, no le hace ninguna gracia que pase cada fin de semana en el campo, recibiendo entrenamiento militar. ¡°Cada uno hacemos lo que podemos para garantizar la seguridad de los nuestros¡±, dice Troizku, cal¨¢ndose un gorro de lana negro hasta la cejas. Como ¨¦l, maestros, cient¨ªficas, ingenieras, banqueros o tenderos participan en estas sesiones de entrenamiento. Muchos van con trajes de camuflaje, los principiantes con ch¨¢ndal y ropa c¨®moda. La atm¨®sfera junto a una v¨ªa abandonada de tren, entre el barro, tendr¨ªa un toque apocal¨ªptico si no fuera por las risas y bromas de algunos participantes.
Para apuntarse a las Fuerzas de Defensa Territorial, cuya instrucci¨®n financia el Gobierno, hay que cumplir algunos requisitos: el primer cribado es una conversaci¨®n con el comandante de la brigada; despu¨¦s, controles m¨¦dicos, un certificado de ausencia de antecedentes penales y firmar un contrato. Solo tras esos pasos empiezan las clases, primero te¨®ricas y despu¨¦s pr¨¢cticas. ¡°Toda ayuda es poca. Hace ocho a?os los rusos nos pillaron desprevenidos. No volver¨¢ a pasar¡±, dice Troizku. Rusia ha negado que tenga planes de invadir Ucrania y acusa a Occidente de fomentar el conflicto.
Defensa civil
El concepto de defensa civil no es algo nuevo en Ucrania. En 2014, cuando esp¨ªas rusos y soldados del Kremlin sin bandera (los llamados hombres verdes) se adentraron en la pen¨ªnsula ucrania de Crimea y prepararon el refer¨¦ndum no reconocido por la comunidad internacional con el que Rusia se anexion¨® ese territorio estrat¨¦gico, miles de personas se unieron a brigadas de voluntarios de distintos tipos, que trataron de apuntalar la da?ada columna vertebral del Ej¨¦rcito ucranio, d¨¦bil, mal organizado y deficientemente equipado. Estos grupos paramilitares ¡ªalgunos con claras ra¨ªces de extrema derecha e ideolog¨ªa neonazi, que tan bien pesca en territorios en conflicto¡ª acudieron a combatir en el este.
Desde entonces, el Gobierno ha tratado de regularizar y controlar de alguna forma estas organizaciones paramilitares y ha asumido a algunas, como el Batall¨®n Azov, con ra¨ªces en el ultranacionalismo, aunque cuyos l¨ªderes de aquellos inicios han ido abandon¨¢ndolo poco a poco con esa integraci¨®n. Ahora, algunos grupos, muy cr¨ªticos con el presidente Volod¨ªmir Zelenski, a quien ven demasiado d¨¦bil con Rusia, han puesto en marcha tambi¨¦n sus propios fines de semana de entrenamiento militar privado, financiado por sus participantes.
Pero las Fuerzas de Defensa Territorial son una cosa ¡°seria¡±, dice Ivan Polozk, de 33 a?os, comercial en la vida civil y teniente de la unidad de mortero en una brigada de Kiev. Otros pa¨ªses, como los b¨¢lticos, tienen tambi¨¦n algunos programas para civiles o para actualizar a quienes hicieron hace a?os el servicio militar. En Ucrania, con un territorio equivalente al espa?ol y 44 millones de habitantes, el 58% de los hombres y casi el 13% de las mujeres dicen estar preparados para defender el pa¨ªs ¡°con un arma en la mano¡± contra las tropas rusas, seg¨²n una encuesta de diciembre del Instituto Internacional de Sociolog¨ªa de Kiev. El 25% de las mujeres y el 17% de los hombres dijeron estar preparados para responder a la agresi¨®n con otros medios, como actividades subversivas o protestas, seg¨²n el sondeo.
La peluquera Olha Svyrydova, de 40 a?os, es de aquellas dispuestas a empu?ar un rifle. El que acarrea en el entrenamiento militar, cuenta, es prestado. ¡°Estas cosas son bastante caras¡±, dice la mujer. En Ucrania, 1,3 millones de personas tienen armas de fuego civiles con licencia. Svyrydova lleva ya varias sesiones de entrenamiento. En la brigada es oficial de comunicaciones de inteligencia. ¡°Prefiero estar aqu¨ª que ir al cine o al teatro¡±, dice. Un poco m¨¢s all¨¢, entre el grupo que hace ejercicios de calentamiento y el que aprende a realizar una maniobra de reanimaci¨®n, la cient¨ªfica Marta Yuzkiv habla de sus motivos para sumarse a esa milicia popular. ¡°Nuestro Ej¨¦rcito es fuerte, pero no tanto como el ruso. Nuestra labor es aprender para formar la resistencia en caso de ocupaci¨®n¡±, incide.
A algunos observadores les preocupa que estos grupos de defensa civil, sobre todo los de iniciativa privada, se disgreguen y se conviertan en una herramienta de desestabilizaci¨®n del Gobierno, como se?ala un informe del estadounidense Instituto para el Estudio de la Guerra. Un art¨ªculo de Valery Akimenko publicado por el think tank Instituto Carnegie menciona la posibilidad de que actores privados interesados utilicen esos grupos de reservistas militares que ya exist¨ªan para resolver sus propias disputas. A otros sectores tambi¨¦n les preocupa la militarizaci¨®n de la sociedad. El analista Aleksandr Kovalenko no comparte del todo esa idea. ¡°Ucrania lleva ocho a?os en guerra¡±, dice, ¡°con la amenaza presente de una invasi¨®n a gran escala la sociedad se ha militarizado hasta cierto punto, pero ante todo moral y psicol¨®gicamente¡±, concluye el experto.
A las afueras de Kiev, en la f¨¢brica medio derruida, Sergi Kalinin, de 64 a?os, observa al instructor desplegar una banda de velcro y hacer un ¡°torniquete americano¡±. Est¨¢ jubilado y dice que es demasiado mayor para integrar formalmente las filas de las Fuerzas de Defensa Territorial, pero aun as¨ª este es el segundo fin de semana que acude a ver los entrenamientos para ¡°refrescar¡± lo que aprendi¨® en el servicio militar, hace d¨¦cadas: ¡°Dudo que esto pase a mayores. Occidente no nos dejar¨¢ tirados y va a presionar a Putin, pero Rusia no se mover¨¢ de ah¨ª, as¨ª que m¨¢s nos vale ense?arles que, si se les ocurre venir, estamos preparados¡±.
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