Busca y captura de una v¨ªctima de la pandemia: la deriva del agresor del MoMa
Detenido el sospechoso de apu?alar a dos empleados del museo, un hombre con un trastorno mental que perdi¨® su trabajo y vio agravarse su estado por el confinamiento
El apu?alamiento de dos empleados del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMa) por un exsocio de la instituci¨®n, este s¨¢bado, no revestir¨ªa m¨¢s inter¨¦s que el de un suceso aislado, perpetrado en una de las principales atracciones tur¨ªsticas de la ciudad, no m¨¢s grave que los cientos de delitos que jalonan a diario la Gran Manzana. Pero el lugar de los hechos, la hora punta a la que sucedieron y, a¨²n m¨¢s, la oleada de creciente violencia que experimenta la ciudad de los rascacielos han magnificado el incidente, que ...
El apu?alamiento de dos empleados del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMa) por un exsocio de la instituci¨®n, este s¨¢bado, no revestir¨ªa m¨¢s inter¨¦s que el de un suceso aislado, perpetrado en una de las principales atracciones tur¨ªsticas de la ciudad, no m¨¢s grave que los cientos de delitos que jalonan a diario la Gran Manzana. Pero el lugar de los hechos, la hora punta a la que sucedieron y, a¨²n m¨¢s, la oleada de creciente violencia que experimenta la ciudad de los rascacielos han magnificado el incidente, que se acompa?a adem¨¢s de una circunstancia amarga: el sospechoso, identificado como Gary Cabana, un exacomodador de Broadway de 60 a?os con diagn¨®stico psiqui¨¢trico previo, perdi¨® su trabajo y sufri¨® un notorio agravamiento de su trastorno por la pandemia. Sus amigos han se?alado que la soledad y el aislamiento le desquiciaron, como demuestra la c¨®lera desatada de sus publicaciones en las redes sociales durante los meses del confinamiento.
Cabana logr¨® evadir la intensa b¨²squeda policial durante casi tres d¨ªas, hasta ser detenido este martes en una estaci¨®n de autobuses de Filadelfia. Poco antes, supuestamente prendi¨® fuego a la habitaci¨®n de un motel cercano. Hab¨ªa permanecido en paradero desconocido desde la agresi¨®n del MoMa, a cuyas instalaciones se le impidi¨® el paso tras protagonizar dos incidentes en las ¨²ltimas semanas y cuya tarjeta de socio le fue retirada por ello. Durante su huida, Cabana desafi¨® a la polic¨ªa, que le buscaba por todo Manhattan, con arrogantes publicaciones en sus redes sociales. Este lunes, la polic¨ªa evacu¨® una iglesia tras recibir informaci¨®n de que un individuo con caracter¨ªsticas similares -pelo gris, gafas, mascarilla quir¨²rgica, sudadera con capucha- hab¨ªa entrado en ella. Falsa alarma: Cabana sigui¨® burlando la acci¨®n policial con ir¨®nicas chanzas online y cr¨ªticas como dardos a los agentes: ¡°Me alegro de que os preocup¨¦is¡±, ha escrito este lunes en Instagram. ¡°Ya no soy tendencia, soy una noticia de ayer¡±, comentaba mientras se intensificaba la b¨²squeda. ¡°Qu¨¦ bien que os preocup¨¦is, pero mejor ser¨ªa hacerlo por los nuevos brotes de covid en China¡±.
Una vez detenido, sin oponer resistencia, Cabana exclam¨® a su salida de la comisar¨ªa: ¡°Los mejores polic¨ªas de EE UU est¨¢n aqu¨ª, t¨ªo. Acaban de hacer m¨¢s seguro este pa¨ªs. Soy el enemigo p¨²blico n¨²mero uno¡±, dice en los v¨ªdeos publicados en Twitter por un reportero local de la cadena de televisi¨®n Fox. Iba vestido igual que en las fotograf¨ªas que divulg¨® la polic¨ªa de Nueva York para pedir la colaboraci¨®n ciudadana.
El efecto de la pandemia trastorn¨® a Cabana, que se mostr¨® especialmente cr¨ªtico con Donald Trump por su gesti¨®n de la emergencia sanitaria, as¨ª como con los ciudadanos que no adoptaban medidas de protecci¨®n para frenar la propagaci¨®n del virus. Sus amigos, casi todos de la escena teatral de Broadway, han se?alado a medios locales como Gothamist y Daily News c¨®mo se fue encerrando en un caparaz¨®n frente a un mundo que consideraba amenazante. ¡°A los ni?os les obligan a seguir clases virtuales mientras que los chinos multimillonarios se dirigen a Estados Unidos para descansar y relajarse, como si jugaran al juego del confinamiento¡±, dec¨ªa en uno de los post, cada vez m¨¢s conspiranoicos. Antes de la pandemia, el cultivado Cabana, que estudi¨® teatro en la Universidad del Estado de Misuri, en Springfield, publicaba comentarios sobre pel¨ªculas; era un empedernido cin¨¦filo. El s¨¢bado intentaba acceder a la sala de cine del museo cuando fue rechazado en la puerta.
Antes de agredir a los dos empleados del MoMa, ambos de 24 a?os -la polic¨ªa ha publicado el v¨ªdeo del momento, y sorprende que solo resultaran heridos leves-, el sospechoso ya era buscado por dos incidentes anteriores, ambos en Broadway, despu¨¦s de perder su empleo como acomodador. El primero sucedi¨® en el teatro donde trabajaba, al intentar acceder con una entrada caducada y golpear al gerente del local, que se lo impidi¨®. El segundo consisti¨® en el env¨ªo de varios correos amenazantes a un representante sindical. En dos ocasiones se present¨® en la oficina del sindicato en busca de su interlocutor; ambas veces, seg¨²n testigos, se mostr¨® obcecado y furioso.
¡°Alg¨²n d¨ªa, cuando todas las mentiras sean corregidas por los malvados medios [de comunicaci¨®n], la verdad saldr¨¢ a la luz y ser¨¦ EXONERADO¡±, escribi¨® Cabana en Instagram en sus ¨²ltimas horas en libertad, subrayando su inocencia y la denuncia de haber sido incriminado injustamente por los ¡°des¨®rdenes p¨²blicos¡± que llevaron al MoMa a retirarle su carn¨¦.
Lo peor de la noticia -un considerable susto si no mediaran tantos condicionantes a?adidos- es la potencial criminalizaci¨®n de una dolencia mental; una circunstancia, desgraciadamente, demasiado com¨²n en Nueva York y muy a menudo ligada a sucesos de variado calibre. La prevalencia de trastornos psiqui¨¢tricos, ya de por s¨ª alta antes de la pandemia en una ciudad dura e inclemente con los m¨¢s d¨¦biles, se ha agravado exponencialmente tras dos a?os de encierro y miedo. Cabana ejemplifica los fallos del sistema de salud mental; el d¨¦ficit de atenci¨®n y cuidados en una red asistencial que muchos consideran rota. Entre marzo y diciembre de 2020, el tramo m¨¢s agudo de la crisis sanitaria, los servicios de salud mental atendieron un 85% m¨¢s de consultas que antes, mientras que uno de cada cinco neoyorquinos experimenta alg¨²n trastorno psicol¨®gico al a?o; el equivalente a toda la poblaci¨®n de Manhattan, seg¨²n la oficina de Salud Mental del Ayuntamiento. Cientos de miles padecen su dolencia sin recibir atenci¨®n. Despu¨¦s de huir del museo, Cabana public¨® un post que dec¨ªa: ¡°Soy bipolar y me han incriminado (¡) Ser bipolar es un camino dif¨ªcil. Doctor Jekyll y Mr. Hyde¡±.
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