La OTAN alerta del riesgo de un ataque qu¨ªmico ruso contra Ucrania

La OTAN ha advertido este martes del riesgo de que Rusia est¨¦ preparando un ataque qu¨ªmico contra Ucrania y que el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, intente camuflarlo como una operaci¨®n de falsa bandera, es decir, que lo atribuya a Kiev. El aviso llega en el vig¨¦simo d¨ªa de la invasi¨®n rusa del pa¨ªs vecino y refleja la inquietud occidental ante un recrudecimiento de la ofensiva a la vista de que Mosc¨² no logra imponerse sobre el terreno. El secretario ge...

La OTAN ha advertido este martes del riesgo de que Rusia est¨¦ preparando un ataque qu¨ªmico contra Ucrania y que el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, intente camuflarlo como una operaci¨®n de falsa bandera, es decir, que lo atribuya a Kiev. El aviso llega en el vig¨¦simo d¨ªa de la invasi¨®n rusa del pa¨ªs vecino y refleja la inquietud occidental ante un recrudecimiento de la ofensiva a la vista de que Mosc¨² no logra imponerse sobre el terreno. El secretario general de la Alianza Atl¨¢ntica, Jens Stoltenberg, ha advertido de que Rusia pagar¨¢ ¡°un precio muy alto¡± si consuma el ataque qu¨ªmico, pero se ha negado a especular sobre una posible respuesta militar por parte de los aliados.

Stoltenberg ha recordado que Putin ya ha demostrado varias veces que est¨¢ dispuesto a usar armas qu¨ªmicas para eliminar a sus rivales u opositores. Y que ayud¨® al r¨¦gimen de Bachar el Asad a lanzar ataques qu¨ªmicos en Siria contra su propia poblaci¨®n. El primero de ellos constatado, el 21 de agosto de 2013, provoc¨® 1.400 muertos en el este de Damasco en un bombardeo con gas sar¨ªn. Desde entonces, El Asad ha lanzado unos 50 ataques qu¨ªmicos, seg¨²n estimaciones del Gobierno de Estados Unidos.

La OTAN teme que Putin repita ahora en Ucrania el mismo sistema de ataque devastador que en Siria. Y que la estrategia incluya armas qu¨ªmicas, a pesar de estar prohibidas por tratados internacionales suscritos por Mosc¨², aprovechando como excusa el bulo difundido en los ¨²ltimos d¨ªas sobre la presencia de armas qu¨ªmicas o nucleares en el bando ucranio.

¡°Desde hace meses hemos sacado a la luz la larga lista de mentiras de Rusia¡±, ha se?alado Stoltenberg en una rueda de prensa previa a la reuni¨®n extraordinaria que los ministros de Defensa de la OTAN celebrar¨¢n el mi¨¦rcoles en Bruselas. ¡°Dijeron que no planeaban invadir Ucrania y la invadieron. Dijeron que estaban retirando tropas y enviaron m¨¢s. Dijeron que estaban protegiendo a los civiles y est¨¢n mat¨¢ndolos¡±, ha enumerado Stoltenberg antes de lanzar su dram¨¢tica advertencia.

¡°Absurdas afirmaciones sobre laboratorios biol¨®gicos en Ucrania¡±

¡°Ahora hacen absurdas afirmaciones sobre laboratorios biol¨®gicos y armas qu¨ªmicas en Ucrania, lo cual no es m¨¢s que otra mentira¡±, ha acusado el dirigente de la OTAN. Y considera que ese aparente infundio es presagio del siguiente movimiento de Putin: ¡°Estamos preocupados porque Mosc¨² podr¨ªa escenificar una operaci¨®n de falsa bandera, incluyendo posiblemente armas qu¨ªmicas¡±.

El riesgo de un ataque de este tipo en Siria llev¨® en 2012 al entonces presidente estadounidense, Barack Obama, a advertir de que su utilizaci¨®n supondr¨ªa cruzar una l¨ªnea roja que provocar¨ªa la entrada de su pa¨ªs en el conflicto. Pero tras la consumaci¨®n del ataque en 2013, la Casa Blanca no cumpli¨® la amenaza y opt¨® por buscar un entendimiento por la v¨ªa diplom¨¢tica.

El secretario de Estado estadounidense en aquel momento, John Kerry, y el ministro ruso de Exteriores, Sergu¨¦i Lavrov, alcanzaron un acuerdo que preve¨ªa el recuento, inspecci¨®n, control y eliminaci¨®n de las armas qu¨ªmicas del r¨¦gimen de El Asad. El pacto supuso, en realidad, el comienzo de un uso frecuente de ese armamento que ha continuado hasta la fecha.

El ala de la OTAN m¨¢s dura con Mosc¨², con Polonia al frente, tambi¨¦n considera ahora que un ataque qu¨ªmico en Ucrania deber¨ªa marcar un punto de inflexi¨®n en la implicaci¨®n de Occidente en el conflicto. Pero Stoltenberg se ha negado este martes a conjeturar sobre un posible salto cualitativo, m¨¢s all¨¢ de redoblar la presi¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica sobre Putin. ¡°Rusia pagar¨¢ un precio muy alto¡±, ha asegurado el secretario general de la Alianza. Sin embargo, ha preferido ¡°no especular sobre una posible respuesta militar por parte de la OTAN¡±.

La OTAN ha evitado hasta ahora cualquier intervenci¨®n directa en Ucrania por temor a provocar una escalada que, seg¨²n los dirigentes de ambos lados del Atl¨¢ntico, podr¨ªa desencadenar una tercera guerra mundial con arsenales nucleares al alcance de los dos bandos. Ese riesgo ha llevado a los aliados occidentales a no declarar una zona de exclusi¨®n a¨¦rea, como reclama el presidente ucranio, Volod¨ªmir Zelenski, para evitar los ataques a¨¦reos rusos.

La Alianza tampoco quiere verse implicada en la guerra por un ataque ruso, fortuito o deliberado, que golpee a alguno de los aliados (Polonia, Eslovaquia, Hungr¨ªa y Rumania) que son lim¨ªtrofes con Ucrania. El ataque del domingo contra una base militar ucrania a solo 25 kil¨®metros del territorio polaco ha llevado a la OTAN a extremar la vigilancia para evitar un percance irreversible.

Stoltenberg ha alertado del riesgo de que, dada la proximidad de los ataques rusos, ¡°se produzca un accidente o un incidente¡±. Y ha abogado por ¡°reforzar la vigilancia¡±, la ¡°reacci¨®n¡± de la Alianza y ¡°mantener abiertas las l¨ªneas de comunicaci¨®n [con Mosc¨²] para evitar que un incidente pueda provocar una espiral fuera de control¡±.

El riesgo de un roce imprevisto entre fuerzas aliadas y rusas parece llamado a aumentar porque los ministros de Defensa preparan a partir del mi¨¦rcoles un replanteamiento de las posiciones defensivas de la OTAN, para concentrar mayores recursos a¨²n en el flanco oriental. ¡°La invasi¨®n rusa de Ucrania y la integraci¨®n militar de Bielorrusia crean una nueva realidad en la seguridad del continente europeo¡±, ha sentenciado Stoltenberg.

La nueva realidad incluye el rearme acelerado de Alemania, que ha anunciado una inyecci¨®n de 100.000 millones de euros en su presupuesto de defensa, y la llegada masiva de tropas estadounidenses a un continente del que se estaban retirando. Los datos de la Alianza indican que ya hay 100.000 soldados norteamericanos en Europa, una cifra que no se alcanzaba desde 2007 y que supera en 40.000 al contingente que hab¨ªa a finales de 2021.

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